'Fidelidad' regresa a su casa tras ser recuperada por la Guardia Civil

patrimonio | la recuperación de una joya del siglo Xix

La escultura robada a la familia Pemartín hubiera alcanzado un valor de 200.000 euros en las más prestigiosas salas de subastas

La escultura robada, en la mañana de ayer en la finca de la familia Pemartín.
La escultura robada, en la mañana de ayer en la finca de la familia Pemartín. / Julio González
Pedro M. Espinosa

28 de octubre 2017 - 02:11

Jerez/Cuando la muerte le arrebató a su esposa, el bodeguero jerezano Julián María Pemartín Laborde, roto de dolor, encargó a uno de los mejores artistas de la época, el malagueño José Vilches Gómez, una escultura que adornara su mausoleo en el antiguo cementerio de la calle Santo Domingo. El conjunto escultórico, de una belleza y valor para el que no todos los ojos están educados, lo forman una figura femenina tocada con un velo junto a un perro de agua que descansan sobre un catafalco del que sale una mano que acaricia el pie de la protagonista de la escena, representando la anhelada unión entre la vida y la muerte. Esa escultura, denominada Fidelidad y que fue robada el pasado mes de abril de la finca que la familia Díez Pemartín posee en la campiña jerezana, ha sido recuperada por agentes de la Guardia Civil de Jerez en la provincia de Málaga, tras una concienzuda y laboriosa investigación, y en la mañana de ayer fue devuelta a Ignacio Díez Pemartín, el tataranieto de aquel hombre que quiso honrar a su esposa con una imagen que resistiera con su belleza el paso del tiempo.

Este diario fue testigo del momento en que uno de los agentes de la Benemérita que más activamente ha participado en la denominada Operación Fiel entregaba la escultura. Ignacio Díez reconocía estar "contento" por tenerla en casa y anunciaba que el plan que existía de donarla temporalmente al Museo de Málaga antes de su robo "está en el aire, porque después de todo lo que ha pasado mi madre, que está tremendamente agradecida a la Guardia Civil por la labor que ha realizado para recuperarla, no está muy por la labor de volver a perderla de vista". Y es que hay que tener en cuenta que, además del valor económico de la pieza, que en las casas de subastas podría haber ascendido hasta los 200.000 euros, "está el sentimental que tiene para la familia".

La escultura fue recuperada en Málaga y ayer se le devolvió a sus dueñosSu cesión al Museo de Málaga está en el aire tras haber estado desaparecida mesesHay dos detenidos con numerosos señalamientos por diversos juzgados

La investigación

La investigación se inició cuando los guardias civiles de Jerez recibieron una denuncia por la sustracción de una obra escultórica y de un brocal de pozo que se encontraban en el interior de una finca que sus propietarios habían alquilado.

La escultura se trataba de la obra más notable del escultor malagueño José Vilches Gómez, realizada durante su periodo como director de Escultura de Nobles de Artes de Cádiz, y que serviría como Mausoleo Funerario para el bodeguero jerezano Julián María Pemartín Laborde, conocido por ser el promotor de la construcción en Jerez del Palacio Recreo de las Cadenas, que alberga actualmente a la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre.

Los guardias civiles encargados de la investigación iniciaron las pesquisas con las personas que habían alquilado la finca, constatando la gran capacidad económica de las mismas, sobre todo teniendo en cuenta que desembolsaron en un solo pago el alquiler de seis meses por adelantado, más el pago de los servicios de la empresa inmobiliaria, 14.000 euros en total, todo ello a pesar de que, tras ser investigados, no les constaban actividad laboral alguna.

Durante la investigación quedó patente el interés que la presencia de esta obra había suscitado en los inquilinos, que realizaron multitud de preguntas sobre ella, más propias de alguien conocedor del mercado del arte que de un neófito en la materia.

