La junta de gobierno local aprobó ayer la concesión de la licencia para el inicio de las obras de reforma de la Torre Tío Pepe del circuito de velocidad. Se ha dado autorización así a la primera de las tres fases en las que se ejecutará este proyecto que tiene un presupuesto total que rondará los 325.000 euros. En esta intervención inicial se procederá al refuerzo de la estructura de esta vieja vigía que se construyó en 1985 en paralelo a las obras del trazado. La torre no tiene graves problemas estructurales pero sí requiere de una serie de intervenciones puntuales por un importe de unos 20.000 euros, según lo apuntado ayer por el delegado de Economía y vicepresidente de Cirjesa, Santiago Galván. En fases posteriores se procederá al arreglo interior de las plantas y, finalmente, a la instalación de la estructura exterior que le dará una nueva imagen.

Como se recordará, el proyecto arquitectónico fue elegido mediante un concurso de ideas y posterior votación popular convocado por la empresa pública que gestiona el trazado y la firma bodeguera González Byass. La propuesta ganadora, denominada Xerez-Jerez-Sherry y elaborada por los arquitectos Tomás Osborne Ruiz y Carlos Oliva Garrido, plantea la instalación de una estructura envolvente con paneles de vidrio de tonalidades que recuerdan a los distintos tipos de vinos jerezanos. En su cúspide se mantendrá la característica botella de Tío Pepe ya que la firma bodeguera mantiene el acuerdo de patrocinio de esta vigía del trazado.

La Torre Tío Pepe se construyó a la vez que el circuito hace más de tres décadas. Tiene una altura de 22 metros, aunque hay que sumarle la botella Tío Pepe que la corona desde su construcción. Cuenta con cuatro plantas mirador (tres de ellas cubiertas), donde la superior es de mayor superficie (unos 75 metros cuadrados). Esta mole de hormigón y acero se erigió sobre un montículo situado a unos 60 metros sobre el nivel del mar. Su situación céntrica en el recinto permite una visión casi total del trazado y es un balcón privilegiado para la curva Ducados (la última del trazado), la recta de meta y la parabólica Sito Pons con la posterior recta que enlaza con la Dry Sack. Además de servir para el control de carreras y de zona de telecomunicaciones, sus plantas se han destinado a ser miradores VIP cedidos a los patrocinadores durante los grandes eventos celebrados en las instalaciones. No obstante, su uso comenzó a decaer a principios de la pasada década cuando se reformó la zona de boxes y se construyeron las actuales mezzaninas de la recta de meta y el 'ovni' mirador de la recta de meta.