Las Hermanas de Belén han escrito una carta de despedida tras anunciar su marcha del Monasterio de La Cartuja de Jerez. La misiva, firmada por la Hermana Fuensanta y la comunidad de Jerez, dice así:

"Queridos amigos:

¡Que la Paz del Señor custodie corazones!   

El próximo 19 de marzo, festividad de San José, se cumplirán 22 años de nuestra llegada a la Cartuja, respondiendo a la llamada de Don Juan del Río, entonces obispo de Jerez. Ante la inminente marcha de los monjes cartujos, Don Juan buscaba una comunidad que pudiese continuar la tradición monástica de oración.

A lo largo de todos estos años, nos hemos sentido muy acogidas y sostenidas por la diócesis y por el pueblo de Jerez, de los que tanta ayuda material y espiritual hemos recibido. Hemos vivido una relación muy fraterna y profunda con el obispado, tanto con nuestro querido Don Juan del Río, como con Don José Mazuelos que ha sido un padre para nosotras durante 11 años, y con Don José Rico Pavés, nuestro obispo y padre en la actualidad.

Pobremente, hemos intentado que este monasterio fuese, para todo el que se acercaba a él, un lugar de encuentro con el Señor, pero una pregunta ha estado siempre presente en nuestros corazones: ¿podemos vivir, siendo fieles a nuestra vocación de "comunión fraterna en el desierto", cuando la soledad y el silencio del claustro se ven perturbados cada vez más?

En efecto, a la proximidad y el ruido de las carreteras, el paso frecuente de aviones y un entorno del monasterio cada vez más poblado, se une el desafío constante del mantenimiento y restauración de este gran monumento histórico.

Nuestra comunidad ha hecho un camino de discernimiento acompañada por nuestro obispo y sus colaboradores y por las hermanas responsables de nuestra Familia monástica. Después de mucha oración, por fidelidad a nuestro carisma, hemos decidido, no sin dolor en el corazón, que ha llegado el momento de dejar este querido monasterio. Os comunicamos esta noticia sin saber la fecha exacta en que nos iremos, pero será en el transcurso del año 2024.

Desde hace casi 40 años nuestra Familia Monástica ha estado presente en España. Para nosotras esta presencia sigue siendo importante. Dejamos a la providencia de Dios encontrar un lugar que nos permita vivir nuestra vocación en el desierto permaneciendo fieles a nuestra misión en la Iglesia, para alabanza y gloria de la Santísima Trinidad. Ponemos también en manos de Dios y de la Virgen María que esta Cartuja siga siendo una casa de oración y de encuentro con Dios.

Hoy os pedimos que os unáis a nosotras para que juntos podamos vivir como una "ofrenda" nuestra partida, que vemos como Voluntad de Dios. ¡Cómo no dar gracias al Señor y bendecirle por todo lo que hemos vivido aqui en estos 22 años rodeadas de tanto amor y sostenidas por la oración y la ayuda incondicional de cada uno de vosotros! Encomendémonos todos, vosotros y nosotras, a la Virgen Maria, nuestra Madre".