El Jerez de 1879, visto por el fotógrafo francés J. Laurent (y II )
Jerez, tiempos pasados Historias, curiosidades, recuerdos y anécdotas
En total llegó a tirar veintinueve fotografías de los principales lugares jerezanos. Retrató desde las bodegas –especialmente las de González Byass- hasta San Miguel, el Real Alcázar, el Cabildo Viejo, la Colegial, el Palacio de Riquelme y la Cartuja, entre otros sitios representativos de nuestra ciudad.
Para Jean Laurent, Jerez tenía “una grandiosa Iglesia Colegial - hoy convertida en catedral -; ocho parroquias, con tres auxiliares; tres conventos de monjas y diversas iglesias y capillas”. Se olvida de los numerosos conventos de frailes, como los de los padres dominicos, los agustinos, franciscanos, etc. Mereciendo su especial atención – nos dice – “las de Santiagp y San Miguel, aunque también son notables las de San Dionisio, San Juan, San Marcos y San Lucas”. Es decir, la iglesia del patrón y las de los cuatro evangelistas.
En cuanto a educación, llama la atención del fotógrafo galo el instituto provincial de segunda enseñanza, con cuatro colegios incorporados, que eran el de la Purísima Concepción, el de San José, el de San Juan Bautista y el de Santo Tomás de Aquino, hoy todos desaparecidos, excepto el de San Juan Bautista. También informa de que existía en nuestra ciudad, una escuela pública nocturna para adultos, cinco escuelas públicas de niños y cuatro para niñas; tres escuelas públicas de párvulos, una escuela preparatoria de maestras y maestros, dos escuelas públicas y gratuitas, dependientes de la Asociación de Católicos. Y nos habla de otra escuela que había en el que erróneamente llama Asilo (?) de la Cartuja, que estaba situada en la llamada hospedería del monasterio y que habría de durar hasta bien entrado el siglo XX. Una escuela más, “en el Asilo Provincial y otra dos, para los hijos de los trabajadores de las bodegas González Byass”, según textualmente nos indica. A las que había que sumar otras diez escuelas particulares de niños y más de treinta de niñas. Todo esto en el año 1879.
En cuanto a la sanidad y asistencia social en nuestra ciudad, Laurent anota que existían el Hospital Municipal de Santa Isabel, el Hospicio Provincial, la Casa de Expósitos – que era la ya desaparecida y popularmente conocida como Casa Cuna, de la calle Francos, hoy lugar provincial de acogida de ancianas; más el Asilo de San José, el también asilo de ancianos de las Hermanitas de los Pobres y otro de desamparados que dice existía en la Cartuja, dato este último que también nos parece erróneo y que, según nuestras noticias, estaba ubicado en la calle Vicario, en edificio de propiedad provincial, muchos años después dedicado a la enseñanza de adultos.
Meticuloso en cuanto a suministrar datos de las poblaciones por las que pasaba, haciendo su trabajo de fotógrafo, nos dice Laurent que, en Jerez ejercían, además, su profesión, veintiún profesores de medicina y cirugía, once farmacéuticos, otros tantos sangradores y dentistas y cuatro matronas.
Otro capítulo interesante de información, suministrada por Jean Laurent - que, además de buen fotógrafo, era un reportero, periodista aficionado, o lo que hoy llamaríamos fotoperiodista -, es el de los servicios públicos con los que contaba la ciudad. Así, nos dice que, “desde que en 1869 se consiguió traer a la ciudad, mediante un viaducto de 46,5 kms. el agua de los manantiales de Tempul, la ciudad está abundantemente dotada de agua, lo que le permite, además, regar las calles, desde las numerosas bocas establecidas. La ciudad se ilumina desde 1873, mediante un sistema de alumbrado por gas, a través de una bien montada red de conducción. Y es un orgullo de la ciudad – añadía – contar desde 1859 con uno de los primeros tranvías tirados por mulas de España – recordemos que aquí se le llamó, pomposamente, el Ferrocarril de Sangre -; que en un primer momento hacía el recorrido desde la estación del ferrocarril hasta la plaza del Arenal, pero que después amplió su trayecto hasta la Puerta de Sevilla. Pero la ciudad también cuenta, desde hace diez años, con un ferrocarril de circunvalación, que partiendo de la bodega de González Byass, hace su recorrido pasando por lugares y bodegas, hasta llegar a la Estación de Mercancías, con ramales a bodegas que no se hallan en el trayecto”.
