"En aquellas ventas se pasaba fatigas y había que aguantar mucho"

Sebastián Acevedo 'El Berza'. Cantaor

El artista jerezano lamenta que "nadie se acuerde de mí ahora" y rememora con nostalgia momentos vividos "con los más grandes en muchas fiestas"

El Berza
El Berza posa para la entrevista con Diario de Jerez. / Vanesa Lobo
Fran Pereira

28 de octubre 2018 - 05:55

Jerez/Echar la vista atrás y rescatar muchas de las vivencias de Sebastián Acevedo Flores 'El Berza' (Jerez, 1940) es algo enriquecedor y con mucha ángel. Ha acumulado mil fiestas y horas de cante con los más grandes, y muchos hoy, al menos los que tuvieron la suerte de verle en directo en plenitud, todavía lo encumbran como uno de los mejores ‘buleaeros’ (que diría Pepe Marín) de esta tierra. Su vida cambió hace más de dos décadas, cuando un ictus le obligó a retirarse repentinamente. Hoy, reconoce que pasa “fatigas” y muestra su decepción por estar “olvidado”.

–¿Qué es de su vida?

–Estoy pasando hambre, soy uno de los artistas más viejos que hay en Jerez, con un Premio Nacional de Cante, Copa Jerez....Pero ya no se acuerdan de uno, y como no puedo cantar, lo paso mal, a ver si alguien me ayuda.

–Aquella trombosis que sufrió le cambió la vida, ¿no?

–Por completo. No podía hacer fuerza, mi vida cambió por completo. Bailar sí podía, a muchas fiestas he ido, pero cantar no. Fue un aneurisma de tronco cerebral lo que me dio. Perdí el habla, y la movilidad en la pierna y el brazo derecho, se me quedaron muertos. Pero me recuperé bien. Ahora estoy bien, pero me duelen mucho las piernas, no puedo andar mucho.

–Nadie se acuerda de usted. Supongo que se acordarán de El Berza cuando se muera, entonces dirán que era el mejor....

–A mí muerto que no me hagan ná, y mis hijos no quieren, que me lo hagan en vida. Llevo 65 años de artista. Es una pena que no se acuerden de mí pa na. Ni cómo estoy, ni cómo no estoy (se emociona).

–Cada vez quedan menos artistas en este Jerez...

–Artistas no quedan ya, hay cantaores pero pocos artistas, los artistas se han ido casi todos. El último, mi compare Moneo.

–He comprobado que cuando le dicen Sebastián, usted ni mira, sólo cuando le llaman Berza...

–Así es, parece mentira pero ya cuando me llaman por mi nombre no miro pa atrás, y me dicen Berza y sí. Berza pa to la vía.

–¿Por qué lo de Berza?

–Mira, antes se hacía la verbena de la Hispanidad por el día de la Merced. Se hacía enSantiago y ponían casetas hasta la iglesia de la Victoria. Juan de la Plata hizo un festival en esa fecha y había un concurso. Yo me apunté con otros tantos artistas, y me dieron el segundo premio. Sinceramente, nunca había pensado dedicarme a cantar, yo tenía 13 años, pero me apunté. Cuando nombraron al segundo premio, Juan dijo ‘el segundo, para el Niño de la Berza’ y no salía nadie. ‘¡Quillo, sube que es a ti!’, dijo Juan. Como yo le había dicho que mi mare tenía un puesto de berza, Juan de la Plata me puso ese nombre, y ya pa los restos.

–¿Y en su familia había antecedentes cantaores?

–No, nosotros éramos siete hermanos, que todos han muerto menos yo, pero ninguno cantaba, sólo mi madre cantiñeaba por saetas, pero nadie más.

–O sea que su vida artística empezó después de aquel concurso-festival...

–Así es, fue a partir de entonces cuando comencé a buscarme la vida cantando en las ventas y en los festivales.

–Eran los tiempos de las ventas y de los señoritos...

–Nosotros íbamos a Benjamín, al Altillo, a Marival, aunque eso fue después. Los señoritos se gastaban dos o tres mil pesetas en vino y a nosotros nos daban diez duros, eso el mejor día porque otras veces te decían, ‘me he quedao sin dinero, mañana te lo pago’. No veas la que te entraba por el cuerpo, se había gastado todo en vino y a nosotros nos dejaba sin comer.

–Y habíais estado toda la noche, ¿verdad?

–Claro, allí nos llevábamos desde las nueve de la noche hasta las cuatro o las cinco de la mañana. El señorito te llamaba, te invitaba y allí tenías que aguantar de todo. Y encima luego llegabas a casa sin un duro después de to la noche cantando...Tú me dirás.

