La página ecuestre

La Cartuja también se aprieta el cinturón para salir de la crisis

  • El plan de ajuste de El Suero pasa por recorte de sueldos, renegociación a la baja de los servicios externos y menor presencia del caballo cartujano en concursos de belleza

Las medidas de contención de gastos que el ejecutivo de Zapatero está llevando a cabo en los últimos meses para cuadrar las cuentas y arrojar credibilidad a los mercados exteriores las llevan aplicando en la Yeguada La Cartuja desde hace más de una temporada, en concreto desde que aterrizó en el sillón presidencial Sol Hernández Olmo hace más de un lustro.

El objetivo de la antigua inspectora de Hacienda es que el balance de las cuentas de la explotación ganadera sea, en el peor de los casos, de saldo cero. Y parece que, a veces a duras penas, lo consigue. Los ingresos que anualmente registra La Cartuja provienen de las visitas turísticas a las instalaciones ganaderas y al espectáculo ecuestre de los sábados, de las cubriciones de ganado privado, de la explotación agrícola y, en menor medida, de la venta de animales excedente de plantilla. El caso es que la mayoría de las fuentes de ingresos se han visto duramente afectadas desde que la crisis económica se ha recrudecido, por lo que no ha quedado más opción que abrir la tijera en La Cartuja. "Economía de guerra", la llaman en la Yeguada.

Las visitas han descendido en este último año, un descenso motivado en parte por una menor afluencia de turismo a nuestro país. Con todo, el espectáculo de los sábados se ha mantenido en cartel durante toda la temporada pasada. En segundo lugar, la demanda de semen del ganado cartujano, tan valorado entre la cabaña nacional e internacional, también se ha visto duramente afectada, pues hay que decir que en tiempos de crisis el ganadero particular no amplía su plantilla equina para no elevar los costes de mantenimiento. En este sentido hay que señalar que hay ganaderías que necesitan refrescar la sangre con ganado exterior, por lo que es más o menos obligado acudir a las reservas públicas o privadas en busca de semen que devuelva o mantenga la calidad genética. "Esto es lo que nos está salvando y lo que siempre ha sido nuestra clientela fija, un ingreso fijo. Para eso estamos, para dar un servicio al ganadero y para mantener una estirpe", han reconocido ayer fuentes de La Cartuja.

Por otro lado, la explotación agrícola de El Suero, donde pastan las yeguas del hierro cartujano, es otra de las fuentes de ingresos de la finca estatal, a pesar de que sus frutos no sirven para autoabastecer las necesidades vitales del ganado caballar. "El heno que producimos aquí se vende porque nosotros no lo consumimos. El ganado de La Cartuja consume hierba fresca del norte, que es de mejor calidad que la del sur".

Por último, la venta de animales excedente de plantilla se ha traducido esta temporada en liquidez para los gestores de la explotación. A pesar de que este año que se despide ha sido uno de los más negros para el mercado del caballo de Pura Raza Española, que está alcanzando las cifras más bajas de su historia reciente, la Yeguada de La Cartuja puede presumir de mantener al alza el valor de sus animales. "Este no ha sido un año fantástico pero no nos ha ido nada mal con la subasta y la venta de animales", han apuntado estas mismas fuentes de El Suero. Esto significa que el caballo español de buenos apellidos, de nobleza equina, sigue indiscutiblemente valorado dentro y fuera de nuestras fronteras. "Hace pocos días hemos vendido un potro cartujano a México y lo han pagado muy bien, así que no son malas noticias".

Las cuentas de la Yeguada son claras: si los ingresos bajan, los gastos también. En La Cartuja a esto le llaman "economía de guerra" y en realidad es un plan de ajuste que lleva aplicándose más de una temporada. En total, La Cartuja ha reducido hasta un 15 por ciento el epígrafe de gastos anuales de la Yeguada, siguiendo claro está pautas generales de la dirección de Expasa, la empresa pública que explota la finca El Suero. La participación del ganado cartujano en concursos y muestras morfológicas ha descendido notablemente en este último año y los sueldos de los trabajadores se han congelado y, en algunos casos, reducido. Pero hay más; La Cartuja ha renegociado a la baja este año todos sus servicios exteriores, como la telefonía, la limpieza e incluso la publicidad. Todo ello con el único objetivo de reducir gastos para que sus cuentas sigan siendo positivas.

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