A la edad de noventa años, ayer se nos fue Milagro López de Carrizosa y Eizaguirre, la mujer que ha acompañado durante más de cincuenta años de matrimonio a uno de los hombres de mayor prestigio en el mundo del vino de Jerez, Mauricio González-Gordon y Díez.

Milagro, una mujer que siempre se mantuvo, discretamente, en un segundo lugar, nació el 29 de abril de 1923 en Jerez del matrimonio entre Pedro López de Carrizosa y de Giles y María Josefa Eizaguirre y Leguia-Darqui, baroneses de Algar del Campo. Las reuniones familiares acercaron a Mauricio y Milagro, que se enamoraron y, posteriormente, casaron el 24 de octubre de 1951. En los primeros años de matrimonio, la pareja fijó su residencia en la finca 'Santa Bibiana', en la carretera de La Cartuja para, años después, trasladarse a su actual vivienda en la avenida de Visley, junto al desaparecido hospital de la Cruz Roja. Mauricio y Milagro, marqueses de Bonanza, tuvieron dos hijos: Bibiana y Mauricio -hoy día presidente de la compañía González Byass-, que le dieron a sus padres siete nietos.

Los que la conocieron describen a Milagro como una mujer encantadora, muy cariñosa, "la pareja especial para Mauricio que supo siempre mantenerse, con enorme discreción, en su sitio, viviendo con él al unísono. Milagro era como un soplo de aire fresco para Mauricio. Su vida la sacrificó para apoyar en todo a su marido. Era una mujer llena de alegría". La misa por su eterno descanso se celebrará hoy, a las diez horas, en la iglesia San Juan Bautista de La Salle. A través de estas líneas, Diario de Jerez desea sumarse a las muestras de dolor y pesar recibidas por familiares y amigos.