Iconos para un vino

El Rebusco

Retratos del jerez

Miradas a un tiempo pasado

José Ignacio Domecq González y Manuel Domecq Zurita recogen en Roma el premio Mercurio de Oro.
José Ignacio Domecq González y Manuel Domecq Zurita recogen en Roma el premio Mercurio de Oro.
José Luis Jiménez

21 de febrero 2022 - 04:44

Jerez/LA iconografía se define como la descripción del tema o asunto representado en las imágenes artísticas, así como de su simbología y los atributos que identifican a los personajes representados.

De acuerdo a otra definición o acepción sería la descripción de imágenes, retratos, cuadros, estatuas o monumentos, y especialmente de los antiguos.

Para nuestro rebusco de hoy hemos seleccionado, según nuestro personal criterio - y no ha sido fácil - , una tanda de imágenes y retratos que bien pueden representar una parte importante de la historia de nuestros vinos.

Imagen de venenciador en un cartel de Osborne.
Imagen de venenciador en un cartel de Osborne.

Retratos donde las estáticas figuras de hombres y mujeres parecen emerger de un pasado no tan lejano, y a los que aquí recordamos, ya sean por sentimiento, amistad o por relación familiar.

Disfrutemos de los trabajos de aquellos artistas que contribuyeron a crear ese imaginario de nuestros vinos, con marcas y bodegas, con proyección internacional.

Arte y publicidad

La actividad comercial en tormo a los vinos y destilados del Marco del jerez propició un importante movimiento a la hora a su promoción. Numerosos artistas participaron al reclamo de las populares marcas de las bodegas, que implicaba una difusión internacional.

Otros, colaboraron prestando su nombre en actividades culturales patrocinadas por las entidades patronales del sector.

En este proceso participaron, entre otros muchos, artistas como Carlos Sáenz de Tejada, pintor, cartelista e ilustrador vinculado a la estética oficialista del régimen franquista.

Carlos Sáenz de Tejada dibuja la vendimia de Jerez.
Carlos Sáenz de Tejada dibuja la vendimia de Jerez.

Domecq le encargó varios trabajos publicitarios, entre ellos 12 ilustraciones para el calendario de año 1953.

Por su parte, González Byass contará con gaditano Francisco Hohenleiter para la realización de una serie de dibujos publicitarios con motivo del centenario de su solera de 1847, campaña publicitaria dirigida por Luis Pérez Solero, que aportará sus inspirados ripios laudatorios:

¡Ved ahí, doña Solera,

que radiante juventud

la que tenía hace un siglo!.

De sus ojazos la luz

el vino sigue deslumbrando

al barrio de Santa Cruz.

¡Gracias a que embotellaron

ese tesoro andaluz!

De uno de los artistas gráficos locales, como fue Manuel Valle, del equipo de Proyectos Gráficos Mamelón, localizamos este curioso boceto de un venenciador inspirado en una foto como modelo, que serviría, finalmente, para anunciar el Ducal de Osborne.

Los Exportadores del Sherry serían los patrocinadores, en 1981, del I Concurso Internacional de guitarra clásica ‘Andrés Segovia’. El concertista español, presidente del jurado, aportaba su prestigio internacional en este evento que tendría lugar en Inglaterra del 9 al 14 de octubre, en el castillo de Leeds.

No tenemos constancia que hubiera una segunda edición, pero si hemos localizado en las bodegas Fundador la bota firmada por reconocido músico en la visita realizada a Jerez el 7 de julio 1953.

Los Domecq y los González

Nuestro querido y admirado Manuel Domecq Zurita (1933-2021), siempre lució con elegancia su peculiar ‘savoir faire’. Lo dejó patente en sus memorias recogidas por Carmen Oteo Las lágrimas del vino. Trazos de memoria de Manuel Domecq Zurita (Sevilla, 2014).

En ella contaba muchas cosas, entre ellas la acertada descripción de los miembros de su rama familiar: ‘la rama Almocadén, los Domecq González, fueron los más internacionales con mi padre a la cabeza’. Un libro recomendable, aunque a algunos no les gustó lo que allí se decía de los Domecq.

