La Concepción exalta por Las Viñas 50 años de devoción

Ayer salió en procesión por su barrio la imagen titular de la hermandad de La Exaltación con motivo de cumplirse las bodas de oro de su bendición

Multitud de personas se congregaron en la salida de la Virgen, ayer en Las Viñas.
Multitud de personas se congregaron en la salida de la Virgen, ayer en Las Viñas.
Francisco Abuín / Jerez

05 de julio 2009 - 01:00

En cierto modo fue como cumplir con una deuda pendiente con el barrio que ha visto nacer y evolucionar a esta hermandad que siempre ha tenido como santo y seña a Las Viñas. La cofradía del Viernes Santo aprovechó la celebración de su cincuentenario fundacional para acercarse a su entorno, afianzando los lazos que le unen a su 'parroquia', los mimos que hicieron posible hace medio siglo la creación de la cofradía. Este es el criterio que está marcando las celebraciones previstas para este 2009 por parte de la corporación: Las Viñas como objetivo primordial, sin mirar más allá de los limites de ese núcleo tan popular y populoso de la ciudad. Hace cinco años que fue la coronación canónica de María Santísima de la Concepción. En aquel 8 de diciembre la imagen recibió la corona de oro que simbolizó ese nuevo rango canónico concedido por la Iglesia a la imagen. El regreso a su barrio fue demasiado tarde y ayer fue el barrio el 'centro' de todo lo que sucedió en cofrade. Por y para el barrio sin las prisas del Viernes Santo. Primero con una singular misa de campaña entre los bloques de viviendas, la mejor estampa que retrató el objetivo de la salida procesional. Después, el paseo de la Dolorosa por su barrio que fue intenso. El calor también fue intenso como cabía esperar en un 4 de julio. Lo contrario sí que habría sido más que extraño. La música cofrade fue el ingrediente sonoro que puso la nota más cofrade entorno a un acontecimiento que sin duda alguna forma parte de la historia de la hermandad y sobre todo de la historia de la misma cofradía en su relación con el barrio. Sonó muy bien la banda Virgen del Castillo de Lebrija, que también saca el Desconsuelo, la cual ya ha sido cerrada su contratación por la junta de gobierno para el Viernes Santo de 2010 en sustitución de la de Huévar. El cortejo no fue lo amplio que merecía la ocasión pero al menos un centenar de hermanos y hermanas formaron la fila que precedió al paso de palio de la Virgen que fue como en su salida en Semana Santa pero con matices diferentes como la decoración floral compuesta por rosas blancas, nardos y plisiamtun blanco. La Concepción estrenó saya y fue vestida de tonos dorados, tal y como se vio en los cultos previos, y luciendo un broche obsequio del grupo joven.

El itinerario elegido por la hermandad eligió a Las viñas y el Pelirón como ejes centrales del tránsito, especialmente el último barrio donde fue muy emotiva y más que merecida la visita realizada al domicilio donde vivió Felipe morales Avelino, hombre clave en la fundación de la hermandad y cofrade entregado a su devoción por La Concepción, a la que tuvo en su casa, además de haber atesorado una enorme experiencia en la Unión de Hermandades a la que perteneció durante varios mandatos. Hombre bueno y cofrade ejemplar de los que ya no hay. En su recuerdo la Virgen llegó hasta las mismas puertas de la que fue su casa. También fue la ocasión más propicia para recodar el Manolo Prieto que de sus manos salió la talla que hoy se venera bajo la advocación concepcionista. Fue la primera que creó siendo muy joven y ayer habría sido un hombre muy feliz viendo como su obra pervive en la fe humilde pero firme de muchos. Hubo alfombras de flores instaladas por el grupo joven de la cofradía, las cuales se unieron a multitud de detalles que se pudieron ver en la tarde y noche de ayer en Las viñas, un barrio que se vistió literalmente de fiesta para recibir a la Virgen en sus calles con ventanas y balcones adornados, y muchos ancianos que probablemente hacían años que no veían en vivo a la imagen. Seguramente que fue así por la evidencia de los rostros emocionados.

Queda mucho por delante en estas celebraciones ya que a las bodas de oro de la bendición de María Santísima de la Concepción, que fue el objetivo de la procesión extraordinaria de ayer, también se unen otras efemérides como los 50 años de la sacramental que se conmemorará en septiembre, el lustro de la coronación canónica que se cumple en diciembre, el medio siglo que cumple la hermandad y un evento que está a priori descartado pero en el que la hermandad sigue insistiendo, la visita de la Patrona recordando la que se efectuó a Las Viñas en remembranza de las procesiones misionales.

Por encima de los gesto públicos, en estas celebraciones prevalece el impulso de una hermandad que sigue dando pasos en firme afianzando su identidad, la misma de siempre pero con conceptos y criterios más sólidos que dan un marchamo de seriedad y de saber los que se hace por parte de los que ahora están al frente de la cofradía. No cabe duda que lo vivido ayer deja atrás esa impresión de que esta corporación emula al Guadiana con apariciones y desapariciones en su trayecto histórico, claros y oscuros que hoy por hoy parecen que forman parte del pasado.

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