Homenaje de La Salle Buen Pastor a la profesora Pilar Puerta
Se descubrió una placa conmemorativa en la portada de la Sala Magna del centro de la calle Antona de Dios, que pasa a denominarse ‘Salón de Actos Pilar Puerta’
Éxito de la IX Carrera Urbana Upacesur
Con motivo del tradicional festival dedicado a Santa Cecilia, la comunidad educativo del colegio La Salle Buen Pastor brindó el pasado viernes un homenaje muy especial a su profesora emérita Pilar Puerta Vizcaíno. En el marco de esta celebración, se descubrió una placa conmemorativa en la portada de la Sala Magna del centro de la calle Antona de Dios, que pasa a denominarse ‘Salón de Actos Pilar Puerta’, y así reza en la distinción entregada: “Tu entrega y pasión por la educación es la melodía de la música y la magia que nos entregas. Gracias por tanto”.
El colegio subraya que “es este el merecido reconocimiento de sus 38 años, en los que nuestra querida profesora ha marcado con trazos de humanidad a los alumnos de este centro lasaliano, y ha sido el indeleble ejemplo profesional de sus muchos compañeros. Ya que este tributo no es un recuerdo, sino la exposición permanente de un ejemplo vital que queda para siempre en el espíritu de La Salle”.
Los más de 300 alumnos del segundo ciclo de Secundaria, Formación Profesional Básica y Bachillerato han convivido durante semanas en la preparación de este festival de las artes escénicas y “han desarrollado, con una valentía y entrega encomiables, unas muy diversificadas actuaciones de música de ayer, de hoy y de siempre, baile, interpretación y parodia, que han sido el deleite de una comunidad que esperaba con avidez este renovado y tradicional tributo a la patrona de la música, tras dos años de ‘barbecho’ por la crisis epidémica”.
Añade el centro que “en nuestra pequeña historia, uno de los personajes que más trabajó por el engrandecimiento de este día tan especial en nuestras agendas fue Pili Puerta. Por ello, para muchos antiguos alumnos el Festival de Santa Cecilia y el nombre de la egregia profesora van unidos. Personificación de la sensibilidad educativa, el mimo en los más nimios detalles de sus clases de Historia e Historia del Arte y la permanente innovación docente. Fue una ventana a la vida y al saber, fue la sonrisa que abrazaba diariamente a sus alumnos, un corazón generoso, y una mirada limpia y maravillosa que sabía extraer lo mejor de cada persona”.
También te puede interesar
Lo último
El mundo de ayer
Rafael Castaño
Una línea en la pared
¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Grandes palabras
La ciudad y los días
Carlos Colón
Por el bendito nombre que nos reúne
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por Restalia