"A mí Caracol y Terremoto eran los que me llegaban, pero también he disfrutado escuchando a mi compare Moneo”

–¿Con quién coincidía en aquellas ventas?

–Mayormente con El Troncho, El Batato, El Serna, El Niño Jazmín, Paco Laberinto, Terremoto, Sordera, Romerito, Tío Borrico...

–Con razón se ha mitificado aquella frase del Borrico a Cantos Ropero...

–Cantos Ropero te daba 20 duros y un filete (se echa a reír). Porque un filete entonces....

–Y en aquellas noches escucharía usted de todo...

–Sí, mucho cante. Mira, recuerdo que El Troncho cantaba muy bien, a media vela, y como le cogiera bien...Y Juan El Batato cantaba y bailaba. Bailaba más bien.... Luego me he emborrachao con to los artistas, con Juan Talega, con Mairena, con El Pinto, con la Niña de los Peines...En aquella época yo me bebía hasta lo tarros de la colonia Atkinson (risas).

–Hay gente que dice que El Berza ha sido uno de los que mejor ha cantado por bulerías en Jerez...

–Eso dicen, sí. A mí es el cante que más me ha gustado, pero también he cantao mucho atrás, sobre todo en aquella época en la que estuve en Madrid trabajando en los tablaos. Yo he cantao casi to los palos pa baila, desde la farruca a la seguiriya, de todo.

–¿Cuánto tiempo estuvo en Madrid?

–Estuve varios años y en varios tablaos. En Los Canasteros, en Las Brujas y últimamente en la carretera de Burgos, en un sitio que se llamaban Los Gatos. Antes había que irse a Madrid porque era allí donde se veía si tú eras o no artista. Allí estaban los mejores.

–¿Cómo le fue con Caracol en Los Canasteros?

–A mí muy bien, estuve trabajando en su tablao, en Los Canasteros, en la calle Babieri. Todo el mundo dice que tenía guasa, pero conmigo nunca la tuvo. Es igual que Terremoto, que todo el mundo dice que era un sieso, pero yo me jartaba de reír con él. Ahora, para mí Caracol y Terremoto han sido los cantaores que más me han llegado y puedo presumir de que con los dos pasé mucho tiempo.

"Del cante ha sido siempre muy difícil vivir, y ahora es algo corriente, se canta una vez y dicen que ya son artistas"

–Fue en Madrid cuando usted grabó por primera vez....

–Sí, gracias a Manolo Ríos Ruiz, al que le tengo mucho que agradecer porque él me dio la oportunidad de grabar con la CBS cuando él estaba allí.

–Participó usted en dos discos...

–Sí, en dos discos con más artistas (Noche del Cante Gitano y Fiesta de la Bulería), y en las dos hice bulerías. Después me hicieron un recopilatorio en Jerez. En total he grabado tres discos.

–Con tanta viviencia, podrá contar mil anécdotas. Cuénteme una...

–Estando yo haciendo guardia en el cuartel del Tempul, vino un hermano mío (que en paz descanse) que era bizco. Ese día estaba de capitán de cuartel el capitán Tiery. ‘Hermano, hermano’, me decía. ‘Vete de aquí, chiquillo que me van a meter en el calabozo’. El capitán se enteró y dijo ‘¿Qué pasa ahí Berza?’. Mire usted, mi capitán, que ha venido mi hermano a avisarme de una fiesta y como usted comprenderá yo tengo hijos, estoy de guardia...Me quitó de la guardia y me fui corriendo a la fiesta, que era la puesta de largo de la hija de Carranza. Era en el Restaurante El Bosque. Llegué a mi casa en la calle Pavía, me vestí, me arreglé bien y me fui pa allá. Me cantó por bulerías El Pili y me hice una pata con tan mala suerte que se me escapó el zapato y cayó en la mesa del gobernador. Pero ahí no queda eso, y es que cayó con medio calcetín, porque yo no tenía ni pa uno entero. Cuando todo el mundo se pensó lo peor, el gobernador se tiró al suelo y me dijo que lo repitiera. ¿Cómo voy a repetir eso? El gobernador se meaba de risa, y don Beltrán Domecq le decía ‘esto es Jerez, esto es Jerez’.

–¿Alguna más?

–Recuerdo una vez en la primera edición del Festival de las Nieves de Arcos que organizó la Cátedra. Después de terminar, se formó una fiesta en El Alambique, que era un bodegón. Era como un convite que nos dieron. Nos sentamos todos en una mesa muy grande, como de aquí a allí enfrente (dando a entender que tendría unos cinco o seis metros). Mairena, que estaba allí, le dijo a Tío Borrico: ‘Cántame una letra por soleá’. (El Berza se emociona, las lágrimas caen por su mejillas mientras entona la letra). Y cantó El Borrico: ‘Eché leña en tu corral/por ver si tú me querías/y ahora que ya no me quieres/dame la leña que es mía. Cómo cantaría El Borrico que Mairena estiró del mantel de la mesa y lo cayó tó.

