Día sin tabaco

NO me gustan los Días. De tanto celebrarse el Día de tal o cual, desde el dedicado al camaleón como el Día de la solidaridad con el Polo Norte, creo que se han quedado con poca credibilidad. Pero el Día de hoy -que se consagra al tabaco o, mejor expresado, a cómo dejarlo- quiero tomármelo en serio: desde luego sospecho que hoy mismamente no voy a dejar de fumar, pero sí me gustaría en verano intentar una pausa como mínimo. Mi amigo Filis me compara con las chimeneas de Vicasa, ésas que dejaron de fumar hace tiempo mientras yo sigo enriqueciendo a los productores americanos -qué curioso: allí en los EEUU hay territorios en que no puedes fumar ni en la calle, pero bien que lo venden al resto-. Eso sí, además de mi voluntad (que no suele ser mucha) me gustaría que la Seguridad Social me diera alguna pastillita, chicle, acupuntura o artificio equivalente para dejar de ser una chimenea. Pienso que lo merezco después de lo que he gastado.