'Evento' ya toca el cielo

La muerte del Pura Raza Española que abrió la vía de la cima más alta de la Doma Clásica en España apena al mundo ecuestre

El jinete olímpico Ignacio Rambla          con 'Evento', en la Feria de 1996.
El jinete olímpico Ignacio Rambla con 'Evento', en la Feria de 1996.
Raquel Benjumeda Jerez

21 de septiembre 2014 - 01:00

En el cuaderno de notas ganaderas de Timoteo Prieto no hay ninguna reseña extraordinaria el día cinco del cinco del ochenta y cinco. Aquella mañana de primavera la yegua castaña 'Técnica', de ocho años, una nieta del también castaño 'Agente', hijo a su vez del también castaño 'Maluso', se puso de parto para dar a luz a un potro tordo hijo de 'Levitón', el semental tordo hijo del castaño 'Agente'. El potro, como todos los de su temporada, nació sin nombre. El yegüero del Cortijo de Vicos y los oficiales inmediatos del área de ganadería de la Yeguada Militar de Jerez metieron en un sobre los documentos provisionales de identidad de los cien recién nacidos aparentemente iguales de esa primavera y una lista de trescientas palabras y lo enviaron a Madrid, a las oficinas de Cría Caballar, donde los funcionarios se encargarían de asignar un nombre a cada ejemplar. Al hijo de 'Técnica' lo llamaron 'Evento', puro azar; era uno de los cientos de vocablos que el diccionario de la Real Academia recoge con E, la letra de la temporada ganadera de 1985.

'Evento' pasó sus primeros seis meses de vida entrando y saliendo de la nave de yeguas de Vicos, donde cada día aprendía de buena voluntad algo nuevo del hombre. "No hay nada destacable. Aquí en la libreta está todo apuntado. El potro era noble, como casi todos", apunta Timoteo, el hombre encargado de manosear y de transmitir la primera doma, la doma de pesebre, a todos los nacidos en el Cortijo de Vicos.

Tras el destete, el potro cumplió como uno más el destino militar impuesto por la yeguada. Los machos se trasladaron a Garrapilos, a unos diez kilómetros de Vicos, a esperar la formación académica de la educación general básica de la equitación, y las hembras a Marismilla, al otro lado de la carretera de Arcos, a esperar la madurez para continuar con la cría del Pura Raza Española.

A los tres años de edad, 'Evento' comenzó a recibir sesiones elementales de paso, trote y galope a la cuerda para trabajar su equilibrio natural antes de ser montado por un primer jinete. Tampoco en esta etapa de su actividad como caballo joven hay reseñas relevantes. El caballo se comportaba con la nobleza propia de su raza y la mecánica de sus atléticos movimientos pasó en un principio inadvertida para los jinetes militares de Garrapilos. Hasta que llegó Álvaro Domecq acompañado de un colega y dos alumnos: Javier García Romero, Manuel Ruiz e Ignacio Rambla. Por estas fechas, el jerezano seguía siendo el director de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, lo que le autorizaba para escoger cada temporada el mejor caballo de entre toda la plantilla del estado español para continuar su adiestramiento y acabar brillando en el show ecuestre Cómo bailan los caballos andaluces, el sancta sanctorum de la Alta Escuela.

Los cuatro jinetes decidieron por unanimidad que el hijo de 'Técnica' era exactamente lo que la institución ecuestre necesitaba para garantizar el futuro del Recreo de las Cadenas y también que Ignacio Rambla lo debutaría en 1989 en el número llamado Los potros. El caballo fue avanzando en su aprendizaje y prácticamente sus capacidades para el arte ecuestre no tenían límites. Son y Ritmo fue su siguiente número, donde se encargaba de expresarlo Álvaro Domecq antes de devolverlo a Ignacio Rambla, que continuó con su doma para incluirlo en los siguientes apartados de la coreografía: Aires a Caballo y Fantasía a Caballo, el último escalón de la doma de exhibición.

El recordado jinete alemán Reiner Klimke, uno de los deportistas que más han contribuido a la cimentación de las bases de la doma clásica, estaba de visita en la Real Escuela de Jerez en 1994 invitado por Álvaro Domecq. Y también para aportar su opinión sobre las cualidades deportivas de aquel caballo que a todos tenía boquiabiertos por su nobleza y por su insultante expresividad atlética. Y dijo "sí, me gusta, pero hay que esmerarse con la técnica y echarle horas". A Álvaro Domecq se le dibujó una sonrisa. Era lo que quería oír. En Jerez todo el mundo sabe que al caballo (y al hombre) los doma el tiempo.

Las debilidades de las que hablaba el profesor Klimke se reforzaron en unos meses, sobre todo el paso más reunido, en el que 'Evento' lateralizaba los movimientos, y su irregular trote reunido, que dificultaba la brillantez de los apoyos y movimientos laterales. Pero poco había que enseñarle al caballo jerezano de galopes y de movimientos elevados, como el piaffe o el passage, ejercicio en el que el juez Eric Lette le plantó un nueve. "Cuando algo está mal hecho recibe una baja puntuación y cuando algo está bien hecho, como este passage, se debe dar una nota alta. ¿Qué quiere que le haga si el caballo tiene un passage que se merece un nueve?", contestó el experto a un periodista en Luxemburgo, donde el caballo de Rambla buscaba el pasaporte para Atlanta.

Una de las debilidades menos visibles del tordo de Yeguada Militar eran precisamente sus tendones, los mismos que tensaba en sus passages de nueve y los mismos que nunca le permitieron expresarse como artista en la meca del deporte, la alemana Aachen. "Daba la casualidad de que cada vez que se aproximaba Alemania, el caballo se inflamaba de las manos", recuerda Ignacio Rambla, el jinete que lo encumbró en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996 y con el que decoró las paredes de ventas y restaurantes de media España.

Que 'Evento' era un caballo lleno de bondad, nobleza y temperamento lo sabía el mundo ecuestre en plena efervescencia organizativa de los Juegos Ecuestres Mundiales de Jerez, a principios de los años dos mil, cuando los técnicos deportivos de la Real Federación Hípica Española y, también hay que decirlo, la jefatura de Cría Caballar, decidieron que el artista debía dejar el deporte y volver a casa, con los galones, donde le esperaban cientos de yeguas de ganaderos privados ardientes por criar a un hijo del olímpico. Pero no fueron uno ni dos. 'Evento' ha sido uno de los caballos más prolíficos de todos los tiempos, con cerca de trescientos hijos. Ninguno, salvo excepciones como 'Distinguido', ha pisado las pistas más exigentes del deporte ecuestre.

Después de satisfacer la demanda de yeguas de Pura Raza Española de todo el país, el caballo quedó finalmente asignado al catálogo de reproductores del centro de Reproducción equina de Zaragoza, donde murió en un box a los 29 años el pasado 15 de septiembre. Tampoco en este día hay reseñas en el bloc de anillas. Murió como todos, sin molestar.

"Era un caballo bueno y generoso". "Sus problemas de tendones no le permitieron participar en algunos concursos internacionales importantes como el de Aachen (Alemania), pero su gran afán de exhibición, de mostrarse en público, y su enorme corazón deportivo, hicieron de él todo un crack admirado y querido por toda la afición. Tenía un gran temperamento y carácter. En la pista se crecía y se gustaba en sus demostraciones, de ahí que trasmitiera y gustara tanto al público como a los jueces".

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