Un año más tarde, el 2 de junio, El País publicaría un amplio artículo firmado por la periodista Joanna Bonet, con el titular: ¿Qué queda de los señoritos de Jerez? Centrado en estas dos familias.

Pedro Domecq González.
Pedro Domecq González.

José Ignacio Domecq González (1914-1997), era hijo de Manuel Domecq Núñez de Villavicencio y de Mercedes González Gordon. Casado con Ángeles Fernández de Bobadilla con la que tuvo 12 hijos.

Inició su carrera profesional en 1940, y siete años más tarde sería nombrado miembro del Consejo de Administración de Pedro Domecq, SA, y en 1982 fue designado secretario de dicho consejo.

En la década de los cincuenta colaboró con Pedro Domecq González (1902-1983) -su hermano mayor- en la meritoria labor empresarial que éste desarrolló en los principales países sudamericanos, constituyendo compañías para la producción de vinos y brandies.

Por sus excepcionales habilidades a la hora de clasificar y combinar los vinos recibió el cariñoso apodo de ‘la Nariz’.

En 1970 fue designado por la empresa, junto con su sobrino, Manuel Domecq Zurita, para recoger el Premio Mercurio de Oro. Esta distinción fue entregada en la ceremonia anual Mercurio de Oro en el Capitolio (Campidoglio) en Roma.

En un ensayo para ‘Christie’s Wine Companion’, escribió: ‘Pasear por una bodega, catar vinos añejos que han reposado intactos durante generaciones, debe ser uno de los encuentros más satisfactorios que un hombre puede tener con el vino’.

Domecq editaría en 1972 una publicación no venal recogiendo dicho acontecimiento, la concesión del Premio Internacional Oscar del Comercio Europeo. Los 30.000 ejemplares se difundieron entre los miembros de la familia Domecq, amigos y clientes distinguidos.

Beltrán Domecq González en Williams&Humbert.
Beltrán Domecq González en Williams&Humbert.

Otro representante destacado de esta rama de los Domecq sería Beltrán Domecq González, padre de Beltrán Domecq Williams, con vínculos de sangre de franceses, escoceses, ingleses y jerezanos.

En la imagen que ilustra el artículo lo vemos con su impecable estilo en el vestir y el aspecto de gentleman británico junto a cajas apiladas de vino de Williams&Humbert. donde ejerció como indispensable relaciones públicas.

Unas biografías unidas a una gran empresa de la que podríamos saber más consultando sus archivos, de los que el propio Manuel Domecq desconocía su ubicación: ‘Domecq contaba con un importante archivo con documentos que datan del siglo XVI, referidos a algunas de sus edificios bodegas. No sé cuál habrá sido su destino tras la? venta, pero se debieron ceder antes de la venta al Consejo Regulador o al Archivo Municipal. Para lo que compraron la bodega no tenía valor’.

Artistas de la venencia

Una anterior entrega de El rebusco la dedicamos a nuestros singulares ‘embajadores’, que venencia en mano, se dedicaron a promocionar nuestros vinos por todo el mundo.

La mayoría de ellos eran trabajadores de bodegas jerezanas. Hoy hacemos recapitulación de ese listado de nombres, algunos de los cuales se quedaron en el tintero.

Diseño publicitario de Manuel Valle.
Diseño publicitario de Manuel Valle.

Los más ‘reconocidos” fueron los representantes de las bodegas Domecq, González-Byass, Williams&Humbert y Sandeman. De estas, y de otras, hay que recordar para la ocasión, al menos, sus nombres.

De Domecq mencionar a Julio Delgado, Alfonso Orbello Toribio, ‘Tirlón’ y Pepe Fernández.

Por parte de González Byass los más mediáticos fueron Pepe Ortega, Genaro Benítez Gil, Paco Gandón, este último jubilado en el 2020. Pero sin olvidarnos de otros que ejercieron dichas funciones en la compañía: Manuel Romero Postigo, Domingo Alba, Paco Herrera, Manuel Piñero Aguilar, Juan Labrador, Francisco Herrera ‘Paquetin’.

