Entrevista | Reserva Flamenca

Juan Lara: “Tengo el santo de saetero, pero es algo que llevo a gala”

  • Una de las voces más reconocidas de nuestra Semana Santa cantará por primera vez a La Macarena en Sevilla, algo que “para mí es como cumplir un sueño”

Juan Lara posa para Diario de Jerez frente a San Miguel.

Juan Lara posa para Diario de Jerez frente a San Miguel. / Miguel Ángel González

A principios de 1900, voces como las de Rafael Ramos Antúñez ‘Niño Gloria’ o el propio Manuel Torres, reivindicaron en Sevilla la saeta por seguiriyas, que entonces daba sus primeros pasos. Ahora más de un siglo después, son muchos los jerezanos que siguen defendiendo a capa y espada esta modalidad de la saeta, y la próxima Semana Santa volverán a estar en la localidad hispalense. Uno de ellos será Juan Lara, sin lugar a dudas una de las voces más reconocibles de la saeta en Jerez.

–Va a usted este año a cantarle a La Macarena, supongo que será un sueño, ¿no?

–Sí, es la primera vez que voy a cantarle a La Macarena en Sevilla y tengo muchas ganas y mucha ilusión. Soy creyente y creo que algo hay arriba, porque lo llevo pidiendo con muchas ganas desde hace tiempo y mira, al final se ha cumplido. Me ha llamado una persona a cuya casa voy todos los años en Jerez, a cantarle a la Hermandad del Transporte, y este año me ha dado la oportunidad de hacerlo en Sevilla. Además, me han dicho que es un momento muy bonito porque es en la calle Trajano, en el Hotel don Ramón, donde le hacen una petalada.

–¿Cantará por primera vez en Sevilla entonces?

–No, porque el año pasado tuve la suerte de cantarle a la Hermandad de Los Gitanos y bueno, en principio me quedaré allí y le cantaré de nuevo también. Ya son cuatro años los que llevo yendo a Sevilla a cantar. Me contrata don Miguel Gallego, que es el dueño de la firma Ybarra, y voy a la calle Placentines. Allí he cantado a diferentes hermandades, así que tengo que llevar un repertorio preparado porque todas las saetas no le pegan a todas las imágenes.

–¿Cómo es cantar en Sevilla teniendo en cuenta que están acostumbrados a escuchar otro tipo de saetas?

–Si te digo la verdad, desde hace unos años, he notado un cambio importante con respecto a la saeta corta por seguiriyas. Recuerdo que el primer año que fui allí, don Miguel me dijo, ‘hombre Juan, ¿no puedes hacer esas saetas más largas que yo escucho?’. Dio la casualidad que estaba conmigo María José Santiago y le dijo ‘no Miguel, la saeta que hacemos los de Jerez es ésta’. Eso fue el primer año, pero conforme he ido, he visto un mayor interés por la saeta por seguiriyas.

–Usted lleva mucho tiempo cantando saetas, y ahora parece que el calendario se ha alargado más y que incluye también la Cuaresma...

–Sí, por supuesto. Desde hace varios años se cantan saetas desde que empieza la Cuaresma. Además, han aparecido últimamente muchas exaltaciones de las saetas en diferentes partes de Andalucía y eso me ha servido. Hoy día es la Cuaresma entera, porque además de esas citas que he comentado, también están las saetas que uno canta por devoción estos días. Yo voy, por ejemplo, a algún besapiés o besamanos y a veces me apetece cantar, y así lo hago.

–¿Desde cuándo canta saetas?

–Pues desde hace veintiséis años. Le canté por primera vez a la Virgen de Amor y Sacrificio y hasta hoy. Además, todo surgió porque mi padre me animaba mucho a cantar, pero a mí nunca me ha gustado el mundillo del cante, así que renegaba. Pero por desgracia, mi padre falleció y como recuerdo a él, comencé a cantar, porque sé que él me ve desde el cielo.

–¿Y siente cada vez mayor responsabilidad?

–La verdad es que sí, la gente te conoce y cuando vas por la calle en Semana Santa o entras en algún besamanos, se queda a esperar para ver si cantas. Esto es un cante que pesa mucho y cada vez es más complicado. Hace cuatro años, por ejemplo, hice once saetas y desde la primera a la última, no sé donde pasé más miedo. Afortunadamente, me veo en plenas facultades y quiero aprovechar este momento, pero eso no quita que uno tenga pánico cuando se pone a cantar.

–¿Cuál es la letra que más le gusta hacer?

