Crónicas de una humilde parroquia
50 años de las Cáritas San Rafael desde el corazón del Chicle
Un total de 163 familias reciben ayuda en las Cáritas San Rafael, en el corazón de la zona Sur, cada mes se reparten 13.000 kilos de alimentos y en sus instalaciones se llevan a cabo diariamente siete talleres de promoción, todo ello gracias a un equipo de 36 voluntarios. Son las cifras de unas Cáritas parroquiales que hoy celebran su 50 aniversario y echan la vista atrás a décadas de dedicación a los necesitados de las barriadas más humildes de Jerez.
El documento más antiguo del que se tiene constancia de estas Cáritas data del 21 de noviembre de 1960. La parroquia de San Rafael se erige en mayo del 57, pero en aquellas fechas, el inicio de los sesenta, aún estaba en obras y no había oficios religiosos. El documento al que nos referimos está dirigido a unos misioneros de Madrid solicitándoles que visitarán "esta parroquia pobre y humilde". Eran de la Congregación de la Misión (los Padres Paúles), que acabaron quedándose en la parroquia. La Congregación se asienta en San Rafael con tres miembros, entre ellos el que sería su primer párroco, Rafael Hernández, y Lorenzo Elosegui, que recopiló durante mucho tiempo recortes de prensa y documentos que se conservan en los archivos parroquiales y sirven ahora para rastrear en la labor de aquellas incipientes Cáritas, nacidas de la inquietud por ayudar a estos barrios deprimidos de personas que vivían en otras zonas más pudientes de la ciudad.
Reza en estos documentos que la parroquia abarcaba en los años 60 cinco barrios de suburbios: Balneario, Estancia Barrera, Consolación, Cañada y Cuesta de San Telmo. Eran tiempos de la ayuda americana con ropa, pastas y leche y "dado el elevado número de familias necesitadas hubo que comprar una lavadora para hacer la leche más rápida y en grandes cantidades". En la parroquia, cuenta el actual responsable de las Cáritas, Francisco Holgado, se daba de desayunar a los niños y una barra de pan para que la llevasen a sus casas y también se les enseñaba a leer y escribir, porque el colegio San Vicente de Paúl empezó en instalaciones de la iglesia.
La parroquia llegó a organizar partidos benéficos entre árbitros y entrenadores y rifas para una tómbola que se situaba en la caseta 'La Pesca' en el Real de la Feria. Con reclamos como '¡Jerezano! ¿Simpatizas con nuestra obra social-catequista del Chicle?', la parroquia distribuía octavillas en las que animaba bien a participar en la tómbola o a enviar el donativo a San Rafael, aunque también se facilitaba un teléfono si el benefactor prefería que le recogiesen el donativo en el domicilio. Holgado menciona otro escrito que decía textualmente: "Los niños del Chicle le piden a Jesús que arregle las calles y ponga la luz", una llamada de atención, sin duda, a las deplorables condiciones en que se encontraba en aquellos años la barriada.
La historia de las Cáritas San Rafael está llena de efemérides recopiladas minuciosamente por el padre Elosegui. En 1965, se dan en el Chicle los primeros cursos de Promoción Profesional Obrera que el Ministerio de Trabajo oferta en Jerez y en los que mucho tuvo que ver las Cáritas. Con los años se construyó una nave barracón donde se impartieron cursos de encofradores, tuberos navales, fontanería, albañilería, electricista, radio y TV, pintura del automóvil y carpintería.
Cáritas San Rafael está también presente cuando en 1972 familias de El Portal tuvieron que huir de sus casas por las inundaciones. Veinte familias se alojaron en la capilla durante quince días y en el haber de esta obra social está además la labor que se realizó para que la Sierra de San Cristóbal tuviese escuela, luz y agua, cine durante la noche del sábado y una comunidad de religiosos y religiosas que atendían sus peticiones.
En aquellos primeros años, Cáritas San Rafael llegó a atender un dispensario y consultorio médico para El Portal, Portalillo y la Sierra de San Cristóbal, en los que pasaban consulta oculistas, dentistas y médicos de la Base de Rota y se distribuían medicamentos de forma gratuita.
Esta ingente labor se completaba con las colonias de verano, destinadas a aquellos niños que no conocían el mar, la sierra o una piscina y con la ayuda de la Caja de Ahorros se creo el llamado 'fondo social' para que familias en situaciones difíciles pudiesen acceder a préstamos de 25.000 pesetas con el aval de Cáritas.