Como se ve, Laurent procuraba informarse lo mejor posible de cómo funcionaba, en aquél año de 1879 de su visita, una ciudad como la nuestra, que ya gozaba de una destacada importancia entre las ciudades del Sur de España. A este respecto, al hablar del mercado Público, decía claramente que “aunque no está bien en esta materia, actualmente se está construyendo un gran Mercado de Abastos, en el área que ocupó el antiguo convento de San Francisco”, como efectivamente era cierto, bajo la dirección del arquitecto señor Esteve, en lo que se había llamado, hasta entonces, el Patio de San Francisco.
Otros datos que publicaba Laurent, tomados uno de informantes directos y otros, según nuestro parecer, de la Guía Oficial de Jerez que cada año se solía publicar; sobre la “gran Biblioteca Municipal”, en el cabildo Viejo; la Academia de Bellas Artes de Santo Domingo, la de Música, la Academia Medico-Quirúrgica Jerezana, la Comisión Local de la Sociedad Antropológica de Madrid, la Sociedad Económica de Amigos del País, la Sociedad de Ciencias, Letras y Artes – antecedente de nuestra actual Real Academia de San Dionisio -, el Ilustre Colegio de Abogados, el Gun-Clun de Tiro de Pichón, el Jockey Club, el Reñidero de Gallos, “y en la finca de los señores González Byass – añade -el gimnasio público, la casa de baños y el picadero”.
Hace mención del viejo Teatro Principal, “para unas mil personas, en la calle Mesones y el Circo-Teatro, hecho de madera en la nueva plaza Eguílaz, con una cabida para dos mil personas. Existen tres grandes casinos, el de Artesanos, en la calle Santa María; el Jerezano, en la calle Larga y el Nacional, en la misma calle; además de numerosos círculos pequeños: El Desolladero, La Idolatría, La Filoxera, La Gañanía, Los Tipos, etc. Habla de la Plaza de toros para cerca de doce mil espectadores; y cita la Caja de Ahorros que era la más antigua de España, hasta su fusión con otras cajas; la Caja Agrícola y la sucursal del Banco de España.
Hace mención de los seis relojes públicos existentes, de las numerosas bodegas y de la Cartuja; añadiendo finalmente los comercios con los que contaba la población, entre los que destacaban 47 barberías, 22 carnicerías, 25 carpinterías-ebanisterías, dos gabinetes fotográficos, 25 herreros-cerrajeros, 35 hornos de pan, dos librerías, tres imprentas, doce paradores-mesones, cinco tiendas de “ropa hecha”, 14 sastrerías, 25 zapaterías, y 40 tiendas de vinos y licores, etc.
En total, las fotografías que Jean Laurent llegó a realizar en nuestra ciudad, alcanzó la cifra de veintinueve, entre las que destacamos la de la plaza del Arenal, que ya publicamos la pasada semana, la torre de San Miguel y una vista interior de dicho templo; otras vistas de Jerez, desde San Miguel, la torre árabe del Alcázar, el cabildo Viejo, la Colegial, la preciosa escalera de jaspe del Hospital, la Casa de Riquelme, la casa de Agreda, una “vista general de las cavas de González Byass y Cª”. donde se nota que debió ser muy bien atendido, por los constantes elogios que hace de dicha bodega, y donde, además, tiró otras cuantas placas de su interior, y finalmente varias fotografías del exterior e interior de l monasterio de la Cartuja.
Nos ha parecido interesante recoger todos estos datos sobre nuestra ciudad, sobre todo por venir de un extranjero, aunque domiciliado en Madrid, que fuera un tan notable artista de la fotografía de la época; excepcionalmente especializado en el reportaje callejero y en los tipos y costumbres de la época.
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