Por primera vez después de casi dos décadas el González Hontoria contará con menos de doscientas casetas. El Ayuntamiento, en el último censo facilitado, ha fijado el número de casetas en 197, todo ello sin contar las habituales de servicios.

La cifra sirve para corroborar la tónica de los últimos años, en los que se ha producido un descenso paulatino en el uso de casetas. Al margen de las dificultades para la explotación de hoy día, ya que cualquiera no puede hacerse cargo de una caseta pues necesita, al contrario que hace unos años, personal con el título de manipulación de alimentos, vitrinas especiales y una serie de material para acondicionar la misma, existen otras circunstancias reseñables, una de ellas el sitio. Desde hace unos años determinadas zonas del Real no son bien avenidas para los caseteros, sobre todo porque se encuentran en lugares habituales de la movida juvenil y por tanto su explotación se antoja complicada. Por esta razón, al margen de otras tantas, el Ayuntamiento se vio obligado a última hora del pasado año a dejar vacías varias casetas, aunque para evitar mala imagen decidió taparlas de manera acertada.

Este año, por contra, la misma zona, es decir, un segmento situado entre las calles Angelita Gómez y La Macanita de la Feria, se ha quedado desocupado, y en esta ocasión el Consistorio ha optado por no montar si quiera casetas dejando un hueco llamativo, que muchos de los caseteros colindantes temen se convierta en el cebo perfecto para el botellón. De cualquier forma, y como medida preventiva, se han colocado focos y cámaras de seguridad en todas las torretas de la zona para tratar de amedrentar posibles intentos de 'botellona'.

¿Qué es necesario entonces, un nuevo cambio de estructuración de la Feria? ¿Reordenar las casetas? ¿Es todo motivo de la crisis? ¿Ya no se quiere una feria tan grande?

Lo cierto es que lo que ha sido un crecimiento constante desde finales de la década de los noventa, cuando se acometió la remodelación del Real quitando todas aquellos edificios de ladrillo existentes en el González Hontoria, se ve truncado en la actualidad hasta el punto de bajar, por primera vez en casi dos décadas, de las doscientas casetas.

Evidentemente, aquellas 360 casetas proyectadas por Pedro Pacheco, instigador del cambio junto a Miguel Ángel González Fustegueras, meses antes de la feria del 2000, se quedó sólo un esbozo, pues a la Feria del Caballo, que mejoró en cuanto a espacio tras 2002 (de hecho se aumentaron las medidas de los módulos de muchas) llegando a culminar su remodelación completa en 2004 con la elevación de las vías del tren, ha tenido una media anual de 222 casetas en los últimos años.

Durante todo este tiempo, las ediciones con mayor número de casetas han sido las de los años 2006, 2007 y 2008 (quizás los más boyantes antes del estallido de la crisis) cuando las cifras estaban entre las 225 y las 226. De momento, el montaje de la mayoría de casetas del Real marcha a buen ritmo salvo en algunos casos que a día de ayer todavía no habían iniciado el mismo.