medio ambiente Un peligro para el Guadalete

Descartan la voladura del peñasco situado sobre la finca 'Salto al Cielo'

  • Estudios de la Agencia Andaluza del Agua y de ingenieros de minas consideran que supondría un riesgo para los trabajadores · La solución definitiva está en ensanchar el cauce del Guadalete 15 ó 20 metros para evitar que tapone el río cuando caiga

Fue en marzo del pasado año, tras el temporal de lluvia que afectó a la zona rural, cuando se detectó el problema. Una enorme grieta se había formado en un peñasco situado sobre la finca 'Salto al Cielo', entre Cuartillos y San Isidro del Guadalete, y amenazaba -y de hecho sigue amenazando- con precipitarse sobre el río Guadalete, que pasa justo por debajo.

Si bien en un principio se habló de proceder a su voladura controlada, los últimos estudios llevados a cabo por la Agencia Andaluza del Agua y los informes elaborados por una empresa de Ingeniería de Minas han concluido que actuar sobre el peñasco sería más peligroso que no hacerlo.

Según estos informes, el talud del 'Salto al Cielo' forma un paisaje singular, que se encuentra en menos de diez casos más en la campiña jerezana. La situación de parte de este talud de entre 60 y 70 metros y unos 60 de alto es inestable, pero no es posible prever cuándo caerá. La grieta, que forma una cuña, se ha producido debido la naturaleza del terreno (formado por arcillas abigarradas y yesos), por efecto de las filtraciones de agua y la erosión del río. La cuña tiene entre tres y cinco metros de ancho, 20 de longitud y 60 de alto.

El desprendimiento de la parte de la ladera que está parcialmente desgajada haría que entre 7.000 y 12.000 metros cúbicos de tierra cayeran sobre el cauce del Guadalete, que en ese punto describe un meandro de casi 90º. La consecuencia directa sería que el río se 'saldría' de su cauce natural, pero sin que este desbordamiento afectara, según los cálculos realizados, a personas o viviendas, sólo terreno de cultivo.

Por lo tanto, y una vez analizadas las posibles intervenciones en la ladera -su voladura e incluso practicarle un recorte brusco-, los técnicos han llegado a la conclusión que éstas serían desaconsejables debido a las condiciones del terreno ya que podrían poner en riesgo a los trabajadores. Es más. Consideran que se crearía un peligro sobre vidas humanas que no existe actualmente. Además, sería muy probable que una intervención en la parte que corre el riesgo de caer afectara negativamente al resto de la ladera.

En esta tesitura, la solución en la que se trabaja actualmente pasa por dejar que la naturaleza siga su curso con respecto al talud y preparar el terreno para el momento en el que se produzca el desprendimiento. La actuación que se acometerá simplemente dejará el cauce del río tal y como lo hubiera hecho la naturaleza tras caer el peñasco con el paso del tiempo, es decir, se acelerará la acción natural del río.

La idea que han estudiado los técnicos es hacer más ancho (unos 15 ó 20 metros) el cauce a lo largo de un mínimo de 250 metros respetando en todo lo posible la vegetación de la ribera, que quedaría formando una isleta en el centro. Esta isleta no sólo permitiría respetar la vegetación, sino que también tendría un efecto barrera si se produjera el desprendimiento, protegiendo el nuevo cauce. El objetivo de la actuación es que, si el peñasco cae, el agua tenga un camino para discurrir y no se produzca ninguna inundación.

Si no se actuara y el talud cayera, el Guadalete acabaría haciendo lo mismo que se proyecta, aunque con el paso de los años: la zona se inundaría y el agua buscaría su camino, horadando un nuevo cauce en el terreno junto al actual.

La solución que se va a adoptar, además, actúa sobre un punto que se considera crítico en el río. Mejorará la capacidad del cauce, lo que permitirá una mejor respuesta ante avenidas y, por lo tanto, menos inundaciones. Concretamente, mejoraría la situación de la carretera de la Ina. Además, la duplicación del cauce reducirá la erosión provocada por el río en la ladera.

Una vez analizada la situación, y llegados a esta solución, el siguiente paso consistirá en realizar la tramitación administrativa precisa para llevar a cabo la actuación, con la redacción de un proyecto, tras lo que se emprenderán los trabajos por un importe que se estiman entre los 150.000 y 200.000 euros

El informe realizado por la Agencia Andaluza del Agua con estas conclusiones será trasladado a la comisión de coordinación y seguimiento en la que están implicados todos los organismos competentes en el tema (Gobernación, 112, Ayuntamiento...).

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