Mejor noticia no podía recibir Jerez para despedir el año. Domecq, la marca de la histórica bodega jerezana, vuelve a casa una década después de que Pernod Ricard despojase a la ciudad de su uso. González Byass y Grupo Emperador (propietario de Bodegas Fundador) anunciaron ayer el acuerdo alcanzado con la multinacional francesa para la adquisición conjunta de las marcas Domecq y Pedro Domecq, así como el negocio de brandy, bebidas espirituosas y vinos vinculadas a dichas marcas en el mundo.

La operación comprende el negocio de la antigua Domecq Mexico, su principal mercado a través de los brandies Presidente, Don Pedro y Azteca de Oro, con un volumen de ventas de 1,2 millones de cajas, así como una bodegas de vinos en Baja California, señala la nota conjunta de los compradores, en la que se detalla que la actividad comercial se extiende a Estados Unidos, Brasil y Colombia, así como a Europa, en concreto al Benelux, donde también se comercializa vino de Jerez con la marca Domecq.

La operación se llevará a cabo a través de Bodegas Las Copas, la joint venture al 50% de González Byass y Grupo Emperador –propiedad este último del magnate filipino Andrew Tan que hace un año aterrizó en Jerez con la compra de Bodegas Fundador (antiguas bodegas Domecq)– para la destilación de vino y elaboración de brandy y otros destilados de calidad en España.

En declaraciones a este periódico, el director ejecutivo de Operaciones en España de Grupo Emperador, Joan Cortés, explicó que la operación está ya firmada, si bien su cierre definitivo está pendiente de aprobación por las autoridades de competencia mexicanas.

Cortés subrayó la importancia para Jerez de esta operación, que además la compra de “la propiedad intelectual de la marca Domecq para la comercialización de brandies, sherries y vinos, comprende el negocio de la antigua Domecq México”, emblema de la proyección mundial y el nombre que alcanzó la bodega jerezana en manos de la familia Domecq, antes de su venta a mediados de los noventa por 100.000 millones de pesetas (600 millones de euros) a la multinacional británica del sector de las bebidas Allied Lyons, que pasó a llamarse Allied Domecq hasta la llegada de Pernod Ricard.

Según Cortés, los detalles de la operación, de la que no se facilita el importe, se conocerán en los próximos días, una vez se levante el compromiso de confidencialidad alcanzado entre las partes tras un intenso año de negociación.

“Es un orgullo reagrupar de nuevo la marca Domecq en Jerez, recuperar la marca para Jerez”, manifestó el responsable de Emperador, quien subrayó que sólo el negocio de 1,2 millones de cajas de las tres marcas de brandy de Domecq en México supone un 50% de mercado en aquel país, lo que “nos reafirma como líderes mundiales en el brandy”.

Pernod Ricard compró Allied Domecq en 2005 a través de una OPA (Oferta Pública de Adquisición Amistosa) en una operación conjunta estimada en más de 10.000 millones de euros con Fortune Brands (Beam Global). En el posterior reparto de los activos, la multinacional francesa se quedó con las principales marcas de bebidas espirituosas (Ballantines, Beefeater...) así como con la marca Domecq.

Por su parte, el conglomerado norteamericano abanderado por el bourbon Jim Beam se hizo con la ginebra Larios y el whisky DYC, las redes de distribución en España, así como el negocio de los vinos de Jerez y el brandy, las instalaciones bodegueras jerezanos y el viñedo del Marco, entre otras propiedades inmobiliarias como el Palacio Domecq y el Gallo Azul, de los que se desprendió en su día, como también hizo con algunas de las principales referencias de vinos y brandies de Domecq –la gama del fino La Ina, la de VOS y VORS 51 1ª, Sibarita..., y los brandies Carlos I y Carlos III–.