Hay otras muchas curiosidades en esta historia de acción solidaria: Cáritas San Rafael contribuyó a la demolición del último barrio de suburbio que quedaba en la parroquia con 53 chabolas, y sus puertas estuvieron abiertas para 24 ancianos que dormían en la calle. La documentación que guarda el archivo parroquial recoge que al conocer la muerte de dos ancianos que estaban en la calle, los responsables de Cáritas de San Rafael recorrieron con un furgoneta los parques y calles de la ciudad recogiendo a todos los que dormían sin un techo.
La lista de logros de estas Cáritas es interminable, en una época en la que las puertas de la parroquia estaban abiertas sin ningún tipo de horario. Cincuenta años después se han producido cambios importantes. Holgado conoce bien la última etapa. "Yo creo que al principio las Cáritas eran más asistenciales, también había menos recursos y no existía la capacidad de reacción que hay ahora, cuando a través de los medios de comunicación lanzas un mensaje de alarma porque faltan alimentos y te llegan". Pero sí en algo incide Holgado es en el trabajo de promoción de las personas que ha incorporado las Cáritas. A finales de los 80 el Ministerio de Asuntos Sociales concede a Cáritas San Rafael el primer taller de promoción de la mujer que existía en la diócesis. "A partir de ahí, sin olvidar lo asistencial, nuestra apuesta ha sido la promoción. Don Rafael Bellido decía que para promocionar a la gente primero tenían que tener el estómago lleno. Estoy de acuerdo. Si una familia no tiene nada que llevar a la mesa no va a estar la mañana en un taller de prevención de drogas por ejemplo, pero si Cáritas te ayuda en lo asistencial, tú tienes que poner de tu parte para intentar salir de la situación".
Hace unos dos años la crisis golpeó de lleno a las barriadas más deprimidas de la ciudad. Cáritas San Rafael se resintió de la avalancha de familias que acudían a la parroquia a pedir ayuda. "Una época terrible", recuerda Holgado. En poco tiempo se multiplicaron las necesidades y se encontraron con más de 230 familias llamando a sus puertas y con el almacén de alimentos prácticamente vacío. Después de aquello y tras una respuesta solidaria inusitada, se empezó a revisar la documentación de todos los demandantes. "A los que empezaron a cobrar algún tipo de paga o salario social se les hizo ver que también tenían que ser solidarios con los que aún tenían menos y curiosamente la gente no se lo tomó mal, entendió que ahora les tocaba a otras familias con menos recursos". De aquella especie de 'criba' quedaron 163 familias, las más pobres entre los pobres.
Desde aquella respuesta de la sociedad jerezana a la llamada de auxilio que hacían las Cáritas San Rafael, en su almacén no han vuelto a faltar alimentos. "No hemos dejado de tener ayuda nunca venga de quien venga'. Su equipo de voluntarios se ha visto ampliado con una graduado social, una abogada, logopeda y sicóloga, profesionales necesarias para abordar otro tipo de demandas. "Nos hemos encontrado por ejemplo con el caso de una señora que llevaba siete años viuda, sola y que no había arreglado el cobro de la pensión de viudedad. También el acompañamiento es muy importante. A veces no es tanto la ayuda material terial, la gente necesita que se le escuche durante un rato, sentarse con ellos y que expresen lo que llevan dentro". Aunque principalmente la ayuda asistencial que se presta es la entrega de alimentos, alguna vez "de forma muy puntual", deja claro Holgado, se ha dado ayuda económica y también se han conseguido resolver problemas de desahucio "pero siempre con el compromiso de la persona a la que se le ayuda. Es decir, si nosotros colaboramos para que salde la deuda que tiene y pueda permanecer en su vivienda, hacemos luego un seguimiento para que las mensualidades se paguen. Ya le ayudaremos de la forma que sea, pero es necesario que esa familia sepa administrar lo que tiene, aunque sea poco. No dudamos de que quien viene a Cáritas quiere salir adelante, pero si le ayudamos también debe poner de su parte".
La inauguración hace dos años de un módulo social, que se construyó gracias a la colaboración de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración, significó un importante paso, que ha permitido por ejemplo que de lunes a viernes se lleven a cabo en las instalaciones siete talleres, en una clara apuesta por la promoción de las personas.
Para la campaña de Navidad se está editando un calendario benéfico a cargo de la asociación El Alcázar de la Policía Local, cuya recaudación se destinará a las familias sin recursos en unas fechas en las que también colaborará la asociación Santo Ángel de la Policía Nacional y el Banco de Alimentos.
Hoy Cáritas San Rafael celebra su medio siglo con una misa de acción de gracias, presidida por el obispo José Mazuelos, que tendrá lugar a las 11:30 horas y tras la eucaristía se descubrirá un azulejo conmemorativo del cincuentenario. Los jóvenes de la parroquia han organizado también un acto en el que con las manos entrelazadas abrazarán su iglesia.
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