Jerez

González Byass y Emperador cierran la compra de Domecq en 81 millones

  • Las autoridades de competencia de México, principal mercado del negocio, dan luz verde a la operación

  • Ambas compañías sellan así el acuerdo alcanzado con Pernod Ricard en diciembre

Vista de los camiones de la 'Caravana de la Uva' para la elaboración del brandy Presidente de Domecq en México.

Vista de los camiones de la 'Caravana de la Uva' para la elaboración del brandy Presidente de Domecq en México. / Foto del libro 'Antonio ariza cañadilla. un andaluz mexicano'

Domecq y Pedro Domecq ya son oficialmente propiedad de González Byass y Grupo Emperador. La casa del 'Tío Pepe' y la matriz de Bodegas Fundador emitieron ayer un comunicado consensuado en el que hacen oficial la adquisición conjunta a Pernod Ricard de las históricas marcas jerezanas, operación valorada en un total de 81 millones de euros.

González Byass y Grupo Emperador alcanzaron en diciembre un acuerdo con la multinacional francesa para la compra de Domecq, operación que quedó pendiente únicamente de aprobación por parte de las autoridades de competencia de México, que finalmente han dado el visto bueno.

Sólo las tres marcas de brandy de Domecq en México suponen un 50% del mercado en el país

La operación se canaliza a través de Bodega Las Copas, la joint venture entre Grupo Emperador y González Byass fruto del buen entendimiento que existe entre el magnate filipino Andrew Tan y la familia González, y además de Domecq y Pedro Domecq, comprende el negocio de brandy y vino en el mundo vinculado a dichas marcas.

La compra debía pasar el filtro de las autoridades mexicanas de competencia toda vez que México es el principal mercado del negocio de Domecq a través de las marcas Presidente, Don Pedro y Azteca de Oro, así como una bodega de vinos en Baja California.

El acuerdo también incluye, entre otros, los intereses empresariales en Estados Unidos y Brasil, además de en Benelux, donde se comercializa vino de Jerez con la marca Domecq, indica el comunicado consensuado.

Sólo el negocio de las tres marcas de brandy de Domecq en México supone un 50% de mercado en aquel país, con un volumen de 1,2 millones de cajas anuales, según explicó a este medio tras el acuerdo inicial un alto directivo de Emperador.

"Es un orgullo reagrupar de nuevo la marca Domecq en Jerez, recuperar la marca para Jerez", manifestó entonces el responsable de Emperador, quien detalló que el acuerdo se cerró tras un intenso año de negociación, sin que se ofrecieran más detalles del mismo dado el compromiso de confidencialidad suscrito entre las partes.

La marca Domecq vuelve así a Jerez, su ciudad de origen en la que dio nombre a una de las principales bodegas del sector, que tras muchos avatares pasó hace poco más de un año a manos del magnate filipino Andrew Tan, el fundador del Grupo Emperador que decidió rebautizarla como Bodegas Fundador y que posteriormente adquirió también Bodegas Garvey, ampliando así su presencia en el Marco de Jerez.

El acuerdo refuerza la alianza estratégica entre los González y Tan a través de Bodegas Las Copas, participada al 50% por ambas familias y centrada en la elaboración de brandy para el mercado filipino. Entre los activos de Las Copas figuran una destilería en Tomelloso, 275 hectáreas de viñedos de alto rendimiento en Toledo y la mitad de las instalaciones bodegueras del mismo nombre en la salida sur de la ciudad hacia la antigua Nacional IV.

Los 81 millones de euros en los que se cierra la operación distan mucho de los 600 millones que en su día pagó Allied Lyons por la compra de las antiguas bodegas Domecq. La importancia de la marca por aquel entonces se puso de manifiesto con la decisión de la multinacional británica de incorporar el apellido Domecq a su nombre -pasó a llamarse Allied Domecq-.

Eso fue antes de la segregación del negocio, que se produjo tras la llegada de Pernod Ricard y Fortune Brands, que se repartieron los activos del gigante británico, quedándose la compañía francesa con los derechos de la marca Domecq y su filial mexicana Domecq México, mientras que el conglomerado empresarial norteamericano pasó a controlar el negocio de vinos y brandies de Jerez, sus cascos bodegueros y viñedos en el Marco.

Antes de su absorción por la japonesa Suntory, el último propietario de la antigua Domecq hasta la llegada de Emperador, Beam se desprendió de algunas de las principales referencias de la casa -la gama completa del fino La Ina que acabó en poder de Lustau y la de los VOS y VORS 51 1ª, Sibarita, Capuchinos y Venerable, así como los brandies Carlos I y Carlos III, bajo dominio de Osborne- y de otras propiedades como el Palacio Domecq o el Gallo Azul.

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