La Junta de Gobierno Local aprobó ayer el proyecto de demolición de dos bloques de nichos en el cementerio Nuestra Señora de la Merced, una actuación que supone la segunda fase de las obras de remodelación del cementerio y que está enmarcada en el convenio suscrito con el Ministerio de Agricultura el pasado año y que está llevando a cabo la empresa estatal Tragsa.

La actuación, que cuenta con un presupuesto de 21.390 euros, consiste en la demolición de dos bloques de nichos con una antigüedad de más de 40 años, que presentan riesgo de desprendimiento y se encuentran en mal estado de conservación. El pasado verano concluyó la primera fase de esta remodelación del cementerio, que consistieron en la construcción de 420 nichos de sepultura divididos en dos bloques de 210 cada uno.

La concejala de Infraestructuras, María José Rúa, explicó que "se pueden acometer la demolición de estos bloques que se encuentran en muy mal estado una vez que hemos alcanzado un acuerdo con las familias para poder proceder al traslado de los restos a los nichos de nueva construcción". Esta intervención se une a las labores habituales de mantenimiento del camposanto "que son necesarias en este espacio para que los jerezanos que vistan estas instalaciones se las encuentran siempre en buen estado de conservación y mantenimiento", agregó en un comunicado. Rúa dijo además: "Somos conscientes de que son numerosas las personas que visitan a diario el cementerio por lo que seguiremos trabajando para que esté todo en las mejores condiciones posibles".

Además de estas obras, Tragsa ha realizado en el cementerio el reasfaltado de los accesos a las instalaciones. Mientras, por parte del Ayuntamiento se ha llevado a cabo el repintado interior de las instalaciones y el mantenimiento diario de las mismas. Igualmente, a cargo del Plan Profea, que gestiona la Diputación Provincial de Cádiz, se ha procedido a la pintura exterior de la fachada así como de las rejas de la entrada y el repaso de las cornisas deterioradas de varios bloques.