De Graham Greene a Mo Yan

El Rebusco

Los escritores y el jerez

Una relación de siglos

El Premio Nobel de Literatura 2012, el chino Mo Yan.
El Premio Nobel de Literatura 2012, el chino Mo Yan.
José Luis Jiménez

13 de noviembre 2023 - 05:00

Portada de la edición en español de 'La República del vino', 2010.
Portada de la edición en español de 'La República del vino', 2010.

Nuestros vinos impregnan la cultura en sus diferentes manifestaciones, y en muchas ocasiones ha sido la musa inspiradora de grandes creadores. Para nuestro Rebusco el cóctel de hoy con vino y literatura es una buena combinación.

Son muchos los escritores, y de todos los géneros literarios, que se han interesado por el jerez, tanto en el ámbito privado como bebida recurrente en sus creaciones artísticas.

Es el caso de escritor norteamericano Francis Scott Fitzgerald (1896-1940), cuando le escribe una carta a una conocida en Baltimore: ‘Some night when you´re not too tired, take yourself a glass of sherry and write me as lovely and revealing a letteras you did before’.

En su novela Suave es la noche (Tender is the night) es imprescindible el jerez en la reunión: ‘...se quedó con ellos mientras bebían jerez y comían galletas saladas’.

Millones de lectores en todo el mundo han podido leer la palabra jerez impresa en las obras de destacados autores; y no son pocos los personajes de ficción que se han vinculado con los vinos de la zona, baste pensar en el Falstaff de Shakespeare, o en Fortunato y Montresor de Poe.

¿Cuántas denominaciones de origen de vinos españoles pueden presumir de un historial literario como la nuestra? Las mejores plumas le han dedicado elogios dignos de ser grabados en placas de mármol y distribuidas en los lugares más emblemáticos de la ciudad. Pero lamentablemente no lo hacemos.

Como escribe el profesor de la Universidad de La Rioja Miguel Ángel Muro, en su imprescindible ‘El cáliz de las letras’ (2006), un trabajo donde el jerez salpica muchas de sus páginas: ‘La Literatura supone un observatorio privilegiado para considerar cualquier asunto importante del ser humano’.

Van Johnson con su copa de jerez en 'Vivir un gran amor'.
Van Johnson con su copa de jerez en 'Vivir un gran amor'.

Afirmando lo que sigue en las primeras líneas del prólogo: ‘La relación entre el vino y la Literatura se inicia tempranamente en la historia de la humanidad y se desarrolla de forma estrecha, siglo a siglo, hasta llegar a la actualidad’. El vino de jerez, como hemos demostrado en estos ‘rebuscos’ tiene una posición privilegiada en la historia de la Literatura.

Por eso reiteramos la misma cuestión: ¿Para cuándo un Congreso en nuestra ciudad que analice estas especiales relaciones del jerez con la Literatura?

Mientras tanto, vamos desgranando esta amplia lista con estos tres escritores, tan diferentes entre sí, el inglés Graham Greene, el norteamericano Scott Fitzgerald y el Nobel chino Mo Yan.

Un jerez con Graham Greene

Cartel de 'El fin del Romance'.
Cartel de 'El fin del Romance'.

El escritor inglés Graham Greene, eterno candidato al Nobel, nació en Great Berkhamstead, en Inglaterra, en 1904. Tras sus estudios en Oxford, en historia, se dedicó a tareas periodísticas. En 1929 publicó su primera novela.

Graham Greene supo aunar de forma magistral la intriga, la tensión narrativa y una profunda comprensión del ser humano, lo que le han convertido en uno de los grandes clásicos del siglo XX, y uno de los más leído. La mayoría de sus novelas han sido llevadas a la gran pantalla.

Falleció en Vevey, Suiza, en 1991.

Greene fue un enamorado de nuestro país, sobre todo a partir de su amistad con el sacerdote Leopoldo Durán Justo, con el que recorrió parte de España entre los años de 1976 a 1989. Aunque su interés por el jerez ya venía de atrás, y es en su primera novela Historia de una cobardía (The Man Within), de 1929.

Fue llevada al cine en 1947, pero no hemos podido visionarla.

El joven Andrews invita a una bebida al extraño que se encuentra en un local. a lo que ese replica que le importaría: ‘that he would not mind a glass of sherry’.

Maggie Smith y su ‘sobrino’ beben jerez en 'Viajes con mi tía'.
Maggie Smith y su ‘sobrino’ beben jerez en 'Viajes con mi tía'.

Una vez que este hubiese saboreado el jerez en su boca: ‘turning the sherry gently on his tongue’.

Esta persona puso la copa con cuidado al bore de la mesa: ‘he stranger out down his glass of sherry carefully on the edge of the table..’..

Unos años más tarde, en 1935, publica Inglaterra me hizo (England made me), cuya acción transcurre en Suecia.

Edición inglesa de 'Monsignor Quixote', 1984.
Edición inglesa de 'Monsignor Quixote', 1984.

