González Byass corta los primeros 30.000 kilos de uvas para tinto

A falta de unas tres semanas para que arranque la vendimia en el Marco de Jerez, González Byass ha empezado esta misma semana a recolectar las primeras uvas destinadas a la elaboración de vinos blancos y también de tintos. En concreto, este lunes pasado las máquinas empezaron a trabajar en los viñedos de Bonanza para transportar posteriormente las uvas destinadas a la elaboración de 'Cabomar' hasta el lagar de Las Copas, ubicado en el término municipal de Jerez. Unas labores que, además, se están realizando en su mayor parte en horario nocturno, tal como confirmaron desde la firma bodeguera jerezana.

Al mismo tiempo, a esta actividad se le sumó este martes a primera hora de la mañana las labores registradas en la Finca Moncloa de Arcos donde los vendimiadores cortaron las primeras uvas destinadas a la elaboración de tintos. Un cosecha que los responsables apuntaron que será "de muy buena calidad" gracias a que la meteorología ha acompañado a lo largo de todo el proceso y según han podido comprobar ya los responsables durante la recogida de los primeros frutos.

En concreto, en cuanto se incorpore toda la plantilla, se prevé terminar la campaña de tinto en el plazo de 14 ó 15 días como suele ser habitual también durante la vendimia oficial. "Cada día pueden recogerse entre 30.000 y 35.000 kilos de uva cortadas a mano, desde que llegamos a las siete y media de la mañana y hasta que termina la jornada a las dos y media de la tarde", explicaba el capataz Juan Ramírez, mientras que controlaba que todo se desarrollase con normalidad en estos viñedos de Arcos. Unos terrenos donde el sol calentaba ayer martes con especial fuerza: "En otros pagos de la zona de Jerez no se nota tanto el calor porque llega algo de brisa del mar, pero aquí aunque estés parado tienes que sorportar unas temperaturas altísimas", aseguraba Ramírez. De hecho, las cajas y contenedores para recoger la uva se alternaban entre las viñas con cántaros, botijos y otros recipientes llenos de agua para aliviar el duro trabajo de la plantilla de vendimiadores que estaba ayer compuesta por 65 trabajadores y que hoy se ampliará con la incorporación de de 18 personas más. "Las cuadrillas suelen ser de alrededor de 90 personas", apuntaba el capataz.

A diferencia de los que ha ocurrido en las últimas campañas, este año la gran oferta de mano de obra ha frenado el crecimiento de la mecanización de la vendimia. De hecho, en algunos pagos del Marco aún se plantean si realizar parte del trabajo con las máquinas o si se hará mediante el corte manual con vendimiadores. "Aquí se está recogiendo todo a mano, pero a lo mejor se utilizan máquinas, es algo que se está estudiando", confirmaba ayer el capataz Juan Ramírez en las inmediaciones de Finca Moncloa de González Byass, añadiendo que "en anteriores ocasiones faltaba gente para trabajar, pero como éste ha pasado todo lo contrario, pues está por ver cómo se hace toda la vendimia".

En el caso de las cuadrillas, una vez más este año destaca la presencia mayoritaria de mujeres que realizan las labores de recogida y que en el caso de estos viñedos de Arcos, "superan a los hombres". Una característica que ya se ha dado en anteriores vendimias, precisamente ante la 'fuga' de trabajadores principalmente al sector de la construcción. "De todas formas las plantillas suelen estar cerradas con antelación porque los vendimiadores suelen repetir de un año para otro", puntualizaba Ramírez, señalando que hay trabajadores prácticamente de todas las edades.

No obstante, pese a que ya se ha empezado a cortar uva destinada a la elaboración de vinos blancos y tintos, habrá que esperar hasta finales de este mes de agosto o principios del próximo septiembre para que la vendimia comience oficialmente y se generalice tanto en los viñedos de González Byass como por parte del resto de firmas bodegueras y cooperativas que forman parte de las denominaciones del Marco de Jerez. Por el momento, las previsiones iniciales apuntan a una caída de 15% de la producción y auguran una campaña llena de incertidumbres a la espera de que se cierren acuerdos como los relativos al precio de la uva, entre otros. Aun así, habrá que esperar ya que durante la última campaña de 2007, frente a todo pronóstico, la vendimia alcanzó una producción final de algo más de 114 millones de kilos de uva, lo que supuso un aumento del 40% cuando se esperaba entre un 15 y un 20% más.