Joven, asocial y toxicómano, perfil del tironero que actúa en la ciudad

El Grupo 2 de la Policía Nacional tiene varios frentes abiertos para detener a diferentes parejas de entre 18 y 30 años y destaca la complejidad que entraña resolver estos casos

Jorge Miró / Jerez

07 de febrero 2011 - 07:35

Jóvenes, asociales y enganchados a sustancias estupefacientes. Este suele ser el perfil del tironero que actúa en Jerez. En los meses de diciembre, enero y febrero, coincidiendo con la época de grandes compras (navidades y rebajas) es cuando más actúan, ya que conocen que es en estos tiempos cuando las carteras suelen estar más llenas.

El grupo de delitos contra las personas de la Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía (Grupo 2) es el que se encarga de controlar e investigar este tipo de robos con violencia o intimidación. La Policía no oculta que en estos últimos tiempos, sobre todo en diciembre, en determinadas zonas de Jerez ha habido una cierta alarma ante el incremento de los casos de tirones, si bien las últimas actuaciones llevadas a cabo ha contribuido a bajar el índice de delitos.

Ahora mismo, según informan fuentes policiales, el Grupo 2 de la Policía tiene varios frentes abiertos para detener a los tironeros que tiene identificados. Se trata de dos parejas comprendidas entre los 18 y 20 años de edad y otra entre los 26 y 30 años, además de otros dos individuos que suelen trabajar solos. En los últimos tiempos se detuvo a una pareja de menores, que ya cumplen condena en un centro de menores, y más recientemente, concretamente el martes, fueron detenidos otros dos de 21 años.

La Policía informa que el tironero no empieza dando tirones, sino que esto se produce a través de un proceso delincuencial. "Es como la droga. El que empieza con el hachís suele acabar con la cocaína. Aquí pasa lo mismo. El que empieza con un hurto, dependiendo de la necesidad de dinero que tenga, sigue robando en casas y luego acaba con los robos con violencia. Unos derivan en 'sirlas' (el atraco con navaja) y otros con los tirones", apuntan estas fuentes de la Policía.

El tironero comúnmente actúa con otra persona, ya que la mayoría de estos delitos se producen a bordo de ciclomotores. Mientras uno conduce, el otro se encarga de llevarse el bolso, preferiblemente de ancianas, que son el objetivo principal de estos delincuentes.

La rapidez del robo -normalmente de noche-, el hecho de que los delincuentes usen cascos integrales y que suelan ir a bordo de ciclomotores robados dificulta mucho la investigación policial, por lo que esclarecer delitos de este tipo lleva su tiempo. "Son investigaciones muy complejas, a largo plazo. Hay que tener en cuenta que, a diferencia del que entra a robar en una casa, el que pega un tirón no deja huellas, no se les ve el rostro y además, aunque se pueda identificar la matrícula de la moto, normalmente son robadas".

La Policía también señala que este tipo de delincuente ni actúa en una zona determinada ni están en contacto entre ellos para no 'pisarse' el terreno. "Todo depende de la necesidad de droga que tengan. Son gente asocial, no tienen amigos, incluso no suelen trabajar con los mismos. No tienen familia, y si la tienen, están a punto de perderla por los problemas que tienen derivados del consumo de estupefacientes".

En cuanto al 'sirlero', el sujeto que roba a punta de navaja, la Policía señala que este tipo de delincuente "es el que más desprecio tiene por la integridad física". Su perfil es el del drogadicto que necesita dinero rápido para satisfacer su consumo y suele ir acompañado de un cómplice. A diferencia del tironero, que suele actuar amparado por la oscuridad de la noche, al navajero le da igual la hora del día y el lugar, de hecho sigue siendo común el atraco en establecimientos comerciales.

La crisis económica también afecta a este tipo de delincuentes. Según la Policía, el que antes daba un palo, ahora tiene que dar dos porque, o necesita más dinero o la persona a la que roba no lleva tanto encima como antes.

De momento, en los últimos meses el grupo de delitos contra las personas ha quitado de las calles a cuatro tironeros que pasarán una larga temporada entre rejas, ya que este tipo de delitos están muy penados. De hecho, cinco o seis tirones pueden significar más de diez años de prisión.

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