Emilia Pardo Bazán

Emilia Pardo Bazán nació el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña. Sus padres eran el conde José Pardo Bazán y Amalia de la Rúa.

Tuvo un gran interés por la lectura y la escritura desde muy pequeña, gracias a las bibliotecas a las que tenía acceso mediante sus progenitores y a las escuelas en las que se educó.

En los viajes de su familia a Madrid, Emilia iba a un colegio francés protegido por la Real Casa. A los doce años se asentaron definitivamente en La Coruña y comenzó a recibir clases de profesores privados. Algunos de sus libros preferidos eran El Quijote de la Mancha y La Biblia y siempre le fascinaron los que contaban algo de la Revolución Francesa.

Fue una de las precursoras de las ideas feministas actuales. Ya desde niña rompió con el molde que establecía la sociedad de aquel entonces: se negó a recibir clases de piano y de música como hacían todas las mujeres ya que prefería leer; ejemplo del carácter independiente que luego mostrará a lo largo de toda su vida.

En 1868 contrajo matrimonio con José Quiroga a los diecisiete años de edad, y uno más tarde se instaló en Madrid. Como a su padre, José Pardo, no le fue demasiado bien en el ámbito político como diputado, su desilusión hizo que se mudaran a Francia y que hicieran diversos viajes por Europa. Así aprende inglés y alemán. Tuvo dos hijos: Jaime (a quien dedicó un libro de poemas) y Blanca. Emilia fue escribiendo muchos artículos y obras en sus años de juventud, como La tribuna y La cuestión palpitante (1883, recopilación de artículos publicados en la revista 'La Época' sobre Émile Zola y la novela experimental). Pero fue con este último con el que se ganó por excelencia el título de la precursora del Naturalismo y con el que formó gran escándalo. Fue tal el revuelo, que su marido le pidió que dejase de escribir y se retractase de lo que había escrito, pero ella prefirió separarse de él dos años más tarde.

Entonces conoce a Benito Pérez Galdós, cercano también al Naturalismo en esa época, con el que mantiene una relación amorosa durante más de veinte años, aunque le es infiel con jóvenes como Lázaro Galiano y Narcís Oller.

Tanto el Naturalismo de Pardo Bazán como el de Galdós consiste en acentuar la conexión de la escuela francesa con la tradición realista española y europea, lo que permitía mostrar un ideario conservador y católico. También es escritora de varios ensayos, siendo los más importantes La revolución y la novela en Rusia (1887), Polémicas y estudios literarios (1892) y La literatura francesa moderna (1910).

Con la obra Los pazos de Ulloa (1886-1887), sin duda la más representativa y conocida, culmina el método del Naturalismo atribuyendo una visión bastante decadente del mundo rural gallego y de la aristocracia. La continuación de esta obra fue La madre naturaleza (1887).

Con La Quimera (1905) evolucionó un poco hacia el simbolismo y el espiritualismo. Cabe destacar también que en muchas de sus obras se inspira en su ciudad natal y en lugar de darle su verdadero nombre, la llama Marineda.

Fundó y dirigió la publicación de La Biblioteca de la mujer. Fue la primera mujer que ocupó el puesto de catedrática de literatura, en la Universidad Central de Madrid, aunque los profesores estaban totalmente en contra de esto, y el resultado de las críticas se vio reflejado en el número de alumnos que asistió a su primera clase: tan sólo uno.

El título que no logró de ninguna manera fue el de ser admitida en la Real Academia Española. Murió en Madrid el 12 de mayo del 1921, a los 70 años.