Niño López, su hijo, Manuel López Forte, Francisco Salas, Sandro Salas Nieto, Antonio Rey, y Pedro Galisteo, en Williams&Humbert.

Y de Sandeman Juan Galindo, y Vicente Sánchez García, éste, además de venenciador, destacó como experto catador y arrumbador, ganando los premios en estas tres facetas durante la Fiesta de la Vendimia de 1983.

Otros nombres que han hecho historia por sus habilidades con la venencia son: Juan Arboleda (Díez Mérito y Rumasa), Manuel Montes de Oca (Rumasa), Juan López Ruiz-Herrera, ‘El quija’ (bodegas Varela), Rafael España (Zoilo), Sebastián Rivero (BISA), Manuel Aguilar (Bodegas Soto), Agustín Coro y Ángel Sánchez Martínez (Sánchez Romate), y Joaquín Eslava Lara ‘Barringola’.

A partir de los años `90, con la crisis del sector bodeguero, algunos de las nuevas generaciones de venenciadores crearán sus propias empresas, como la de Jesús Delgado Rey, hijo de Julio Delgado, o las de Jesús Rubiales y Arsenio Estévez Cuéllar. La única representante femenina, que destaca en esta labor es Mónica González.

La Fiesta de la Vendimia del 2014 estuvo dedicada a la figura del venenciador.

De Rumasa y Garvey

En la foto que hemos traído para la ocasión, la de los cinco trabajadores de Rumasa recibiendo el reconocimiento por parte de la empresa con motivo de los 50 años de servicio en la compañía, podemos distinguir a los homenajeados. Entre ellos mi tío, Fernando Jiménez Manuel, que formó parte de los primeros siete empleados de la bodega, conocidos como ‘los siete magníficos’.

Reconocimiento a trabajadores de Rumasa.
Reconocimiento a trabajadores de Rumasa.

Fernando fue también novillero, conocido con el nombre artístico de ‘Niño de la Cámara’.

Para ello hemos contado con la inestimable ayuda de nuestra amiga, y ex-directiva de la empresa, Fátima Ruiz Lassaletta.

Así podemos distinguir, de izquierda a derecha, al maestro tonelero José Quirós, que tenía un equipo de 60 trabajadores a sus órdenes; Ramón Romero Pravia, director enólogo de las bodegas José Pemartín & Cia.; Manuel Benítez, capataz de chaqueta de bodegas Zoilo Ruiz-Mateos S.A., responsable de cien mil botas (1 de cada 10 del almacenado total en el Marco en la década de 1970 a 1980); José Medina, a su cargo 40 camiones, con sus choferes y ayudantes, para llevar a Cádiz anualmente 16.000 botas de Bristol Crean Sherry; y Fernando Jiménez Manuel, mayordomo de Villa del Duque, con seis subalternos para atender aquella exclusiva residencia de lujo para invitados.

El músico Andrés Segovia catavino en mano junto a un barril de jerez.
El músico Andrés Segovia catavino en mano junto a un barril de jerez.

Los productores de la empresa lucen en la solapa la Medalla de Oro por sus 50 años de trabajo. Junto a ellos José Álvarez Piñero, director general de la División Vinos de Jerez de Rumasa.

Sólo Manolo, Pepe y Fernando eran tres de los ‘siete magníficos’, o primeros empleados, con los que Rumasa inició su aventura empresarial.

Las bodegas Garvey contó con destacados nombres entre su personal directivo, entre ellos el de Antonio Martín-Bejarano Arias.

Nacido en Jerez el 6 de marzo de 1908, a los once años entra de meritorio en una bodega, ganando seis duros mensuales. A Garvey se incorporaría en 1927, con un sueldo de treinta duros, en el periodo de Luis Medina Garvey como director gerente, y Manuel Bononato de secretario del Consejo.

Entre sus funciones se encargó de crear una amplia red de agentes comerciales, posicionar el fino San Patricio como acciones y campañas de propaganda. A él se debe la creación de la marca Espléndido, el brandy insignia de la casa.

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