RESERVA FLAMENCA

"Hoy en día para escuchar buen cante hay que ir a ver baile"

  • El cantaor jerezano David Carpio presenta el próximo 25 de julio en Los Claustros 'Mi verdad', su primer disco y con el que defiende "lo nuestro, el cante de toda la vida"

-¿Nervioso conforme se acercan los días?

-La verdad es que sí, uno sabe la responsabilidad a la que se enfrenta cuando el protagonista del espectáculo es uno mismo. Enfrentarse a un toro así no es fácil, pero bueno, también tengo muchas ganas y mucha fuerza. Quizás me preocupa más cómo va a responder el público, que espero que bien, porque aparte de mí tendré la colaboración especial del maestro Gerardo Núñez y Andrés Peña, aparte de Manuel Valencia, la percusión de Cepillo y todo el elenco de palmeros que componen Chícharo, Bo, Macano y Javier Peña. Tampoco puedo olvidar a Fermín Lobatón que hará de presentador. Desde aquí agradecer su colaboración que tan importante es para mí.

-¿Es éste su gran reto personal?

-Sí, por supuesto. Esto es como el que se enfrenta a seis toros en una corrida. Lo bueno de todo es que me ha cogido en una etapa de mi vida fuerte en ese sentido y quiero demostrar que no soy de medias tintas, que defiendo este flamenco tan nuestro, clásico y puro, y llevarlo por bandera.

-Para el que piense ir el próximo viernes, ¿hablamos de un recital al uso o algo más?

-Yo creo que algo más, sólo por el hecho de contar con las colaboraciones de Gerardo y Andrés. Luego, para mí, sin ningún tipo de duda, habrá un antes y un después en mi carrera artística y eso quedará plasmado en esa noche en la que espero también que el público perciba que es algo más que un recital al uso. En los tiempos que corren, sólo por el hecho de estar ahí es importante, pero ya digo, es la oportunidad para reivindicar y expresa mi manera de ver y entender el cante flamenco.

-¿Qué da más miedo, cantar en Los Claustros en un acto en el que uno presenta su disco o hacerlo en Villavivencio sin micro y en el Festival?

-Bueno, si te digo la verdad miedo no tengo ninguno, sí respeto. Estoy convencido de que si yo estoy bien de facultades no me importa estar en cualquier tipo de escenario.

-Si porque facultades ya demostró en el pasado Festival en algunos espectáculos incluso estando con la garganta fatal...

-Bueno, eso es algo que no sabe todo el mundo. Lo pasé mal, la verdad y ahora se ve de una manera distinta, pero el día que tenía que actuar con Manuel Liñán, que además estrenaba, pensaba que no iba a poder cantar. Incluso mi médico, que además se llama Manuel Torre (risas), me dijo que iba a ser complicado. Afortunadamente, pasé la prueba y me encontré bastante bien.

-¿Por qué Gerardo Núñez y por qué Andrés Peña?

-Porque aparte de sentir algo especial con ellos cuando me subo a un escenario, me han demostrado y me demuestran que están ahí conmigo y que apuestan por mí. Aparte, me une una muy buena amistad con ambos, y encima son jerezanos. De Gerardo qué voy a decir, que es un maestro y para mí uno de los guitarristas más importantes del momento, y de Andrés igual, a la vista está que se llevó este año premios en el Festival.

-En situaciones como esta es bueno estar arropado...

-Claro, y encima si todo te cuesta mucho esfuerzo. A la larga esto es bueno para uno mismo porque me hace esforzarme más y exprimirme al máximo. Luego, si encima cuando levantas el teléfono hay gente que está ahí contigo, como me pasa con Gerardo, con Andrés, con Manuel Valencia, con los palmeros, con Rafael Agarrado, coordinando un poco este gran lío para mí, y como me pasó con Morao en su día, me llena de orgullo.

-Ese esfuerzo del que habla para subir cada peldaño, ¿ha hecho que su cante sea distinto?

-Yo creo que sí, eso siempre se ha dicho en el flamenco, y quien tiene un camino de rosas expresa el cante de otra manera. Y no digo que esté mal. Por ejemplo, yo tengo un hijo y uno siempre intenta hacerle la vida más fácil, da la vida por él. No voy a decir que por pasar fatigas yo ya sea mejor que otro que no pasa fatigas, eso es incierto, lo que sí es verdad es que luego la gloria creo que es mayor. El hecho de decir 'eso lo he conseguido yo' sabe mejor. Es como el que tiene un campo, tiene plantados sus tomates, sus papas y sus lechugas y cuando lo come te sabe a gloria porque todo ha crecido con el esfuerzo de uno, y además uno sabe lo que se está comiendo. Aquí es igual, yo sé lo que le estoy dando al público.

-Sacó usted el disco en marzo y ahora que estamos en julio, ¿ha cambiado mucho 'Su verdad' en el cante?

-No, mi verdad nunca ha cambiado porque desde que mi madre me echó al mundo siempre he sido así, no me ando con tapujos ni , soy un hombre bastante claro, para bien o para mal. Sí que con los años soy una persona más comedida y menos visceral o impulsivo que hace unos años. Mi verdad la llevo conmigo, aunque quizás a la hora de sentir el cante ha cambiado algo porque uno va evolucionando. Pero eso no lo tengo que decir yo, eso mejor que lo diga el público.

