Jerezlesgay ha recriminado la actitud del restaurante la Cruz Blanca durante el presunto ataque verbal homófobo vivido en sus instalaciones días atrás por parte de un vigilante de seguridad hacia un grupo de comensales pertenecientes al elenco del 'Gran hotel de las reinas', que estuvo en cartel en el teatro Villamarta.

La Asociación LGTBIQA, en una nota de prensa, denuncia "de forma enérgica la clara actitud de LGTBI+fobia del trabajador en cuestión, así como la colaboración en esa actitud del restaurante La Cruz Blanca, no mostrando en ningún momento gesto alguno de colaboración y solución del incidente".

"Este tipo de actitudes, además de empañar el enorme impacto positivo que el espectáculo ha supuesto para Jerez, nos hace ver la gran necesidad que aún tenemos pendiente de erradicar estas actitudes de LGTBI+fobia, donde la diversidad y la visibilidad son aún sometidas a burla, o directamente, juicio y agresión", añade el comunicado, que insiste en que "no se pueden pasar por alto estos hechos, por muy leves que pudieran parecer, ya que son el germen de agresiones mayores, y es en la erradicación desde la raíz cuando más claro y firme debe ser el compromiso".

Desde Jerezlesgay lamentamos que "estén perdiendo la oportunidad de condenar sin fisuras lo que se denuncia y, de esta manera, retratarse a favor del respeto de la diversidad, sin añadir "peros" que diluyen o nieguen la gravedad de lo sucedido.

Además, destacan que "no es admisible que se desacredite a las víctimas de una agresión bajo la perversa conjetura de que lo hacen por “promocionarse” o que se cuestione la absoluta veracidad de lo que denunciamos".

La asociación considera que "estas acciones de menoscabo, buscando sembrar la duda ante lo sucedido, así como encubrirlas, cuestionarlas o diluirlas con pretextos que nieguen su existencia, son deplorables e invalidan cualquier mensaje de condena, ya que sitúa a quien las lleva a cabo en el lado cómplice y colaborador de quien practica las agresiones.

"El vigilante se sintió intimidado"

La versión facilitada por el establecimiento hostelero difiere por completo de la denuncia pública realizada por Jerezlesgay, toda vez que asegura que el vigilante de seguridad fue el único que se sintió “intimidado” por la actitud del grupo de participantes del espectáculo drag del Villamarta que acudió al restaurante.

Desde la Cruz Blanca aseguran que tras explicar a los integrantes de este grupo que el vigilante no forma parte de la plantilla del restaurante, sino de una empresa externa contratada por varios establecimiento de la zona para garantizar la seguridad de sus clientes, accedieron a facilitarles la hoja de reclamaciones.

Esgrimen, igualmente, que el vigilante únicamente se dirigió al grupo para pedirle que dejaran de hacerle fotos y lamentan que el buen nombre y la imagen que se ha labrado el establecimiento durante los muchos años que lleva abierto en Jerez pueda verse manchado por la denuncia de una supuesta agresión homófoba que niegan con rotundidad.

Es más, añaden, "tan mal no les trataríamos cuando cinco de las ocho personas presentes cuando se registraron los hechos volvieron al día siguiente para almorzar en el restaurante, donde aseguran que “siempre hemos respetado a todo el mundo con independencia de su raza, sexo, religión…".

"La homofobia se ha hecho un hueco en la calle"

 Mientras, la drag queen alicantina Venedita Von Däsh, que estará presente este fin de semana del 22 y 23 de octubre en Valladolid con el espectáculo El Gran hotel de las reinas, ha vuelto a recordar el incidente vivido en Jerez en los siguientes términos: ""La homofobia se ha hecho un hueco en la calle y no sé si es sugestión o no, pero lo cierto es que desde hace un tiempo tenemos más miedo a ir solas".

Según ha relatado, el primer día de su estancia sufrieron un ataque verbal cuando comían en el restaurante a Cruz Blanca de Jerez varios artistas de la compañía y el vigilante de seguridad se dirigió a ellos para recriminarles, de forma insistente y agresiva, que estaban haciendo fotos con sus móviles.

Lo que podría haber sido una llamada de atención ante la posibilidad de incomodar a otros clientes o al mismo trabajador, como reconoce la propia drag, fue un ataque verbal a "ocho o nueve maricones" maquillados, llamativos y para algunos provocadores en su estética, que se hacían fotos en la vía pública para sus redes sociales mientras almorzaban minutos antes de ir al teatro y empezar a preparase para actuar.

Aunque el incidente concluyó de forma pacífica con la presentación de una hoja de reclamaciones contra el local, "está totalmente claro que el vigilante no hubiera actuado así ante un grupo de chicas", afirma este transformista, que confiesa sentir desde hace unos meses más miedo que años atrás por las agresiones indiscriminadas de las que son víctimas los miembros de la comunidad LGTBI por el mero hecho de serlo.

Borja Lison, o Venedita Von Däsh en los escenarios, advierte del riesgo que suponen los discursos de odio y del avance de la extrema derecha en Europa, y subraya que "es muy peligroso que gente joven, nacida en democracia, asuma los dictados de partidos que alimentan el miedo a no poder vivir tranquilos".

"Ahora tengo más miedo que antes, claro, porque se han hecho ese hueco", recalca.