Cuco, un bodeguero muy especial
VIDAS PERRAS
Fue recogido en la puerta de un colegio, después de vagar varios días por los alrededores Necesita una familia que le ofrezca un hogar
UN perro recogido en la puerta de un colegio, un perro que había vagado varios días por los alrededores de aquel colegio quizás con la esperanza de que algún niño convenciese a sus padres de recogerlo, con la esperanza al menos de conseguir comida de los restos de bocadillo que podían aparecer por allí. Aun siendo un perro de la calle (uno que, a pesar de tener dueño según algunos de los alumnos de aquel colegio, no había sido tratado con el respeto que cualquier animal merece), se portó maravillosamente cuando lo recogieron un día que diluviaba. Al principio un poco nervioso y algo escandaloso, pero seguía siendo un cachito de pan. Un perro que llegó a la boprotectora en los huesos y que ahora está demasiado bien alimentado. Un perro que desde el momento en que nació, probablemente no había recibido el trato que merecía pero que, a partir de ese momento tendría todo el cariño de los voluntarios. Pero también un perro que llegó con apenas un año de vida y ha alcanzado su vejez sin sentir lo que es el amor y la calidez de una familia, vivir en una casa. Siete años llevas en la protectora... y a pesar de que llegaste con una salud envidiable, los años no perdonan. Cuco, bodegueros como tú abundan, pero tú eres especial. Te encanta pasearte por aquel terreno que tan bien conoces ya. Exiges cariño como el que más. Adoras bañarte (en piscina, barreño, bañera de plástico... ¡donde sea!) y no le temes al agua, eres valiente... tan valiente que, si algo te asusta, no dudas en demostrar mediante tu característico ladrido que no piensas acobardarte. Adoras los colchones o cualquier superficie blanda en la que puedas tirarte y revolcarte, hacer la croqueta se te da de miedo. Eres pequeño, pero con aires de grandeza. Cuando meneas tu rabito casi inexistente, todo tu cuerpo se mueve con él. Tus orejas, increíblemente suaves, caen con gracia a los lados de tu cabeza y tu mirada desprende simpatía. Pero a tu mirada... tampoco los años la perdonan. Nuestro Cuco tiene un problema en los ojos. Un problema que el sol intenso y la tierra, que son compañeros eternos de nuestros perros durante el día, lo empeoran. Y a pesar de que los voluntarios hacemos todo lo que podemos y más, no es suficiente. Cada uno de los perros que tenemos merecen un hogar donde los cuiden y les brinden amor, pero ahora Cuco lo necesita más que ninguno. Ojalá alguien pueda ver en ti lo que vemos todos los que te conocemos y decida darte la oportunidad de cambiar tu vida a mejor, llevándote a su casa y dándote todo el amor que mereces.
VERÓNICA DÍAZ GARCÍA
(Voluntaria de No Me Abandones)
PARA ADOPTAR:
675 48 59 92/660 18 58 85/ 606 92 14 67
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