Hablemos de perspectiva de género
Proyecto Hombre impulsa a través de su Proyecto Joven la iniciativa 'Un cafelito para el alma', donde trabajan de forma transversal la correcta educación en valores y de igualdad
Este mismo año un estudio elaborado entre la Secretaría del Estado de Igualdad y el CIS revelaba que uno de cada tres jóvenes españoles de entre 15 y 29 años considera "inevitable" o "aceptable" la denominada violencia de control. Es decir, una actitud basada en imponer su criterio y decir a su pareja lo que puede o no puede hacer en su vida familiar y social y que en un alto grado de casos desencadena otros tipos de violencia. Esta esa la base de los comportamientos que Proyecto Joven, una de las patas de Proyecto Hombre, trata de erradicar o reconducir a través de la iniciativa 'Un cafelito para el alma', que se desarrolla en su sede de la calle Pizarro.
Este 'cafelito' está servido por Mari Carmen Tocón, la directora del programa adolescente de Proyecto Joven y Bibiana Ortega, educadora social y voluntaria educadora en género de la ONG jerezana. El proyecto fue impulsado hace tres años cuando Bibiana apreció la necesidad de trabajar la perspectiva de género de una forma transversal con los grupos de chicas que acudían a Proyecto Joven. En palabras de la directora del programa adolescente, "uno de los comportamientos que lleva a las chicas a tener conductas de riesgo es no tener trabajado el género de una forma sana".
Hay que recordar que Proyecto Hombre trata a jóvenes de entre 12 y 23 años por problemas de conducta a nivel de agresividad, con problemas en el control de impulsos, de consumo de sustancias tóxicas, en las tecnologías... "Todo lo que implica tener comportamientos inadecuados que lleven a tener problemas en su área familiar, personal, social o de fracaso escolar, por ejemplo", explica Tocón antes de añadir que "trabajamos con chicos y chicas, con familias fundamentalmente, esa aceptación de normas y límites que les llevan a no tener o no saber parar ante una situación de riesgo y dentro de esos comportamientos está el desvío que hay con el tema del género. Las niñas tienen un gran problema con la perspectiva de género".
En palabras de la educadora social, la violencia machista es la "última de las consecuencias" de la mala perspectiva de género, pero "hasta llegar a la punta de la pirámide hay toda una escalera de violencia. Y bueno, ahora estamos viendo el tema de las redes sociales, que es muy peligroso porque además no se puede cuantificar el impacto que tiene en las chicas y los chicos, aunque sobre todo en ellas porque en esta educación que tenemos son las más que padecen la violencia". "Es importantísimo trabajar esta materia -reivindica Bibiana Ortega-. Se lo digo a las instituciones públicas para que nuestros políticos tomen conciencia: necesitamos dinero para trabajar el género. ¿Por qué? Porque el resultado lo estamos viendo. Llevamos 60 asesinadas este año y muchísimas de ellas jóvenes, ¿qué más necesitamos?".
Pero ¿cómo es posible crear o redirigir una conciencia de género? "Desde la prevención. Hay que trabajar la perspectiva de género y Proyecto Joven sabe de esta importancia y sí contribuye a la intervención terapéutica con el trabajo en educación en valores, en educación de igualdad y ahora vamos a entrar también con los chicos".
Un ejemplo de conducta machista entre los jóvenes y relacionado con las redes sociales es el típico 'me molesta que me chica tenga tantos tíos en el Facebook', según Ortega "son comportamientos que ni madres, ni padres, ni educadores somos conscientes de la gravedad del asunto, de ese mensaje que se está dando. O trabajamos desde los cimientos o sino no sé dónde vamos a llegar. Las estadísticas están ahí, tanto que le gustan a los políticos. La violencia de género cada vez tiene más cara de joven. Cara de chica". "Nosotros hemos visto un retroceso en ese sentido -sentencia Mari Carmen Tocón-. De hace unos años para acá se manifiesta cada vez más el machismo que hay. Son conductas que parecían que estaban un poco ligadas a otros tiempos, mejoradas o disminuido y estamos encontrándonos a chicos jóvenes o niños súper pequeños que son más machistas que generaciones anteriores".
Entre la causa de este repunte de violencia machista entre los jóvenes, la directora del programa adolescente esboza que "cuando hay algo que hace menos ruido creemos que se está solucionando y a lo mejor es que está solapado o está tapado por equis circunstancias que hace que me entere menos. Yo me doy cuenta que eso no se ha trabajado, es mentira, no se consiguió la igualdad. Aún sigue existiendo desigualdades laborales entre hombres y mujeres pero estoy hablando de comportamientos de respeto dentro del seno de una familia. Ahí el machismo es enorme, y entre los adolescentes es bastante preocupante y asusta. Hablan con posesión". "La concepción que tienen las chicas del amor romántico... ¡Por Dios! -salta la educadora social-. Si sabemos que es uno de los desencadenantes de la violencia de género".
"A mí no me gusta hablar de causas ni consecuencias sino de porque me va a reflejar una enfermedad y la enfermedad que me está mostrando es que no tenemos conciencia de género. Las mujeres le importamos muy poco a las instituciones. A mí me matan cuando matan a una mujer, pero también a un hombre y una sociedad. Somos democráticos y libres, creo que en la justicia social y son valores de los que no se habla.
No es cuestión de estar en contra: fórmate, conciénciate y ponte las gafas violetas de la violencia de género porque solo así tanto profesionales como grupos políticos vamos a saber intervenir con la violencia machista".
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