La Historia, roja, se repite

SI, la Historia, está comenzando a repetirse de un modo inquietante. El Partido Comunista español, en silencio mientras Zapatero y sus ministros cavaban la tumba en la que ahora yacemos, vocifera consignas infames ahora que la derecha democrática ocupa el poder que ha ganado limpiamente en las urnas.

No importa, a él, a Cayo Lara y su caterva, les da absolutamente igual eso de la "democracia" y la "libertad". Para ellos, son simples consignas que manipulan a su antojo para atraer a los cuatro pánfilos de turno o engañar a los tres imbéciles que aún comulgan con hoces y "martinis", que no martillos. Cayo y los suyos, y los que aplauden sus consignas bolcheviques, y los que ríen sus exabruptos, y los que salen en "su foto porque resulta muy "inconformista", "queda muy progre" o, simplemente,"da un puntito muy bueno"; todos, avalan, amparan o actúan como vulgares trileros de una ideología que carga sobre sus execrables espaldas con más de 100 millones de muertos, siglos de insondables sufrimientos, atroces torturas, represión brutal y, lo peor, el veredicto, firme e inapelable, de culpabilidad cierta de una incontestable sentencia contrastada por la Historia y dictada por la Humanidad. Nada bueno trajeron nunca ni nada provechoso, justo y duradero podrán nunca traer. Utilizan la libertad, que pregonan pero no dan, como medio para encaramarse en el poder, ese poder sin el que no saben vivir, ese ansia enfermiza que les corroe y les empuja a justificar los medios por el fin y mirar luego a otro lado, esa obsesión, endémica en los que abrazan la hipocresía como religión monoteísta y excluyente, ese poder que, luego, sólo por la fuerza dejarán. No, no os queremos con nosotros.

Cayo Lara ha dicho que "hay que conquistar en la calle lo que no podemos conseguir en el Parlamento", para, continúa, "evitar el rodillo del PP". Un concejal de IU, Jorge García Castaño, apuesta por empalar a Toni Cantó, portavoz de UPyD, por unas declaraciones -no importa ahora que tuviese razón o estuviese equivocado, son sólo opiniones, ¿empezamos a empalar a la gente por lo que diga?-. Las Juventudes de IU quieren ilegalizar UPyD por las mencionadas declaraciones de su portavoz. Gaspar Llamazares, el lumbrera del comunismo occidental, quiere "inhabilitarlo para cargo público" porque, dice, "no soy partidario de penar". Es que, como ven, ni saben disimularlo ni lo pueden evitar, a la primera de cambio resurge el monstruo que llevan dentro, ese que impone y no escucha, ese que ordena y no permite, ese que prohíbe y no deja, ese que amordaza, ata, apalea, encierra y fusila, ese que asoló la Rusia de la Unión Soviética con todas las repúblicas asiáticas anexionadas y media Europa también, China, Vietnam, Corea, Laos, Camboya, Cuba… esos lugares en los que nadie, más que los "camaradas" gobernantes, quiso o quiere vivir. Puro cinismo, pura basura ideológica, pura imposición enfebrecida. No, no os queremos aquí.

Cayo Lara olvida, ya sé que no -eso, es lo malo-, que si el PP tiene mayoría absoluta para gobernar y legislar por cuatro años, es porque, precisamente, la mayoría absoluta de los españoles, con plena libertad, así lo ha querido. Ahora, él, porque sí, quiere quitarnos, en la calle, lo que la voluntad del pueblo ha instaurado en el Parlamento; me dicen, por favor, ¿cómo llamamos a esto? Yo les puedo escribir, si quieren, tres folios de corrido con adjetivos definitorios y los sinónimos correspondientes incluidos... Me dicen, por favor, ¿qué hacemos? ¿dejamos que el Cayo Lara de turno nos avasalle, se pase las Instituciones por la hoz y la Constitución por el martillo y nos encarcele a todos -la mayoría absoluta- los que no pensamos, ni pensaremos nunca, como él y los suyos, en el gulag al que tan aficionados eran sus correligionarios soviéticos? ¿O, si el Cayo Lara de turno, y los suyos, salen a la calle a quitarnos lo que, la mayoría absoluta, hemos colocado en el Congreso y el Senado, salimos nosotros a que nos lo devuelvan, si o también, "explicándoselo" en el único lenguaje que entienden a la perfección? Pues eso, la Historia, parece que empieza a repetirse y, ya saben que "el pueblo que olvida la suya, está condenado a repetirla", al menos, eso es lo que dice el refranero.