Comportamientos psicóticos

Reflexiones sobre psicología

Son muchas las alteraciones que facilitan el desarrollo de sintomatologías

24 de febrero 2009 - 01:00

Son muchas las alteraciones que pueden facilitar el desarrollo de sintomatología psicótica, entre ellas la esquizofrenia, el trastorno esquizofreniforme, el trastorno delirante o distintas enfermedades médicas y adicciones a sustancias tóxicas. Generalmente se entiende por síntomas psicóticos, los relacionados con las ideas delirantes y las alucinaciones. Las ideas delirantes son aquellas ideas que se creen firmemente por su sola ocurrencia, algunas de las más frecuentes son creer que existen conspiraciones en torno a uno mismo o los delirios místicos de considerarse a sí mismo un salvador del mundo. Las alucinaciones pueden ser tanto auditivas como visuales u olfativas, como por ejemplo tener presente un determinado olor que no existe, ver personas que no están o escuchar voces como si fueran reales. Junto a este grupo de síntomas suele estar presente otro grupo sintomatológico que tiene más que ver con las habilidades o aptitudes cognitivas, por ejemplo la manifestación de un lenguaje desorganizado, pobre y poco fluido, la escasa o nula capacidad de planificación que conlleva la manifestación de un comportamiento altamente desestructurado y una metodología de toma de decisiones prácticamente inexistente. Claro, con este amplio abanico de síntomas resulta imposible desarrollar un adecuado funcionamiento a cualquier nivel, ya sea personal, social, familiar o académico.

Hasta hace unos años el tratamiento de este tipo de psicopatologías estaba limitado exclusivamente a la psicofarmacología. Afortunadamente, la investigación confirma cada vez con menor género de duda, cómo las intervenciones tempranas permiten una mejor evolución del paciente en todos los ámbitos de su vida diaria. Autores como Birchwood y Terrier publicaron en Inglaterra hace ya más de veinte años sus primeros estudios al respecto. Hoy en día Estados Unidos, Cánada, Australia o Inglaterra poseen programas de intervención dirigidos al tratamiento e intervención psicológica en este tipo de alteraciones. Los avances en las técnicas de neuroimagen han permitido afirmar que los déficits cognitivos son una parte intrínseca de la enfermedad y no una consecuencia de ésta, de hecho las investigaciones están ayudando a entender cómo las alteraciones en las funciones cognitivas o intelectuales podrían evolucionar hacia la aparición de síntomas tales como las alucinaciones, los delirios o los trastornos del pensamiento. Son tres las alteraciones intelectuales implicadas por el momento: memoria, funciones ejecutivas (regulan la planificación y la organización básicamente) y la atención.

Uno de los programas que está mostrando resultados importantes, mayores cuanto más precoz es la intervención, es el creado por Roder, Brenner, Hotel y Kienzle en 1995 y está formado por varios módulos: Estimulación de las habilidades cognitivas, poniendo especial énfasis en las habilidades de atención, memoria y habilidades ejecutivas. Adecuación de la percepción social o la interpretación de los acontecimientos de la vida social. Habilidades de comunicación y organización del lenguaje. Habilidades sociales y competencia social. Mejora de las habilidades de resolución de problemas.

Por tanto, la detección temprana de la enfermedad y una intervención rápida va a condicionar, si no a determinar la evolución de dicha enfermedad, permitiendo de esta forma que las alteraciones no evolucionen a niveles de incapacidad o dependencia de estas personas.

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