Denuncian falsificaciones en el historial clínico de un paciente
Una madre lucha durante los últimos nueve meses para intentar esclarecer la muerte de su hijo de 26 años en el hospital de Jerez tras sufrir tres operaciones
Una madre, Pilar Ocón, lucha desde el pasado mes de diciembre para intentar esclarecer los motivos del fallecimiento de su único hijo después de tener que vivir una "odisea" de mes y medio ingresado en el centro hospitalario del SAS.
Todo comenzó el día 15 de noviembre de 2008. Damián, de 26 años de edad y marino de profesión, se siente indispuesto en la madrugada de ese sábado, lo achaca a una indigestión y opta por dirigirse a Urgencias del hospital. Tras ser atendido en ese área los médicos le dejan en observación y a mediodía del ese sábado le anuncian que tiene que ser intervenido quirúrgicamente de bridas. "Los médicos le dicen que se puede esperar, pero que ya que se puede hacer ese mismo día, para qué aplazarlo", explica su madre, Pilar.
Damián telefonea a sus padres, que en esos momentos regresaban de un viaje, y les informa de que tiene que ser operado en cuestión de horas. Nadie se explica los motivos de tanta urgencia para que fuera a quirófano, pero lo cierto es que cuando los padres llegaron al hospital Damián entraba en el quirófano. Tras la operación, "el doctor Vallejo nos explica a los padres que no había nada que motivara la obstrucción intestinal" de su hijo, afirma la madre.
"Los médicos nos dicen que es una operación sencilla, de tal manera que dos días después ya podría estar en su casa y comiendo con toda normalidad", señala la madre, pero la realidad es bien distinta. Damián comienza a sufrir fuertes dolores en al zona intervenida, hasta el punto que en el hospital "deciden administrarle morfina y le dan una serie de calmantes que apenas consiguen mitigar ese dolor".
Lo que en principio era sólo unas horas de postoperatorio se convierte en doce días ingresado, y tras esos doce días "los propios enfermeros de la planta nos decían que esto no era normal y que algo tendrían que hacer los médicos con nuestro hijo", explica Pilar.
Los padres reclaman solución y se opta por hacerle un TAC a Damián, y nada más abandonar la sala "nos dicen que se lo llevan a quirófano de nuevo y que no hay margen de espera; que si esperamos, algo muy grave le puede pasar a nuestro hijo".
En la segunda operación -siempre según las explicaciones de la madre- a Damián le extraen el intestino delgado en una intervención que se prolongó durante cuatro horas. "Durante la operación, quedó olvidado material quirúrgico dentro de mi hijo", afirma la madre.
Tras mes y medio ingresado, se opta por una tercera operación, "de la que mi hijo no salió, se murió allí desangrado", explica la madre.
A partir de ahí sus progenitores inician una "batalla constante para lograr que alguien nos explique qué ha sucedido", señala Pilar Ocón. Piden el historial clínico de Damián "y nos entregan unos folios con manchones negros, totalmente ilegibles y con los nombres de los médicos que le atendieron en algunos casos tachados", asegura Pilar. La madre le dijo a la directora-gerente del hospital, María Fernanda Raposo, que "con que me contara la verdad me conformaba, que sólo me dijera verbalmente dónde había estado el error, y ella me insistió en que no hubo error alguno".
La familia asegura tener en su poder un documento que admite la existencia de un "cuerpo extraño" en el paciente, "pero curiosamente ese documento no lleva firma alguna, no compromete a nadie", asegura Pilar, quien además tiene también en su poder "el papel que mi hijo firmó para autorizar la segunda intervención y está en blanco, es decir, no dice el motivo por el que tiene que ser operado, y aparece firmado por el doctor Morgado".
La madres pide amparo al Colegio Oficial de Médicos de Cádiz, entonces presidido por el doctor Miguel Morgado, que llegó al cargo en junio de 2008 tras la dimisión de Ricardo Miranda. Ponen el caso en conocimiento de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos y pide la intermediación de este organismo "para aclarar la muerte de mi hijo". Sin embargo, asegura la madre de Damián que "desde el Colegio de Médicos no hacen nada y la conclusión que saco es que hay un claro encubrimiento para que lo que ha pasado con mi hijo nunca se sepa, y se niegan a condenar la historia clínica falsificada que me entregó la señora Raposo".
El caso está denunciado ante los tribunales en vía penal y la madre asegura que "el actual director-gerente del hospital -Manuel Herrera- ha entregado al juzgado el historial clínico de mi hijo falsificado, y don Manuel Ramos, el director médico, ha entregado al tribunal la identificación de sólo algunos de los médicos intervinientes, no de todos".
"Si no tuvieran nada que ocultar no tendrían por qué haber entregado esos documentos, muchos de ellos falsificados y otros con manchas de tinta que ocupan casi todo el folio y en los que es imposible leer su contenido, incurriendo con ello en fraude al deber de información, al que están obligados los médicos", concluye la madre.
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