Actividad económica

Jerez recupera 391 empresas inscritas en la Seguridad Social en el último año

  • Las sociedades con asalariados crecen un 7,5% desde el inicio de la pandemia y se sitúan en 5.369

  • El primer trimestre cierra con una ligera caída del 0,84% respecto al cierre de 2020

Una mujer pasa con el carro de la compra por delante de un comercio del centro cerrado durante la pandemia.

Una mujer pasa con el carro de la compra por delante de un comercio del centro cerrado durante la pandemia. / Pascual

Jerez cerró el primer trimestre del año con 5.369 empresas con asalariados inscritas en la Seguridad Social, lo que supone un descenso del 0,84% respecto al último trimestre de 2020. En el conjunto del último año, sin embargo, las sociedades inscritas crecen un 7,5%, lo que en números redondos se traduce en 391 empresas más que en el primer trimestre del año anterior.

La irrupción de la pandemia en marzo de 2020 con la declaración del Estado de alarma y el confinamiento de la población impactó de lleno en la actividad económica y provocó una destrucción de empresas y empleo sin precedentes, hasta situar el número de sociedades con cuentas de cotización a la Seguridad Social en 4978, su mínimo histórico, por debajo incluso de las 4.987 con las que arrancó 2014, en el inicio de la remontada de la anterior crisis económica.

A finales del año pasado, al hilo de la primera relajación de las restricciones por la Navidad, el número de sociedades inscritas con trabajadores en alta en los distintos regímenes del sistema público se situó en 5.415, es decir, cerca de medio centenar más que las registradas al cierre del primer trimestre del presente ejercicio, que no obstante salda los últimos doce meses con la recuperación de 391 empresas.

La evolución en Jerez, donde aún se perciben los efectos de la tercera ola en el primer trimestre sin que se refleje aún la desescalada por el avance de la vacunación, es similar a la que presenta el conjunto de la provincia, donde según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, las empresas cotizantes con asalariados rebasaron ligeramente las 30.000 al cierre del periodo enero-marzo tras un descenso trimestral de algo menos de un punto y un incremento interanual del 7,7%. Y aunque en la comunidad autónoma la progresión del último año también es muy similar, con un repunte de apenas una décima menos que el provincial, el cambio de trimestre rompe con el esquema anterior, para arrojar un incremento del 7%.

Al municipio jerezano todavía le falta subir otro peldaño para alcanzar los niveles de 2019, en el que se movió por encima de las 5.500 empresas –en la horquilla de 5.540 con las que finalizó el año y las 5.557 con las que lo comenzó, es decir, entre 171 y 188 empresas más que las actuales–.

El macrosector servicios marca el paso

La actividad económica de Jerez sigue teniendo una alta dependencia del sector servicios, al que se adscriben 4.205 empresas inscritas en la Seguridad Social, que vienen a ser ocho de cada diez del total. Las sociedades vinculadas al principal sector de la economía local caen un 1% respecto al último trimestre de 2020 y crecen un 6% frente al primer trimestre del año anterior.

Dentro del sector servicios, el comercio al por mayor y al por menor, unido a los talleres de reparación de vehículos se lleva la palma con 1.429 empresas cotizantes con asalariados, en su caso con una bajada trimestral del 0,7% y un incremento interanual del 5,3%.

La hostelería, que según los últimos datos del Servicio Andaluz de Empleo ha multiplicado por siete la contratación en el último año, cuenta con 664 sociedades inscritas tras la recuperación de más de 80 desde marzo de 2020, lo que supone una subida del 14,2%. Eso sí, su caída en el último trimestre supera el 4%, muy por encima también de la media.

Los servicios engloban a otros subsectores que también se han visto especialmente afectados por la crisis sanitaria como el transporte, que cuenta con 263 empresas inscritas, cuatro menos que en el último trimestre del ejercicio anterior, pero una veintena más que en el primer trimestre de 2020; las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, que pierden una sociedad tanto en el último trimestre como en el último año, para contabilizar 118 en su total y otros servicios, que mantienen a 284 empresas con cuenta de cotización tras una merma trimestral de 14 y un incremento interanual también de 14.

Otras actividades, aún dentro del macrosector servicios, registran crecimientos tanto en el último trimestre como en el último año, caso de las actividades sanitarias y de servicios sociales, que ganan cuatro y once empresas para alcanzar las 268; las actividades inmobiliarias, que engloban a 111 empresas y tres más que en el trimestre y en el año anterior; o las actividades financieras y seguros, con aumentos de tres y cuatro sociedades, respectivamente, para situarse con 64;

Al margen de los servicios, el resto de sectores productivos presentan resultados muy dispares, caso de la agricultura, que aprovecha su condición de actividad esencial y, por tanto, ajena a los cierres y restricciones de la pandemia, para situarse con 367 empresas, con lo que cierra el último trimestre y el último año con tres y 23 sociedades más. Sin embargo, el sector agrícola cuenta en la actualidad con siete empresas menos que las que tenía en la anterior normalidad.

La industria, con 366 empresas inscritas en su haber, pierde cuatro en el último trimestre, pero gana 15 desde el inicio de la pandemia. Ahora bien, antes de la crisis llegó a rozar las 400.

La construcción, con 431 sociedades cotizantes en su haber, sigue los pasos de la industria, ya que presenta una variación trimestral de cuatro empresas a la baja, pero recupera 16 en el último año. El sector del ladrillo se desmarca del de las chimeneas en el impacto de la crisis sobre su situación anterior, cuando contaba con siete empresas inscritas más. La construcción, y esto es lo más destacado del sector, cuenta en la actualidad con unas setenta empresas cotizantes más que las que reunía bajo su paraguas tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.

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