La Alameda Vieja acoge desde ayer y hasta el próximo domingo la III Fiesta Gastronómica, en la que participan un total de 22 hosteleros de la ciudad y que incorpora en esta edición una serie de conciertos que completan la oferta lúdica. Durante su inauguración ayer el delegado de Turismo, Antonio Real, definió la muestra como "una apuesta que viene a dinamizar la oferta gastronómica de nuestros hosteleros y también del centro de la ciudad" y animó a los ciudadanos a disfrutar de una de las actividades de las Fiestas de la Vendimia que más público congrega. De hecho, el responsable de la empresa promotora 'Zona 956', Carlos Landín, manifestó que las pasadas ediciones consiguieron atraer a la Alameda Vieja a entre 35.000 y 40.000 personas, muchas de ellas de otras localidades de la provincia, y este año podría superarse esta afluencia gracias al tirón de los conciertos gratuitos y la programación paralela. Ayer, por ejemplo, actuó Nolasco y hoy lo hará El Canijo de Jerez. "La verdad es que este año es una incógnita. Los conciertos comienzan a partir de las once y media de la noche porque el hostelero busca alargar un poco el horario hasta las dos de la madrugada y si los conciertos funcionan como tienen que funcionar se pueden batir todos los récords".

Landín agradeció el apoyo del Ayuntamiento y también el esfuerzo de los hosteleros "por financiar todo esto, que no es fácil". El funcionamiento es el mismo que otros años: una tapa con una bebida al precio de tres euros, 50 céntimos más que en otras ediciones, una circunstancia que Landín no cree que reste público. "Se trata de tapas muy elaboradas, yo creo que este año la gente se va a dar cuenta de la calidad en la elaboración de las tapas". Agregó que para cualquier hostelero "y eso el público lo debe saber, no es lo mismo servir una tapa en su establecimiento fijo que en un lugar de este tipo al que desplazan personal y tienen que hacer un montaje. Considero que los precios no son abusivos. Si estas ferias gastronómicas se caracterizan por algo es porque el gasto está más controlado, porque todas las tapas son al mismo precio y con un par de tapas se sale cenado".

Para próximas ediciones, el responsable de la empresa promotora afirmó que se baraja unir a la Fiesta la organización de un concurso de la tapa. "El problema es que en las horas puntas los hosteleros se ven desbordados por el público, y cualquier votación sería complicada, pero le estamos dando vueltas a la idea".