-Del 2014 supongo que no se quejará porque su agenda no da para más...

-La verdad es que sí, me puedo llamar dichoso porque como está la cosa el trabajo no me falta. Quizás a lo mejor no tanto cantando solo pero gracias a Dios voy con muy buenos artistas y estoy bastante contento.

-Arriesgó mucho cuando grabó el disco al apostar por una grabación en directo. El hecho de que la gente e incluso la prensa especializada lo haya acogido de manera grata eso reconforta, ¿no?

-Cuando decidí en su momento apostar por un disco en directo tenía esa incertidumbre. Afortunadamente, me he llevado una grata sorpresa cuando he visto que los medios y sobre todo la prensa especializada y los entendidos, como se dice, lo han recogido bien. Antes que cantaor soy aficionado, me gusta mucho el cante, y bajo mi punto de vista el flamenco está falto de esa verdad del artista, del tú a tú, por eso cada día que pasa estoy más convencido de que fue un acierto grabarlo en directo. La prueba está en que últimamente se están poniendo de moda esos ciclos con el cantaor y el guitarrista cara a cara. Espero que se mantenga, porque eso es lo bonito del cante.

-Y después del directo, ¿se plantea el estudio para el futuro?

-Sí, es algo que ya tengo en mente, pero todavía es pronto.

-Siempre se distingue al cantaor para el baile y al cantaor de delante, pero tal y como están las compañías se le da bastante importancia al cante...

-Hoy día para escuchar buen cante hay que ir a ver baile porque gracias al baile estamos ahí. Además, me gusta que digas cantaor para el baile porque a mí lo de cantaor de atrás es una expresión que no me gusta nada. O se es cantaor o no se es cantaor, y uno tiene que demostrarlo tanto para el baile como cuando estás delante o cuando vas, como ocurre en mi caso, con el maestro Gerardo Núñez acompañando su espectáculo. No tiene que haber un cantaor para una cosa u otra, eso es un error porque el que es aficionado echa la vista atrás y ve que Antonio Mairena o El Serna, por poner un ejemplo, cantaron para el baile, y he de decir que gracias a eso vivimos nosotros también, porque yo no puedo vivir con cinco o seis recitales al año.

-Después de bastantes años de experiencia, ¿nota que los artistas le valoran más?

-Sí, recuerdo que cuando volví a Jerez después de estar años fuera mucha gente no me conocía, también he de ser sincero y he de decir que todo viene cuando tiene que venir, no antes. Ahora sí que noto el respeto que se me da, ya luego el valor hay que ganárselo.

-Acaba de terminar un curso de cante con Gerardo en Sanlúcar, ¿cómo ha sido la experiencia?

-Muy positiva. Como he dicho soy un gran aficionado al cante, y encontrarte con gente que tenga esa ilusión por aprender y conocer me llena de orgullo y satisfacción, como decía el anterior rey (risas). A mí es algo que me gusta porque tengo paciencia y me gusta que los alumnos lo pasen bien y entiendan todo. Ya este invierno hice algo parecido en París y tuve muchos alumnos.

-¿Y qué pide el alumno?

-De todo, aunque por ejemplo esta vez en Sanlúcar me han pedido mucho soleá de Jerez. Han escuchado el disco y como hago ahí cosas de Juanito Mojama, de Frijones me lo piden. A veces es increíble cómo te conocen, e incluso en ocasiones me he encontrado con alumnos que tenían cosas mías de hace años grabadas y yo ni lo sabía, como me ocurrió hace poco en Japón. Además, te encuentras de todo, desde alumnos jóvenes de 20 años hasta personas con 60 años como he tenido en Sanlúcar.

-El gobierno quiere regularizar la situación laboral de los artistas, ¿qué opina de eso?

-Creo que no se ayuda en demasía a los artistas. Yo pago cada mes 280 euros de autónomo, más el IVA cada tres meses y la gestoría. A veces uno lo pasa mal porque no siempre tienes el mismo trabajo todos los meses para poder hacer frente a esos gastos. Es una lástima que el flamenco no se fomente ni se respete en este país como debiera.

-Hace unos días falleció Manuel Carpio 'El Garbanzo'. ¿Qué recuerdo le queda de él?

-Hombre, yo personalmente no he tenido vivencias con él, sí que en alguna ocasión he hablado con él del cante y demás pero de otra cosa lo que sé lo sé por mi padre, que estuvo muy ligado a él. El Garbanzo ha sido uno de los cantaores de Jerez con más pellizco, de mucha fuerza y mucho temperamento. Me identifico con él porque se entregaba y cuando cantaba lo daba todo, ese es el cante que yo defiendo. Luego, era una persona muy noble y muy humilde. Hasta cierto punto que creo que a Manuel Carpio se ha infravalorado, ha muerto sin pena ni gloria siendo uno de los mejores cantaores que ha dado esta tierra. Eso suele pasar aquí en Jerez y duele, esperamos a que se mueran para hacerles el reconocimiento.

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