Para no perdérselos

Clásicos, modernos, ediciones imprescindibles

A pesar de la crisis, el panorama de la Literatura Infantil y Juvenil no deja de darnos muy gratas sorpresas con reediciones de clásicos muy necesarias y con novedades singulares en el fondo y en la forma.

En esta última página del curso, se nos han agolpado las reseñas pendientes y habría premios que comentar, otorgados y convocatorias, menciones a nuevas editoriales, una novela juvenil hecha aquí mismo en Jerez que dará que hablar, alguna sorpresa del Salón del Cómic,… tanto, que solo nos podemos quedar con lo que aquí nos quepa. Por ello empezamos ya y el resto para otra ocasión.

Kalandraka, la editorial gallega, tiene una serie de títulos que son recuperaciones de obras que estaban descatalogadas en las editoriales que primero lo publicaron. A las joyas de Janosch o Ungerer se nos unen ahora las de Maurice Sendak, con dos títulos magníficos. Por un lado “Donde viven los monstruos”, donde Max es castigado a irse a su habitación sin cenar por contestar a su madre. Lejos de preocuparse por ello, el niño viaja (¿en sueños, por su imaginación, de “verdad”?) a una isla con monstruos haciéndose el rey de los mismos, pero volviendo a su habitación cuando ya se aburre. Allí encuentra que su madre le ha llevado una sopa para cenar. Si el contenido fue criticado por algunos como poco ejemplarizante, la factura plástica es un hito en la historia de la ilustración y el libro se hace imprescindible en cualquier biblioteca.

Pero si la historia de Max fue polémica a la vez que premiada y ensalzada, el otro libro que Kalandraka recupera, “La cocina de noche”, no se queda corto en los mismos términos: un ingenuo (¿?) cuento infantil resultado de un sueño nocturno de un niño, en el que aparecen muchas referencias simbólicas (así como el propio niño dibujado desnudo) que escandalizaron a un sector pero que, superadas esas trabas, lo han convertido en un clásico mágico de la LIJ.

De Sendak decía la crítica especializada que era “uno de los hombres más influyentes de los Estados Unidos, porque darle forma a la fantasía de millones de niños es una terrible responsabilidad”.

No podemos dejar atrás la edición de “Platero y yo”, con ilustraciones de Thomas Docherty, que publica Anaya por el centenario de la aparición de esta obra. No ha habido mucho más ya que está reciente la celebración del cincuentenario del fallecimiento del autor, Juan Ramón Jiménez.

Otro clásico sin desperdicio nos lo ofrece también Anaya en su colección Relatos ilustrados, con “Hänsel y Gretel” en una cuidadísima edición que cuenta con las ilustraciones de Beatriz Martín Vidal, que no solo acompañan al texto sino que lo interpreta y lleva a una atmósfera mágica  sin precedentes, ampliando con mucho lo que cuenta la historia.

Y solo nos queda un poco de espacio para comentar otra novedad, que viene al hilo de las celebraciones, y que trata de los últimos años del Greco, dado que se conmemora el cuarto centenario de su muerte. “La Perla del Greco” está escrito por Lucía G. Piquín e ilustrado por Goyo Rodríguez, en Anaya en su colección “Mi primer libro”, donde también es novedad un título dedicado a Picasso. 

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