Año Jubilar Mercedario

Doce meses de celebración bajo el espíritu mercedario

  • La comunidad mercedaria de Jerez ha celebrado su año jubilar con actos conmemorativos y cultos al cumplirse 800 años de redención de Cautivos

La Virgen del Carmen en la basílica de la Merced

La Virgen del Carmen en la basílica de la Merced / Pascual (Jerez de la Frontera)

El pasado mes de febrero, la comunidad de religiosos mercedarios de Jerez, custodios de la basílica menor que acoge a la imagen de Nuestra Señora de la Merced Coronada, Patrona de la ciudad, daba el pistoletazo de salida a un año precedido por la celebración de los ochocientos años de la Orden de la Merced, una nueva realidad que nacía en la vida de la Iglesia en el siglo XIII bajo la fundación de san Pedro Nolasco. Esta nueva comunidad de frailes con hábito blanco vendría a interceder por los prisioneros y rehenes cristianos allá por tierras de dominación musulmana. Era lo que se conocía como la redención de cautivos en campañas encabezadas por los religiosos que corrían incluso por perder la vida en favor de aquellos encarcelados en tierra hostil.

Toda esta realidad tiene una especial incidencia en nuestra ciudad si tenemos en cuenta que con la llegada de la primera comunidad de los frailes redentores estos se encuentran en un horno la imagen de una Virgen a la que tributan culto y devoción. A la imagen se le dio la advocación de Merced y acabó siendo la patrona de todos los jerezanos. Un patronazgo que sigue teniendo vigencia y conciencia en un sector amplio de la sociedad jerezana.

En definitiva son ochocientos años de redención que Jerez ha vivido con un especial énfasis. Se inició con un Vía Crucis muy especial que se organizó desde la hermandad del Transporte con la imagen de Nuestro Padre Jesús del Consuelo. Una cautivo que bien pudo haber sido el que presidiera el de la Unión de Hermandades como guiño a la efemérides que se celebraban. Pero no fue así. Sin embargo, sí que fue el recuerdo la llegada del señor del Consuelo hasta Santiago y encontrarse con la otra gran devoción del barrio de Santiago: Nuestro Padre Jesús del Prendimiento.

Un día después, concretamente el 17 de febrero, se abría la puerta jubilar en la basílica de Nuestra Señora de la Merced. Y se hacía con la presencia del prelado, monseñor Mazuelos Pérez, en una celebración muy especial. Se abría así un año jubilar o un tiempo de reconciliación, de renovación de los votos individuales de cada cristiano.

Tras la apertura de la puerta jubilar siguió una cadena de actos que se han venido celebrándose en la basílica. El padre Felipe Ortuno Marchante, comendador de la comunidad de Jerez, afirma que “efectivamente han sido las cofradías las que han llevado a cabo el grueso de esta presencia en la basílica. Sin embargo, debo decir que a nivel de comunidades parroquiales la implicación ha sido casi nula”.

Uno de los puntos álgidos del año jubilar mercedario lo trajo la otra gran devoción de gloria de la ciudad. La Virgen del Carmen Coronada que acudió hasta la basílica mercedaria para hacerse presente y alcanzar el jubileo. Fue con motivo de su festividad, el 16 de julio, cuando la dos Reinas que aglutinan gran parte de la devoción mariana en la ciudad se unieron en un acto sin precedentes.

Destacar también por otro lado la visita que hizo Nuestra Señora del Desconsuelo a la basílica en un rosario de la aurora precisamente el día 7 de octubre y que congregó a numerosos devotos y cofrades.

En definitiva han sido doce meses cuyo balance por parte del padre Felipe no deja de ser “todo lo positivo que uno quisiera. Agradezco por supuesto a todos aquellos que han querido venir a alcanzar el jubileo o simplemente a acompañarnos. Los actos que se han organizado han sido muy importantes. Pero ha sido quizá mucho esfuerzo para un fruto que podría haber sido mucho mayor”. Felipe Ortuno prosigue con un balance en el que, según él, “no dejar de ser la tónica de frialdad que generalmente tiene Jerez con su Patrona”. Al menos queda en el recuerdo este año mercedario que se ha dejado notar hasta en la procesión de Nuestra Señora de la Merced con la incorporación en la procesión de San Pedro Nolasco. Fundador de esta orden que Andalucía mantiene dos casas y que en Jerez mantienen con una gran labor la custodia de la enigmática y bella imagen de la Patrona, Nuestra Señora de la Merced.

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