La Facultad de Derecho, en colaboración con la Asociación de la Prensa de Jerez, dio el pistoletazo de salida a los encuentros con los medios de comunicación, titulado ‘Campus Media’. Todos los encuentros se realizan en torno a una pregunta. En este primer encuentro, Miguel Acosta ofreció la primera ponencia '¿Dónde comienzan las fronteras entre España y Marruecos'. Antes, Roxana Sáez, presidenta de la APJ, mostró su agradecimiento a la facultad y apuntó que “los periodistas no tienen la obligación de saber de todo, pero sí de informarse y formarse”. Por su parte, Antonio Díaz, decano de la facultad, subrayó que esta iniciativa es una forma de abrirse a la ciudadanía, para lo cual es esencial el trabajo de los comunicadores. 

Ya de lleno en el encuentro, el doctor Acosta, señaló que España posee tratados de delimitación de fronteras con Francia, cuyo límite fronterizo son Los Pirineos, con Portugal (con el Miño y el río Guadiana). La cuestión de Gibraltar aún es candente, y Andorra con el cual, pese a ser un país soberano, no tiene tratado con España, “lo que hay es un acta notarial del siglo XIX”, y finalmente Marruecos.

Acosta advirtió de la complejidad de las relaciones de España con Marruecos. “Se parte de que Marruecos no reconoce ningún territorio de soberanía española en el norte de África, considera que Ceuta y Melilla son territorios ocupados”.

Según explicó el experto, en el siglo XIX se redactaron tratados internacionales de paz en el cual el vencedor imponía una serie de condiciones al vencido. En ellos, desde 1859 y 1891, se reconoce expresamente que Ceuta y Melilla son territorios bajo soberanía española. “España considera que es el título jurídico a la hora de decir que Ceuta y Melilla son españolas porque esos tratados lo reconocen. Con independencia de que Marruecos considere que son tratados impuestos y no le da validez y considera a ambos territorios ocupados”.

La demarcación legal de Melilla viene establecida por las 18 mugas numeradas en romano, que la separan del territorio de Nador, población cercana. Estas mugas sin ningún tipo de elemento que las uniese han permanecido durante todo el siglo XX permitiendo la libre circulación. En 1998, después de la primera avalancha de inmigrantes subsaharianos, se levanta la valla tal y como la conocemos, de tres metros, que se eleva a seis metros en 2005 y, en 2019 hasta a diez metros  en algunos tramos con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Esas vallas no coinciden con las mugas del siglo XIX, hay un importante territorio entre el doble vallado y las mugas. Se calcula que entorno unos 150.000 metros cuadrados que son legalmente españoles se encuentran más allá de las mugas. Deja el territorio español fuera de las vallas y Marruecos considera que es una cesión implícita y ocupa ese territorio con construcciones, tiendas de gendarmes que controlan la inmigración irregular, un foso, según Acosta.

Hasta la fecha, en las actas de las cortes generales, España siempre ha reconocido que más allá de las vallas y hasta las mugas hay territorio español. “Por tanto, el inmigrante que va a saltar la valla ya está en territorio español sin necesidad de encaramarse. El Gobierno español interpreta que para entrar en España debe superar todo vallado, esto es, las dos vallas que forman todo el entramado vallado, tanto en Ceuta como en Melilla, para que ese inmigrante solicite ayuda internacional ya sea figura de asilo o de refugiado. Para otras cuestiones sería territorio español”, instruye el profesor.

Tras los acontecimientos de junio de 2022 ha habido un concepto repetido por los políticos, a su juicio “muy mal asesorados”: ‘tierra de nadie’. “El concepto ‘tierra de nadie’ no existe en el Derecho Internacional, salvo la Antártida que es un territorio bajo legislación internacional. El territorio entre las dos vallas es español a todos los efectos”.

“Estamos ante una dejación de las competencias soberanas por parte de España a la hora de permitir a Marruecos actuar, ya que controla y tiene jurisdicción en los 150 mil metros cuadrados de Melilla y en los 180.000 de Ceuta. Si España basa su soberanía en los tratados del siglo XIX, la demarcación lo está contradiciendo desde el momento en el que reconoce que Marruecos está ocupando legalmente su territorio, está quitando validez a los tratados internacionales que sirven de soporte jurídico para afirmar que Ceuta y Melilla son territorios españoles”. 

El Ministerio del Interior y la Fiscalía han optado por aceptar que ese territorio entre las vallas y las mugas es ya territorio marroquí. Se trata de una cesión implícita y la demarcación, los límites españoles en Ceuta y Melilla coinciden con el vallado a fecha de hoy. Se ha producido, por consiguiente, una cesión del territorio. "Pero Marruecos no puede aceptar esta alternativa, porque de forma indirecta estaría aceptando que Ceuta y Melilla son territorios españoles, e implicaría una nueva relación bilateral en cuanto a la gestión del tratamiento de esos territorios en el norte de África".

“Desde el punto de vista del Derecho Internacional, España ha violado los tratados internacionales de delimitación y ha entrado en una incoherencia. La realidad es que desde 1998 Marruecos, sin ninguna protesta por parte de España, ocupa un territorio español a todos los efectos, a través de la inacción del Gobierno con independencia del signo político”, remachó el ponente.

En el turno de preguntas se resolvieron dudas referentes a la apertura de aduanas y a la responsabilidad de España en el conflicto del Sáhara, entre otras.

La siguiente cita es este martes, 31 de enero, con la ponencia ‘Mapa jurídico del género: ¿Dónde estamos?', a cargo de la profesora María Acale.

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