El escritor describe esta escena: ‘...en un puente gris, y bajo una vistosa sombrilla, un hombre disponía su puesto ambulante de botellas de agua mineral, jerez con sifón y limonada’. En ese momento Lee pide a su acompañante: ‘Quiero un poco de jerez con sifón’.

El mismo año, con motivo del Jubileo del reinado de George V, escribe un relato corto en la revista Time and Tide, El jubileo (Jubilee).

Donde dos antiguos amigos se reconocen en un pub. La mujer, Amy, ofrece un jerez a Chalfont: ‘Tome otro jerez, querido, tiene usted un aire un poco tristón’. Y se atreve con una segunda: ‘Bueno, quizás otra copita. Tal vez me haga bien’.

Continuamos en los años ‘ 30 con Brighton, parque de atracciones (Brighton Rock, 1938).

En la terraza de Grand el escritor describe a: ‘Un caballero de pelo canoso, tez empolvada y lentes de pinza, con apariencias de político retirado, permitía que la vida se deslizara delante de su nariz, muy digno y soñoliento ante su copa de jerez’. En plena guerra mundial tiene lugar El ministerio del miedo (The Ministry of Fear). Cuando Digby se encuentra en la consulta del doctor Forester, éste abre con llave un armario, de donde saca una copa y una botella de jerez, exclamando: ‘Esto le sentará bien’, a la vez que le llenaba la copa.

-Tío Pepe - dijo Digby, bebiéndola de un trago.

-Ve usted - dijo el doctor - las cosas vuelven.

-¿Quiere otra copa?.-

-No, beber esto como medicina me parece un pecado.

Del libro a la pantalla

Alec Guinness en el film 'Nuestro hombre en La Habana'.
Alec Guinness en el film 'Nuestro hombre en La Habana'.

En las adaptaciones al cine de algunas de novelas de Greene el jerez, cómo no, se hace presente en la pantalla.

Lo bebe el actor Van Jonson en Vivir un gran amor (1955), de Edward Dmytrik; como también el Maurice Bendrix en la nueva adaptación de la novela El fin del Romance (The End of the Affair,1951). Esta vez con Ralph Fiennes, en 1999.

El personaje explica en dos líneas los problemas del jerez en 1939: ‘Nos veíamos por vez primera, bebiendo un mal jerez de Sudáfrica a causa de la guerra de España’.

En la Cuba de los últimos años de Batista se desarrolla la historia de Nuestro hombre en La Habana (Our man in Havan, 1958).

Graham Green ante una copa de vino, posiblemente jerez.
Graham Green ante una copa de vino, posiblemente jerez.

Jim Woirmald es un espía pusilánime, al que da vida Alec Guinnes. En una recepción oficial, un camarero le ofrece: ‘¿Un whisky?, ¿Un jerez?, Un Old Fashioned?. Lo que guste’.

Parte de la película Viajes con mi tía, de 1972, se rodó en España. Es la versión del mismo título del relato de Greene de 1969, donde el jerez se pide en ocho ocasiones.

Maggie Smith

Grahm Greene en España, durante el rodaje de 'Monsignor Quixote'.
Grahm Greene en España, durante el rodaje de 'Monsignor Quixote'.

, como Augusta Bertram, alecciona a su tímido sobrino sobre los placeres de la vida: ‘I ordered sherry and my aunt said she would like a port and bran'.

Finalizamos con El factor humano (The Human Factor), adaptada por Otto Preminger en 1979. El texto fue escrito por Greene un año antes.

Richard Attenboroug como el coronel John Dantry, comparte mesa con su hija, con la que había quedado a comer: ‘Era extraño pensar que había habido una vez en que él y su mujer fueron lo bastante próximos para compartir el espasmo sexual del que había salido aquella joven belleza que con tanta elegancia bebía su Tío Pepe’.

Mo Yan, el nobel chino

Fotograma de 'El factor humano'.
Fotograma de 'El factor humano'.

Ha sido toda una sorpresa encontrar el jerez en una de las novelas del escritor chino Mo Yan. La pista me la proporcionó el dueño una librería de lance de Jerez Evaristo Montaño, que desde ahora incorporo a mi lista de corresponsales.

A Mo Yan se le puede considerar el primer escritor chino que recibe el premio Nobel de Literatura. Su obra, ‘La república del vino’, fue publicada en China en 1992, pero la versión en español no vería la luz hasta el 2010.

Ralph Fiennes, en 'El fin del romance', se ve privado del jerez original.
Ralph Fiennes, en 'El fin del romance', se ve privado del jerez original.

En el capítulo del libro ‘Nidos de golondrinas’, donde se habla de suegra, Mo Yan evidencia un buen conocimiento del jerez cuando un cierto olor le sugiere este pensamiento: ‘Al principio asumí que fue el hecho de que mi suegra había nacido en una familia de recolectores de nidos de golondrina lo que hizo que fuera más como el jerez oloroso (una bebida única, de color uniforme, añejo, con cuerpo, de sabor dulce y sedoso, un vino ideal para una bodega y que mejora con la edad), que como el vino rústico hecho de batata...’.

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