“Un accidente no merece tal nombre, pues es evitable al 99,9%”
Campus de Jerez | jornadas sobre marketing social y seguridad vial
Piedad Sánchez, jefa provincial de Tráfico, analiza en el Campus de Jerez la lucha de la DGT contra la siniestralidad
Jerez/Piedad Sánchez, jefa provincial de Tráfico, fue la encargada este lunes de abrir en el Campus de Jerez unas Jornadas sobre Marketing Social y Seguridad Vial en las que participa la Dirección General de Tráfico y el Departamento de Marketing y Comunicación junto a la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, así como Diario de Jerez. Junto a Piedad Sánchez estuvieron Antonio Granado, director del Centro de Gestión de Tráfico del Suroeste, así como el decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, Jesús Rodríguez Torreón, y el director del Departamento de Marketing y Comunicación de la UCA, Juan José Mier-Terán.
Piedad Sánchez narró a los alumnos la esencia de la actual conducción. “La necesidad de desplazarse es innata en el ser humano”. De ahí pasó a la invención de la rueda, los carruajes, los primeros coches, las primeras calzadas, las carreteras y así hasta llegar a los datos actuales: 47 millones de habitantes en España, 24,4 millones de conductores y 32,6 millones de vehículos. Un volumen impresionante que hay que gestionar de forma adecuada.
Piedad Sánchez señaló que la actividad humana está ligada hoy en día a numerosas circunstancias que suponen moverse, desplazarse... Así puso como ejemplo a la empresa ‘Amazon’. Evidentemente para que un producto llegue a nuestras manos es absolutamente necesario que el mismo viaje en manos humanas desde muy lejos, es decir, hay movimientos de vehículos, muchos de ellos por carretera.
“Los dos principales problemas que nos encontramos en la actualidad son la masificación de las vías y la siniestralidad”. Es algo preocupante dados los volúmenes expresados anteriormente. Según explicó, cuando los técnicos superiores de Tráfico desarrollan su trabajo siempre tienen en cuenta derechos fundamentales de las personas, tales como “el derecho a la vida”, es decir, nadie puede perder su existencia porque alguien incumple las normas y hace un mal uso de su vehículo y de las vías que se ponen a su disposición; de otro lado apuntó al “derecho a la libertad de desplazamiento”, la cual nos permite ser personas libres que pueden dirigirse, siguiendo las reglas, a donde les dicte su libre albedrío; y de otro lado, y no menos importante, “el derecho a desplazarnos pero respetando el medio ambiente”.
Las responsabilidades de la Administración pasan por ofrecerle al conductor todo aquello que necesita, un aspecto que expuso la jefa de Tráfico y en el que posteriormente profundizó Antonio Granado, el director del Centro de Gestión del Tráfico del Suroeste, zona sobre la que recae precisamente el control de Jerez. El Gobierno, a través del ministerio correspondiente, con el trabajo de las fuerzas del orden y la tarea de los técnicos de Tráfico, permite a los ciudadanos desplazarse libremente y con seguridad. El único factor que no pueden controlar es el comportamiento del ciudadano, en este caso del conductor.
“Los comportamientos negligentes son muchos”, dijo la jefa provincial de Tráfico. Se enumeraron muchos de ellos, tales como cambiar de emisora de radio, calmar a un niño que llora, beber, mirar mapas o conducir mientras una enfermedad, aunque sea leve (resfriado, alergia...) nos obliga a perder durante unos instantes el control de la maquinaria pesada que llevamos entre manos. Por encima de todos estos motivos, de forma muy superior en datos especialmente tristes, se encuentran tres: “Alcohol, drogas y teléfonos móviles al volante”. Estas tres negligencias se erigen en la actualidad en el caballo de batalla de los técnicos en Tráfico, “personas que seguimos persiguiendo el reto de los cero fallecidos en las carreteras”.
A este respecto aportaron datos escalofriantes: España padecía 2.288 fallecidos por accidentes de tráfico en 1960, cuando en el país apenas había coches. En 1989 se alcanzó la terrible cifra de 9.344 muertos, lo que hoy en día se puede considerar una absoluta locura. El ejercicio 2017 se cerró con 1.830 fallecidos. Tras ese dato, es evidente, hay un amplísimo trabajo de concienciación de los ciudadanos. Piedad Sánchez, con acierto, destacó que “a los accidentes de tráfico habría que cambiarles el nombre, porque la Real Academia los describe como siniestros que no pueden ser evitables y un accidente de tráfico es evitable en el 99,9% de los casos”.
Entre los vídeos que proyectaron, creados por alumnos universitarios, llamó la atención uno que, además, fue rodado fotograma a fotograma con pequeños ‘clicks’ de Playmobil. El muñeco protagonista responde a una llamada en el móvil y acaba arrollando a un peatón. El lema, acertado como pocos: “Antes que el motor enciende tu cerebro”.
“Hay datos que no son tolerables a estas alturas”
Antonio Granado, jefe del Centro de Gestión del Tráfico del Suroeste, aseguró ayer que hay comportamientos al volante que no son tolerables a estas alturas. Se refería a las campañas que se hacen de una semana para controlar el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil. “Esta media, el uso del cinturón de seguridad, se instauró en 1975. El año pasado, en una campaña de una semana, hubo 1.150 denuncias. No es tolerable”, destacó.
El encargado de abrir la jornada fue el director de Marketing y Comunicación de la UCA, Juan José Mier-Terán. Su mensaje fue claro: “La publicidad es lo más efectivo pero hay que incidir en otras vías de actuación para cambiar los comportamientos”.
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