Diagnosticado con 48 años: "Párkinson es una palabra muy fuerte"
Día Mundial del Párkinson
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Lo que más echa de menos es trabajar. En los últimos años de su vida laboral, Antonio Salas (Jerez, 1966) fue conductor de camiones y autocares. Lo fue hasta dos años después de ser diagnosticado de párkinson. Se trata de un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios que van muriendo. Es la segunda enfermedad más prevalente en la actualidad después del Alzhéimer y pertenece a los llamados Trastornos del Movimiento.
Con 48 años Salas notó ciertos temblores en su pierna. Su mujer le animó a ir al médico que le derivó al neurólogo. "Nada más verme entrar por la puerta me dijo que tenía Parkinson". Rápidamente, le administraron un tratamiento, el mismo que sigue tomando hoy día. Éste consiste en tomar unas pastillas cada cuatro horas. No obstante, un par de años después tuvo que dejar su trabajo, hace seis años. "Me he jubilado, pero ya tenía treinta años cotizados", presume.
Recuerda que cuando recibió el veredicto definitivo del médico no se lo tomó mal. Tiene clarísimo que no puede prescindir de las pastillas, a la tercera hora de ingerirla ya va notando los temblores, pero una hora más tarde toma la nueva dosis y dice que le "reactiva". Pese a que asegura una y otra vez que su vida no ha cambiado ni su relación con su esposa y dos hijas, salvo en que ha dejado de estar al volante, cuenta con la ayuda de la dependencia, ya que su mujer ha de echarle un cable para algunas tareas cotidianas como la higiene personal.
Su optimismo y fuerza de voluntad no le permiten tirar la toalla. Antonio sigue practicando deporte, monta en bicicleta "como antes". "La palabra Párkinson es muy fuerte. Ves a otras personas mucho peor y te preocupas, pero en mi caso me lo tomo bien. Tampoco me importa decir que tengo Párkinson", asegura.
Asociacionismo
Antonio Salas es uno de los 20 usuarios de la Asociación Párkinson Jerez. Nació en 2014 y tras la pandemia, se ubica en calle Lealas. En cuanto supo de su dolencia buscó una entidad de este tipo en la que le pudieran ayudar. A día de hoy, cuenta con recursos como el de fisioterapeuta y la psicóloga. El primero le ayuda a ejercitar los brazos, las piernas, el cuerpo en general, y la segunda a trabajar el cerebro, cuenta este Salas, para ralentizar la degeneración que puede provocar la enfermedad de Párkinson.
La presidenta de la asociación, Carmen Martín Natera, desvela el lema del Día Mundial del Párkinson 2023: 'Dame mi tiempo'. "Las personas con párkinson suelen ser más lentas al caminar, tardan algo en llegar, o tardan en guardar las cosas en bolsas cuando compran en el supermercado, por ejemplo, de ahí el lema".
Martín Natera se alegra de los avances de la asociación, pero como suele ocurrir lamenta que no se invierta en la investigación de esta patología que afecta a 160.000 personas en España y a más de siete millones de personas en el mundo.
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