Jerez

La Cocina de la Esperanza, referente asistencial para toda España

  • Cuando cumple dos años de su puesta en marcha, la idea se expone como ejemplo de innovación para Cáritas en materia asistencial.

Lo que fue la obra social que se desarrolló con motivo de la coronación de La Esperanza, la Cocina Autogestionada, da un paso importante como referente a escala nacional. Esta iniciativa será expuesta como ejemplo innovador y original en las prácticas de apoyo a los más necesitados, ya que será presentada en Madrid en el Encuentro Confederal de Acogida y Acompañamiento en las Cáritas Parroquiales. El director de Cáritas Parroquial de Madre de Dios y hermano de la cofradía impulsora del proyecto será el encargado de exponer todo lo concerniente a la Cocina Autogestionada Esperanza de la Yedra. El hermano mayor, Ildefonso Roldán, manifiesta que "nos llenamos de orgullo y satisfacción de ver cumplido un sueño que comenzó a fraguarse allá por el año 2011, pero además la alegría es inmensa cuando este proyecto va ser presentado a nivel nacional como ejemplo de innovación y originalidad". La idea se fraguó en torno a la coronación de La Esperanza. La hermandad tuvo claro que este acontecimiento debía tener una consecuencia caritativa que perdurara en el tiempo. Así, de la mano de Cáritas, se ideó esta experiencia que sigue funcionando: "son ya dos años los que se cumplen desde la puesta en marcha de un proyecto innovador y altamente social, en el que tanto nuestra Hermandad de la Yedra junto a Cáritas Parroquial de Madre de Dios, nos unimos en un solo ser con el propósito de llevar esta obra social", subraya el hermano mayor.

Diariamente se proporciona más de medio centenar de comidas a familias necesitadas que salen de las instalaciones situadas en la calle Tío Juane. Estos alimentos son elaborados por los mismos beneficiarios, con lo que se consigue no sólo proporcionar comida elaborada sino también formación e implicación en el proyecto. La hermandad de la Yedra asumió los costes de montaje de la infraestructura necesaria para equipar el local. Esto supuso destinar unos 35.000 euros para esta acción en la que las personas necesitadas son partícipes de la acción. A través de cursos formativos de alimentos, de manipulación y cocina han podido formarse para trabajar en su propio beneficio lo que implica aumentar su autoestima. Mediante turnos rotatorios, cocinan para las demás familias beneficiándose del menú diario, un menú confeccionado y estudiado por la dirección del centro. Tras dos años de funcionamiento, ahora la ayuda y generosidad de voluntarios y empresas fortalece una acción sólida y sumamente novedosa.

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