Tras rescindir el contrato de alquiler sin intentar recuperar parte del dinero entregado por adelantado, el propietario de la finca receló de que pudiese faltar algún objeto, comprobando que se habían llevado un brocal de un pozo realizado en mármol y la escultura Fidelidad, todo ello a pesar del gran tamaño y peso de ambos. De hecho, para llevarse la escultura, que pesa casi una tonelada, fue necesario desmontarla y subirla en un gran camión valiéndose de una grúa.

Los investigadores determinaron entonces que las obras habrían terminado en la provincia de Málaga, dentro del circuito de compraventa de obras de arte y que la intención era llevarlos a subasta, aunque no se terminó de concretar la transacción al faltar la documentación de la escultura, que obviamente los autores del robo no podían facilitar.

Durante la operación, los agentes tuvieron que realizar cantidad de comunicaciones y entrevistas con tratantes de arte de toda España, así como con casas de subastas de arte y empresas especializadas en su transporte.

La obra fue tasada por el escultor Suso de Marco en 80.000 euros, pero tras hablar con tratantes de arte la Guardia Civil considera que su valor en el mercado podría haber alcanzado los 200.000 euros en las casas de subastas. "Una de las personas a las que le ofrecieron la escultura en Madrid nos aseguró que nada más ver la fotografía se dio cuenta de que estaba ante una pieza de un nivel extraordinario", comentaban desde la Benemérita.

Esta empresa en cuestión se dedica a la compraventa, la intermediación comercial, la importación y la exportación de todo tipo de objetos de arte y antigüedades.

El anticuario, que llegó a hablar varias veces por teléfono y whatsapp con los ladrones, reconoció a los guardias civiles que había realizado gestiones para subastar la obra en la prestigiosa casa londinense Christies, donde iba a salir con un precio inicial de 35.000 euros, pero se esperaba que pudiera llegar hasta los 200.000. "Nos dijo que en caso de que hubiera adquirido la pieza habría pedido permiso de exportación y la hubiera mandado fuera de España, donde tendría mayor mercado".

En la última fase de la investigación, la Guardia Civil mantuvo contacto con transportistas y realizó una minuciosa investigación en distintos portales web de internet, en los cuales se realiza la compraventa de objetos de segunda mano. Tras diversas gestiones se identificó a un usuario en la red Wallapop que había realizado la venta de un pozo antiguo de mármol, cuyas características se ajustaban al sustraído en la finca de la familia Pemartín.

Una vez comprobado que el pozo fue vendido a una empresa de elementos artísticos y de decoración con sede en Málaga se pudo demostrar que la misma empresa adquirió la escultura funeraria, por lo que se procedió a detener a dos personas e investigar a una tercera. A dos de ellos les constaban numerosos señalamientos de diversos juzgados por delitos relacionados con el patrimonio histórico, teniendo uno de ellos además un señalamiento para su detención realizado por la Policía Nacional. A ambos se les imputa los delitos de hurto, pertenencia a banda criminal, estafa y falsedad documental. El juzgado de instrucción número 5 de Jerez es el que se ha encargado de llevar las diligencias previas.

La Guardia Civil destaca también la dificultad de localizar a los dos detenidos, Juan Manuel R.D. y Salvador L.V., ya que ambos estaban en paradero desconocido.

Ayer la madre de Ignacio Díez Pemartín seguro que durmió más tranquila sabiendo que Fidelidad vuelve a estar donde debe estar. Sin duda, un final feliz a toda una pesadilla.

José Vilches, un escultor que marcó una época

El escultor José Vilches, nacido en torno a 1810 y fallecido en 1890, tuvo una amplia producción, realizada en su mayoría en Roma y en un material "tan del gusto de la época y de la ciudad eterna, como es el mármol de Carrara", según comentó a EFE el escultor Suso de Marcos, que ha llevado a cabo un informe sobre Vilches para la Real Academia de San Telmo. Vilches llegó a ser escultor de Cámara de la reina Isabel II, director de la Academia española de Bellas Artes en Roma y fue designado cónsul de España en Saigón. A raíz del informe de Suso de Marcos el Museo de Málaga se interesó por la pieza, que vendría a cubrir un espacio sobre Vilches vacío en estos momentos.

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