Garvey prepara la liquidación de sus dos últimas bodegas en Jerez

Complejo Bellavista y Zoilo Ruiz-Mateos saldrán a la venta de forma conjunta a final de verano, sin que se haya fijado aún precio

Protestas en bodegas Garvey en vísperas de la declaración del concurso.
Protestas en bodegas Garvey en vísperas de la declaración del concurso.
Á. E. Jerez

23 de febrero 2013 - 01:00

El próximo mes de abril se cumplen dos años de la declaración de los concursos de acreedores de las principales bodegas de Garvey-Jerez (Nueva Rumasa), el Complejo Bodeguero Bellavista y Zoilo Ruiz-Mateos que saldrán posiblemente a la venta a finales de verano y de forma conjunta.

Los administradores concursales de las bodegas han comenzado a trabajar ya en el cuaderno de ventas de ambas firmas y en los próximos días mantendrán una primera reunión con directivos de las bodegas para abordar el cierre de la fase común del concurso y posterior liquidación de activos, para los que aún no se ha fijado precio.

El proceso está en su fase embrionaria y la venta conjunta se explica en que las dos firmas bodegueras realizan la misma actividad y tienen vínculos patrimoniales pese a tratarse de sociedades distintas, explicaron fuentes jurídicas conocedoras del concurso. Las mismas fuentes indicaron que aún queda mucho para culminar el proceso, al menos hasta septiembre, pues la ley concursal establece una serie de requisitos para la resolución, entre ellos el periodo de incidencias.

Descartada la continuidad de la actividad en manos de Back in Business, sociedad del empresario valenciano Ángel de Cabo -en prisión preventiva desde diciembre por el fraude de Marsans- y actual propietaria de Nueva Rumasa, directivos y plantilla de la bodega confían en que la liquidación se salde con la venta de los activos a algún inversor interesado en mantener la actividad bodeguera, en la que han centrado todos sus esfuerzos los dos últimos años.

En este tiempo, las dos bodegas han visto reducidas sus plantillas a través de los expedientes de regulación de empleo aprobados por el juzgado de lo Mercantil de Cádiz en el curso del proceso concursal, iniciado ante la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones de pago a causa de el pasivo de unos 250 millones que acumulaba la división bodeguera de Garvey-Jerez.

La deuda conjunta de las dos principales bodegas en el momento de la solicitud del concurso ascendía a 216 millones de euros, de los que 125 millones correspondían a Zoilo Ruiz Mateos y 91 millones a Complejo Bodeguero Bellavista. El pasivo se elevaba en otros 8,4 millones con los créditos pendientes de pago de Unión de Grandes Bodegas (UGB), sociedad con sede en Complejo Bellavista desde la que se comercializaban los vinos de todo el grupo Garvey.

Según las cuentas aportadas por Back in Business, el patrimonio neto de las dos principales bodegas del grupo -el valor de los activos menos la deuda- presentaba un saldo negativo de 17 millones de euros, al que cabría añadir otro millón de UGB, si bien, según el mismo balance contable, el saldo final entre las cuatro bodegas de Garvey era de 15 millones en positivo por el neto patrimonial de Teresa Rivero y Valdivia.

En cuanto a los concursos de estas dos bodegas, el de la primera se resolvió con la devolución de la antigua Caydsa a la cooperativa sanluqueña Virgen de la Caridad ante el incumplimiento del acuerdo de compra por parte de la familiar Ruiz-Mateos, mientras el segundo está en vías de resolución tras su salida a la venta por importe de unos 20 millones de euros, estando aún abierto el plazo para la presentación de ofertas.

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