La lucha policial contra el tráfico de drogas tuvo un momento de especial preocupación por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad al detectar una importante irrupción de clanes de narcotraficantes de origen colombiano operando en la ciudad, grupos especializado en la cocaína y sumamente violentos, según destacó el Cuerpo Nacional de Policía en el año 2007.

La aparición de estos fue de forma paulatina durante varios años, estableciendo los clanes vínculos con conocidas redes familiares locales bien identificadas por la policía por ser habituales en el narcotráfico. Esta realidad se fue constatando en las detenciones que se practicaban por delitos contra la salud pública, por tráfico de drogas, en varios meses de personas de esta nacionalidad.

Los agentes antidroga comentaron a este medio que las detenciones debían de echar mano de sus armas dada la peligrosidad de algunos individuos aunque no tuvieron que usarla más allá de la intimidación. “Han abierto oficina en Jerez”, así se expresaba un agente para sentenciar que los narcos colombianos se estaban asentando en Jerez.

Y es que la ciudad se consideraba como centro de distribución para la bahía y algunas localidades de la provincia de Sevilla para estos delincuentes.

A lo largo del año 2017 se aprehendieron unos 17 kilogramos de cocaína en diferentes redadas y acciones policiales, “una cantidad impensable hace cinco años”, matizó un agente antidroga. La última operación, denominada Mercedes, a la que corresponde la imagen superior, consiguió desbaratar un rentable ‘negocio’ de 500.000 euros en cocaína.

Ante esta evidencia, la Comisaría jerezana puso en marcha una acción especial contra estos clanes.

Instante en el que se izaba en nuevo chapitel de la torre.