El ex alcalde de Jerez Pedro Pacheco, que cumple una condena en la cárcel de Puerto III, ha obtenido una plaza para trabajar en la redacción de la revista que edita el centro carcelario, según fuentes penitenciarias, que lo han calificado como un trato privilegiado con respecto a otros reclusos del msimo centro penitenciario.

Las citadas fuentes han explicado que, además de esta plaza, Pedro Pacheco, que ingresó en prisión el pasado 24 de octubre para cumplir una condena de cinco años y medio de prisión, ha obtenido también autorización para acudir diariamente a la zona sociocultural de la prisión portuense.

Ello le permite poder estar diariamente en estas instalaciones de carácter lúdico, que disponen de biblioteca, sala informática, salón de actos para actividades teatrales, proyecciones de cine o actuaciones musicales.

Según las fuentes a las que ha tenido acceso la agencia Efe, la concesión de esta autorización a Pedro Pachyeco se ha realizado con una "celeridad inusual", cuando aún ni siquiera ha transcurrido el plazo de dos meses "de observación" que se exige para este tipo de autorizaciones, plazo que se cumple con todos los internos, para establecer su clasificación penitenciaria y su programa de tratamiento individualizado.

Las mismas fuentes han señalado que la prisión ha aceptado la solicitud de Pedro Pacheco de formar parte de la redacción de la revista trimestral Agora, sin que se hubiera hecho público para el resto de los internos que existía una vacante.

Ello, añaden, ha provocado el "desánimo y desazón" de varios reclusos que estaban en lista de espera y tenían más antigüedad y méritos que el ex alcalde para acceder a este puesto.

Al entrar a formar parte de la redacción, Pedro Pacheco puede permanecer en las dependencias reservadas a la revista junto a un pequeño grupo de presos que también forman parte de la redacción de la publicación, con la que el resto de los internos colabora desde sus respectivos módulos.

Las mismas fuentes han señalado que estos tratos de favor a Pedro Pacheco han contado con la oposición de los técnicos independientes, al entender que podría tratarse de un trato desigual entre los presos.