–¿Coincidió mucho con Mairena cuando venía a Jerez?

–Por aquí venía mucho. Era muy buena persona y muy educado. Cada vez que venía preguntaba y aprendía todo lo que podía de Jerez. Yo hice un Festival con él en La Puebla de Cazalla con Terremoto y Juan Talega y me pidió que le cantara por bulerías para él bailar. ‘Cántame tú, sobrino’.

–(...)

–También trabajé con La paquera y Lola Flores. Con Lola treinta y tantos años. Eso sí que era pa echarle de comer aparte. Yo iba con ella a la Feria de Sevilla, me iba en busca suya y no me despegaba de ella en Sevilla. Allí se ganaba bien.

–¿Alguna vez tuvo problemas con el franquismo?

–Yo con la dictadura no tenía problemas, al contrario, alguna vez fui en Madrid a alguna fiesta de las que daba Franco, que te regalaba una pulserita de plata.

–¿Cómo ve el cante de hoy en día?

–Está mal, se están yendo todos los viejos y se está acabando todo. El último fue mi compare Moneo y ese cantaba pa reventá. Yo he estado con él y con Agujetas en muchos sitios y como le cogiera, era pa tirarse de los pelos. En el cara a cara, el Moneo y Agujetas eran increíbles. Como le cogiera bien a los dos, ya no podía cantar nadie detrás.

–(...)

–Del cante ha sido muy difícil vivir, al menos antes, hoy es algo corriente. Ya no se pasan tantas fatigas. Los chavales que hay ahora no saben lo que es eso, no lo han vivido, no han sufrido lo que sufrimos nosotros y mi generación.

–¿Qué es lo que ve peor?

–Que no tengan respeto. Yo cómo voy a dar un recital en una peña si no sé los cantes. Eso antes no pasaba, ahora canta cualquiera una vez y ya se cree artista. Deberían de volver los carnets, que yo lo tengo.

–¿Cuándo se lo dieron a usted? ¿Quién le examinó?

–Yo me lo saqué en Sevilla, y en el jurado estaba Antonio Mairena, Pepe Pinto, la Niña de los Peines, Juanita Reina, Carmen Sevilla y Curro Vélez. ‘Sobrino, tú no tienes carnet de artista, ¿qué haces trabajando en Madrid?’, me dijeron. Así que me lo saqué. Me llevé dos horas cantando en el escenario y me lo dieron. Recuerdo que canté unos cuplés por bulerías....

–Ya por último, ¿le hubiera gustado tener alguna descendencia artística?

–Me hubiera gustado que alguno de mis hijos cantara o bailara, pero no han salido. Sólo mi nieto Jesús baila y cantiñea un poquito.

La historia se repite

UNA vez más, la historia se repite. Estudiaba hace unas semanas la vida de Javier Molina, el que dicen que fue el precursor de lo que hoy conocemos como la escuela jerezana de la guitarra, y al hablar con El Berza veo reflejada esta misma situación en lo que fue su vida. Sebastián, aunque como él dice no responde a ese nombre, vive un momento delicado y durante toda la entrevista solicita la ayuda del mundo del flamenco para “no pasar fatigas, que las estoy pasando”, asegura. Recuerdo que Molina recibió en el último tramo de su carrera artística, la ayuda de Juan de la Plata, justo antes de arrancar la Cátedra. Le organizaron un festival en el colegio La Salle Buen Pastor para recaudar fondos porque aquel hombre apenas tenía para vivir en aquella pequeña casa en el número 9 de la calle Prieta. Los artistas de entonces respondieron y el maestro pudo paliar, aunque fuese por un tiempo, su delicada situación económica.

A los artistas flamencos, desconozco si a otros también, siempre les ha pasado eso, han vivido al día, sin preocuparse del qué vendrá y la vida siempre te da sorpresas inesperadas. Pero a estas alturas no hay que reprochar nada a nadie, simplemente ayudar, y es cierto que El Berza necesita un empujón. El otro día mi admirado Rafael Infante (qué pena que la labor desempeñada por este hombre siga sin tener el respaldo económico que merece) se ofrecía para poner en marcha un nuevo disco de este cantaor jerezano a través de la serie ‘Flamenco y Universidad’, de tal forma que los beneficios de su venta o donativo reviertan en la figura del artista de Jerez. La maquinaria está arrancada, y buenos aficionados como JoaquínRodríguez, socio fundador de Los Cernícalos, también ha mostrado su predisposición. Que sea por El Berza.

stats