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Vendimia 2023

Templarios del Marco de Jerez

Un momento del operativo realizado ayer.

Un momento del operativo realizado ayer. / Miguel Ángel González

Desde hace casi un siglo, el Consejo Regulador del Vino de Jerez vela por cumplir con los estándares de calidad de los caldos de la comarca, cuya denominación de origen les distingue dentro de los mercados.  

Pero esta labor templaria se complementa con el apoyo logístico de los cuerpos de seguridad del Estado, que contribuyen también a su defensa en diversos ámbitos. De este modo, el inicio de la vendimia coincide con la puesta en funcionamiento de un operativo en el que participan más de una treintena de agentes y que se circunscribe a los diez municipios que forman parte del Marco de Jerez.

"Es un trabajo que se realiza desde hace años en colaboración con el Consejo, primero con una periodicidad anual pero también con jornadas de impacto, con las que se intenta enviar un aviso a navegantes ante posibles fraudes", explica Manuel González, portavoz de la Guardia Civil en la provincia.

A primera hora de la mañana, agentes de la Guardia Civil, Seprona, unidades de Seguridad Ciudadana (USECI), Grupo Roca y patrullas fiscales y fronteras conforman un plan "operativo de servicio cuyo objetivo es controlar los accesos a las distintas bodegas y lagares que forman parte del Consejo Regulador, buscando que no se introduzca material que no cuente con esos estándares de calidad que se piden".

"Hacemos un dispositivo de cierre con patrullas para controlar, por un lado, las cisternas que puedan traer mosto o vinos de otras denominaciones, y por otro, controlar los transportes de uvas que se llevan a los lagares para verificar que esas uvas proceden de viñas adscritas al Marco de Jerez. Para ello se supervisa la documentación determinada en cada caso, porque, por ejemplo, si es transporte de uva debe contar con unos requisitos, si es de vino otro y si es de mosto, otro", destaca.  

Estos controles sirven además para defender "posibles delitos contra la salud", pero también para controlar temas fiscales, toda vez que "en los vinos, por ejemplo, se pagan determinados impuestos en función de su graduación alcohólica".

El dispositivo puesto en marcha en la mañana de ayer jueves, interceptó dos furgonetas (con dos mil litros de vino cada una) a la entrada de Trebujena transportando vinos sin la documentación pertinente, un hecho que puede acarrear "una infracción administrativa", explican desde la Guardia Civil. "No obstante, si el número de litros es bastante notable, puede pasar a ser un perjuicio a la Hacienda pública que ya se consideraría delito", o incluso "si ese material fuese calificado como perjudicial para el consumidor, podría entenderse como un delito contra la salud pública".

"Se trata, por encima de todo, de proteger la marca España, y si no se cumple, se puede hacer un daño importante a la denominación de Vinos de Jerez", añade.

El Consejo Regulador defiende desde hace años esta iniciativa en colaboración con el Ministerio del Interior, colaboración que "también se lleva a cabo durante la Feria y en otros momentos del año con batidas de etiquetado, por ejemplo", asegura César Saldaña, presidente de esta institución. "El objetivo es garantizar a los consumidores la autenticidad que van con el sello de nuestra denominación de origen", recalca.

Además, los trabajos con la Guardia Civil permiten "tener competencia en zonas donde nuestra capacidad es limitada. El Consejo cuenta con un equipo de inspectores que tienen competencia en las instalaciones inscritas, es decir, el viñedo o las bodegas, no tienen autoridad ninguna para ir a una bodega no inscrita. Sin embargo, la Guardia Civil cuenta con unidades especializadas que nos permiten realizar una operación como ésta, ya que tienen agentes por Trebujena, Lebrija, Jerez, Sanlúcar...todo el Marco".

César Saldaña reconoce que este operativo "se suele hacer todos los años, pero en este 2023 la situación es complicada porque llevamos 5 años de sequía, la producción está siendo baja, los precios de la uva son altos, y claro, hay gente dispuesta a incumplir la ley por todas esas circunstancias". Aunque esta medida "es eminentemente disuasoria, con ella se intenta evitar las tentaciones, por llamarlo de alguna forma".

Con esta medida "controlamos los transportes de líquido, que pueden introducir vinos de otros sitios, y también controlar toda la uva, cuya entrada en un determinado lagar debe contar con un documento que da el Consejo Regulador, que los da en base a la producción normal de la viña". 

"Estos controles se complementan a nivel numérico, es decir, cómo son las producciones y cuanta uva llegan a los lagares", prosigue. 

Para esta misión, los inspectores del Consejo visitan durante los días que dura la vendimia los diversos lagares de la zona, donde comprueban la graduación de la uva, la calidad de ésta o si los rendimientos son muy superiores a los del año pasado, es decir, "si es verdad que la uva procede de ahí o si hay alguna cosa rara", añade.

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