Tres cursos después de la retirada de la última aula prefabricada, la ciudad sigue contando con este tipo de infraestructuras en varios centros educativos. En concreto, son cinco los institutos de Jerez que albergan aún las denominadas ‘caracolas’.

En total son dieciocho las aulas que todavía perviven dentro de estos centros educativos, si bien es cierto que algunas de ellas no albergan clases a diario y que han pasado a desempeñar otra funcionalidad, como el caso de las del IES Asta Regia, cuyo modulo se ha convertido en la biblioteca del centro.

De todos estos institutos quien sigue teniendo un mayor número de prefabricadas es el IES Lola Flores, con ocho, divididas en cuatro módulos. Lo realmente llamativo de este centro es que fue ampliado, con un nuevo edificio, en 2017, cuando fue inaugurado oficialmente otro aulario, algo que, no obstante, no impidió que las prefabricadas que ya tenía, pasaran a la historia. Es más, actualmente el centro las sigue usando todas a diario ante la falta de espacio.

En dicho instituto se está a la espera también de una nueva ampliación, anunciada por el delegado territorial Miguel Andréu en una rueda de prensa en Jerez en junio del año pasado y que pertenecía al Plan de Infraestructuras de 2020, pero de la que de momento no se sabe nada.

Otro de los institutos que también mantienen a diario las prefabricadas es el IES La Granja, otro centro con falta de espacio y que por tanto, se ve obligado a usarlas.

En esta zona de la ciudad encontramos también al IES Almunia, donde las caracolas forman parte de su día a día.

Pese a que desde el servicio de Planificación de la delegación territorial se advertía que con la inauguración del nuevo instituto de San José Obrero, el IES Elena García Armadas, la masificación de los centros de la zona de La Granja iba a descender, lo que traería consigo la eliminación de muchas de estas aulas, la realidad es otra. Es cierto que la baja natalidad ha provocado un descenso del número de cursos, de hecho este año en el IES Lola Flores hay cuatro primeros, uno menos que en los últimos años (aunque gracias al esfuerzo de sus docentes lo han convertido en cinco para bajar la ratio), si bien esto no ha hecho acabar con las prefabricadas, que en los últimos años han tenido problemas con la llegada de las lluvias y las con el propio alumnado por las reducidas dimensiones de las mismas.

Donde sí mantienen las aulas es en el IES Fernando Savater, donde sigue habiendo dos aulas que se utilizan circunstancialmente para algunos desdobles y no para que ningún grupo dé sus clases diarias.

El quinto centro que cuenta con prefabricadas es el IES Asta Regia, si bien en este instituto el módulo se ha convertido en la biblioteca, una demostración de esa funcionalidad ante la falta de espacio.

Esta opción, no obstante, no fue posible en otro instituto en 2018, el IES José Manuel Caballero Bonald, que se encontró con la negativa de la Consejería ante el planteamiento que se realizó desde el centro de mantener la existente (tras la creación de un nuevo edificio en el centro en 2018) como museo de ciencia.

Desde que se retiraron las caracolas del San José Obrero y las del IES Josefa de los Reyes, el panorama de las prefabricadas se ha mantenido igual en la ciudad. De cualquier forma, estas dieciocho existentes no tienen nada que ver con las 43 (con un total de 22 módulos) que llegaron a coincidir en el curso 2015/16. Las obras en centros educativos como el citado Fernando Quiñones (ahora Lola Flores), Manuel de Falla, Tomasa Pinilla y el Romero Vargas, por citar a algunos, hicieron que la lista se redujera notablemente.