Jerez

La Guardia Civil ejecuta el desahucio de una mujer y sus dos hijos

  • Una vecina de Mesas del Corral, una barriada de La Barca, fue desalojada ayer de su casa "por los impagos de mi hermano"

Si el pasado miércoles fue una familia de Caulinas la que tuvo que enfrentarse a una orden de desahucio -que finalmente fue prorrogada hasta el día de hoy-, ayer le tocó el turno a una vecina de Mesas del Corral, una barriada de La Barca, donde la Guardia Civil procedió al desalojo de Isabel Cañas y sus dos hijos de la casa donde habitaban, aunque ella asegura que "es un error", pues al que deberían desalojar "es a mi hermano, no a mí".

El asunto es peliagudo. La casa de Isabel está ubicada en un terreno propiedad de sus padres, dividido a día de hoy en seis partes, cada una de ellas con su correspondiente vivienda, que dan cobijo a la mayoría de los ocho hermanos que componen la familia Cañas Valderrama. Desde hace 16 años, la propiedad de una de esas viviendas, concretamente la de Salvador Cañas, hermano de Isabel, está en el aire, a raíz del divorcio entre éste y su ex esposa, que le reclama la propiedad del inmueble.

En este hecho es en el que se basa Isabel para asegurar que su desahucio ha sido una "equivocación", pues ella, divorciada, parada desde hace medio año y con dos hijos menores de edad a su cargo, está desde ayer por la mañana "en la calle" por un "error de la jueza, que debería desalojar sólo la casa de mi hermano".

La afectada denunció que el desahucio se produjera "por la fuerza", pues según Isabel Cañas, "nos sacaron de mi casa a empujones, a mí, a mi hijo de 15 años, a mi madre y a la novia de mi sobrino, que está embarazada". Como consecuencia del uso de esta "fuerza" empleada por la Guardia Civil en el desarrollo de sus funciones, Isabel aseguraba ayer que tenía "varios moratones en los brazos y en la espalda".

Las pertenencias de la desalojada, al pasar la vivienda a manos de otra propietaria, fueron sacadas del inmueble, por lo que la calle General de la sierra de Mesas del Corral lució una curiosa estampa, al encontrarse la calzada 'amueblada' con los enseres de Isabel.

El desalojo tuvo lugar a raíz de un auto dictado por la jueza encargada del caso, que dio la razón a la ex esposa de Salvador, actual dueña del inmueble a ojos de la Justicia. Esta jueza solicita a Salvador 54.000 euros para entregarle la vivienda en propiedad, por lo que ante la imposibilidad de abonar este dinero, se procedió ayer a este temido desahucio que acabó con Isabel y sus dos hijos con todas sus pertenencias en la puerta de la que hasta ayer -según la jueza, aunque "erróneamente" según Isabel- , era su casa.

Sin embargo, la barqueña 'encontró' ayer un techo bajo el que pasar la noche, concretamente el del porche de su casa, donde ha dormido dentro de varias tiendas de campaña acompañada de sus hijos, su madre y una cuñada.

Durante la mañana de hoy, Isabel tiene pensamiento de dirigirse a los Juzgados para "arreglar este malentendido", pues reitera una y otra vez que "yo no tenía que haber sido desalojada de mi casa. Todo esto forma parte de un gravísimo error".

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