De la EGB a la escuela digital

JUSTO el año en el que se inauguraba el colegio Poeta Carlos Álvarez, hace ahora 40 años, comenzaba su andadura Diario de Jerez, que en estas cuatro décadas de vida ha sido un referente en materia educativa en la ciudad. De hecho, fue sólo cuatro años más tarde, en 1988, cuando nació su Suplemento de Educación, una apuesta del entonces director, Manuel González de la Peña, y que pretendía acercar al lector toda la actualidad de la enseñanza del momento.

Desde entonces, el suplemento educativo de Diario de Jerez, primero con Javier Domínguez, luego con José García Oliva y actualmente con Domingo Martínez, ha sido reconocido por la comunidad educativa de la ciudad, así como por el resto de instituciones, no en vano recibió en 2006 el premio al Mérito en Educación.

Pero volvamos al punto de partida, en 1984. El abril de este mismo año, fecha de salida del periódico jerezano, la educación en España se ceñía a términos como Educación General Básica, a la conocida EGB que se desarrollaba en los colegios de primero a octavo, BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) y COU (Curso de Orientación Universitaria); y los niños accedían al sistema educativo dos años después que ahora, con 5 años.

Fueron tiempos de inauguración de muchos centros educativos de la ciudad (La Unión, Lomopardo, La Alcazaba, Ciudad de Jerez...), coincidiendo así con un momento en el que España pasaba por su mejor situación en lo que a natalidad se refiere.

Fue esta, la del 80, una década prolífica en el surgimiento de estas instalaciones, como por ejemplo el colegio Albariza, creado en 1986 y único concertado de la ciudad de carácter laico, y de logros como los Gabinetes de Bellas Artes en Andalucía, concebidos desde la Junta como un apoyo a nuestro patrimonio. Fue también esta la última década de la ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa, que se mantuvo en el país desde 1970 hasta 1990 cuando comenzó a funcionar la LOGSE; y de la llegada de los consejos escolares, órganos que por primera vez facilitaron la participación de alumnos, padres y profesores en la gestión de los centros.

Desgraciadamente, nuestro país, y es algo a lo que hacen referencia muchos expertos de la materia, no ha sido capaz desde entonces de implantar un modelo educativo concreto y sobre todo duradero con el consenso de todas las partes. Así, durante todo este tiempo, la enseñanza ha tenido que lidiar también con aquella LOPEG, que fue un complemento a la LOGSE, la LOCE, que apenas duró un año, la LOE, la LOMCE, y la última en llegar y la actual, LOMLOE.

Desde aquella primera ley, mucho ha cambiado la educación en Jerez, primero porque la tecnología ha entrado de lleno en los centros, a veces para bien, otras no tanto. Además, ahora todo tiene su nomenclatura y de no estar al día de lo que ocurre en los centros, a muchos se les hace cuesta arriba entender el significado de los PTIS, NEAE, Moodle, TIC, IES o CEIP, por citar a algunos.

La realidad es que varias décadas después, son muchas las necesidades y problemas que siguen en el orden del día de colegios e institutos, es decir, pasan los años, los docentes, los alumnos y hasta los responsables de la administración y en el debe sigue estando lo mismo.

Hoy por hoy, 40 años después, la principal preocupación a nivel educativo es la falta de niños, la baja natalidad, que empieza a hacerse notar en muchos centros educativos, y que está convirtiendo al periodo de escolarización en una auténtica ‘lucha’ por conseguir matrículas entre los propios centros.

Esta situación ya ha hecho aparecer conceptos como las aulas mixtas, y mantiene el eterno debate sobre la reducción de la ratio por clase, un debate harto antiguo pero que sigue siendo actualidad, o la baja calidad de la comida que se dispensa en los comedores escolares.

Entretanto, la administración lleva más de una década defendiendo bilingüismo, cada vez más consolidado aunque quizás no con la calidad que se quisiera, y en lo que a nivel andaluz se refiere, en este 2024 se espera que definitivamente la ley del flamenco aterrice en los centros educativos de la comunidad tras muchos años en el candelero.

En estos 40 años, la oferta educativa se ha ampliado, ya no sólo en cuanto a instalaciones, con el nacimientos de colegios como La Marquesa, El Membrillar, el IES Fernando Savater o el nuevo instituto Elena García Armada, sino también en el convencimiento por parte de la administración de apostar por nuevas vías laborales como la Formación Profesional.

No podemos olvidarnos de otro de los grandes logros de la ciudad a nivel educativo, el campus universitario de La Asunción, un logro que por el que se peleó durante muchos años, pero que a día de hoy es una realidad. De hecho, en apenas unos meses se verán ampliadas las instalaciones con la segunda fase de las obras del nuevo aulario.

Durante estas últimas cuatro décadas, la educación ha tenido un punto de inflexión a tener en cuenta, un punto de inflexión que como en otros aspectos de la sociedad y de la vida, coincidió con la llegada del covid-19. La pandemia supuso un cambio radical en el concepto de la educación existente hasta el momento, y tanto docentes como alumnos, y por ende, sus familias, tuvieron que adaptarse de manera veloz a las necesidades que exigía el momento.

Fueron meses de plena actividad digital, una circunstancia que provocó, de manera paralela, una brecha digital mayor con determinados segmentos de la población, y un curso rápido para los que hasta entonces todo aquello del zoom, you tube o IPasen les sonaba a chino. Sin duda, toda una transformación a nivel educativo.