El pasado jueves, a las doce de la noche, entró en vigor el nuevo decreto de la Junta con el que se intenta frenar la curva de contagios por Covid-19, especialmente en las zonas con mayor número de casos. Desde entonces, al toque de queda estipulado de once de la noche a seis de la mañana se ha unido también el cierre perimetral de Jerez hasta, al menos, el próximo 9 de noviembre.

A estas dos medidas se han unido otras incluidas en el decreto andaluz. Así, el Ayuntamiento de Jerez ha anunciado este pasado domingo que estaba procediendo al cierre de los 88 parques infantiles. Además, el teniente de alcaldesa José Antonio Díaz ha hecho un llamamiento “a la responsabilidad de los padres y madres de la ciudad para que se abstengan en el uso de estas áreas recreativas”.

Por su parte, el delegado de Seguridad y Movilidad, Rubén Pérez, ha dado a conocer también este domingo el balance de las primeras jornadas tras cierre perimetral de Jerez. En total, entre viernes y sábado, “se han controlado casi 2.000 vehículos y sólo se han propuesto 75 denuncias por incumplimiento del cierre perimetral”. Así, el edil ha hecho hincapié en destacar, “más allá de hechos totalmente puntuales, la responsabilidad de los jerezanos y, por supuesto, la buena labor y entrada de los cuerpos y fuerzas de seguridad”. 

Preocupación

A pesar de que el delegado de Seguridad ha mostrado su satisfacción por el alto grado de cumplimiento de las medidas, responsables sanitarios han censurado los comportamientos detectados en determinadas zonas de la ciudad. Así, mientras muchos jerezanos y establecimientos han cumplido con la normativa actual, otros han llamado la atención por las aglomeraciones y el poco uso de la mascarilla. Las imágenes más llamativas se han localizado especialmente en el centro de la ciudad tanto este sábado como el domingo. “Con conductas así esto se dispara”, han asegurado profesionales sanitarios a este medio.