Jerez

Denuncian el abandono de los usuarios de un centro de rehabilitación de Jerez

  • Tres personas del centro privado Nuevo Ciclo han tenido que ser trasladadas al hospital y otras están siendo atendidas por personal del centro Mundo Nuevo, de El Puerto

Una quincena de usuarios del centro privado Nuevo Ciclo, dedicado a la rehabilitación para personas en riesgo de exclusión social y al cuidado de ancianos, ubicado en las afueras de Jerez, ha denunciado el estado de abandono y deterioro en que se encuentran las instalaciones.

Varias de estas personas han tenido que ser trasladadas a un hospital para recibir una atención sanitaria adecuada, tras una semana en la que se han visto desamparados por la dirección de este centro en pleno periodo navideño.

En declaraciones a Efe, José de los Ríos, director del Centro de Rehabilitación Mundo Nuevo, en la vecina localidad de El Puerto de Santa María, ha lamentado la falta de atención hacia los usuarios de este centro, "sin profesionales que se hicieran cargo de ellos", según ha subrayado.

Él, junto a varias trabajadoras de su centro, están atendiendo de manera temporal a estas personas, después de que uno de los usuarios de Jerez les llamase denunciando su situación y solicitando su ayuda.

Ellos le contaron que el director de las instalaciones jerezanas, Juan de Dios Frías, les había dado un ultimátum: elegir entre ser reubicados en otro centro de su propiedad o quedarse en la calle, "pese a haber pagado la mensualidad", ha señalado a Efe José de los Ríos, que desde hace cuatro días está asistiendo "como puede" a estas personas.

"Vinimos porque nos llamaron y seguimos aquí porque la Policía Nacional nos ha dado permiso para hacerlo, pero no deberíamos porque este centro es privado", ha puntualizado, argumentando que no podrían dejar "a su suerte" a estas personas "y menos en las fechas en las que estamos".

En diciembre de 2017 se inauguró en Jerez el centro Nuevo Ciclo, con habitaciones "totalmente equipadas" para 40 personas, cocina industrial, lavandería, aulas para talleres, biblioteca, gimnasio y piscina, como se reseña en la página web del centro.

Sin embargo, en un rápido vistazo por el interior del centro se advierte que las instalaciones padecen un estado de dejadez desde hace tiempo, con suciedad, basuras dentro y fuera del edificio y sin agua potable desde hace una semana.

"¿Cuántas noticias ha habido de residencias de ancianos donde sufren maltrato? Esto es lo peor de lo peor", ha advertido, asegurando que estos hechos ya han sido denunciados ante la Policía Nacional y el juzgado, que será el que determine el futuro de estas personas, que se niegan a abandonar el centro al haber abonado el pago del mes.

Ha explicado que, de las 16 personas que se encontraban en este centro -muchas de ellas imposibilitadas y con movilidad reducida-, tres han necesitado ser trasladados al hospital para recibir una atención sanitaria adecuada a sus dolencias.

"Cuando llegamos estaban sin comida, sin agua, sin luz y sin medicación", han contado a Efe Ana y Carmen, trabajadoras del centro de Rehabilitación Mundo Nuevo, que han acudido a auxiliar a estas personas.

Ambas han denunciado todas las deficiencias que presenta este centro, que hace cuatro años se vendía como un espacio perfectamente acondicionado y con presencia de un equipo terapéutico formado por Psicólogos Clínicos, Psicopedagogos, trabajadores sociales expertos en servicios de salud, equipo jurídico, educadores y voluntariado, como se reseña en su web.

"Aquí no había nadie, eran los propios usuarios quienes autogestionaban su estancia, limpieza de las instalaciones y comida. El director delegaba en unos pocos de ellos tareas como la medicación de quienes están aquí", han advertido ambas profesionales.

En la web del centro se definen como "una asociación de servicio social que basa sus servicios en la ayuda y apoyo a personas en riesgo de exclusión social", donde trabajan para "ayudar a la reinserción de personas sin techo, incapacitados para acceder al mercado de trabajo, inmigrantes irregulares, ancianos que viven solos, habitantes de zonas marginales, drogodependientes, víctimas de violencia de género, familias de las víctimas y cualquier persona que sufra una situación de desamparo".

Desde Efe se ha tratado de contactar con los responsables de este centro para personas en exclusión social para conocer su versión de los hechos, sin que haya sido posible.

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