–Pues tengo varias, pero hay dos que siempre están en mi repertorio. Una es la típica de ‘Puerta en puerta’ y otra es aquella que dejó grabada Antonio Mairena de ‘Al ver tu agonía triste y penosa’. Esa es una letra que a mí me llega al alma, me identifico mucho con ella y me siento muy a gusto cuando la hago. Este año, por ejemplo, tengo varias letras buenas que me han hecho los hermanos Gallardo y creo que van a pegar fuerte.

–Renovar las letras. Llevo escuchando esa afirmación desde hace décadas pero parece que los saeteros no se atreven del todo. ¿Qué opina?

–Quizás a veces cuesta, pero tanto a los que la ejecutamos con a los que la escuchan. El otro día, por ejemplo, hice una letra muy buena que me ha hecho mi primo Juan Vargas en el besapiés del Nazareno. Pero te das cuenta que la gente no reacciona tanto a la letra nueva. Eso a lo mejor te hace tener dudas porque piensas, ¿habrá gustado o no? ¿la hago otro día o no?’. Creo que al final es una cuestión de acostumbrarse, por eso considero que debemos dar el paso y ser valientes con las letras nuevas.

–Ha hablado antes de la letra de Antonio Mairena que aquí en jerez se la hemos escuchado a gente como Luis de Pacote o Manuel Moneo. ¿Usted se siente mairenista?

–A mí me encanta Mairena, y mucha gente de mi familia es mairenista hasta la médula. Además, son cantes difíciles de ejecutar y creo que para hacerlos, hay que tener unas facultades especiales. En mi caso, como soy imprevisible, canto lo que se me viene. Me pasa igual en los concursos, que nunca llevo nada preparado. Reconozco que las saetas de Antonio (Mairena) y de Manuel (Agujetas) me llenan mucho.

–Usted ha participado mucho en concursos, ¿se cansa uno de pasar por ellos?

–Mira, hay que ser realista, y los que vamos a los concursos, y el que diga lo contrario, miente, lo hacemos por el tema económico. A mí me ha costado mucho llegar a finales de concurso, y eso que la gente de a pie me tiene bien considerado en la saeta. Los concursos son complicados, y a veces se quedan fuera de los premios saeteros buenos que han cantado bien, pero eso es algo que el que se presenta a un concurso tiene que asumir.

–También es algo muy frío, no es igual que cantar en la calle...

–Claro, esa es otra. La saeta de concurso no tiene nada que ver con la saeta en la calle, es algo parecido a cuando vas a algún sitio a dar un recital y te sientas a cantar por soleá. En la calle se respira el ambiente, ves al Cristo o a la Virgen, no tiene nada que ver, por eso creo que tiene más mérito cantar y ganar.

–¿Y fuera? ¿Se ha presentado alguna vez?

–La verdad es que no. La saeta por seguiriyas nuestra es muy personal y en determinados sitios a la gente no le gusta, igual que aquí pasa cuando viene alguien y alarga muchísimo la saeta. Eso lo comprobé una vez en Málaga, cuando fui a cantar una saeta con mi primo Luis Lara. Las nuestras eran muy cortas y la gente no las entendió, es más, me reí mucho con mi primo Luis cuando me dijo que teníamos que habernos inventado otro trozo de la letra (risas).

–¿Usted es más de saeta en el balcón o saeta a pie de paso?

–Normalmente la saeta a pie de paso la haces porque tú quieres, y casi siempre estás con tu familia, estás arropado y a gusto. Las saetas en el balcón son mayormente contratadas y cantas, le tengas fe o no a esa imagen, o lo sientas o no lo sientas. Hay una diferencia muy grande, y creo que la saeta de corazón se ve de verdad a pie de paso.

–Se ha dado a conocer cantando saetas pero ha podido dar el salto a otros espacios. ¿Se etiqueta demasiado a veces?

–Sí que se etiqueta. Yo tengo el santo de saetero pero es algo que lo llevo a gala porque es un cante que me gusta mucho y por el que la gente me ha conocido cantando.

–Pero ¿le gustaría tener más sitios donde poder cantar?

–Está claro que sí, pero no es algo que me preocupe, porque si tengo que elegir, prefiero tener una nómina a final de mes y que llegue mi fin de semana y estar con mi familia. El mundo del flamenco es complicado y a veces tú mismo tropiezas con piedras, hasta el punto de que cuando te llegas a dar cuenta, tienes lo pitones hasta el fondo. Hablo de mi experiencia propia, aunque afortunadamente ahí sigo.

–Ha dicho antes que llegó a cantar un Miércoles Santo once saetas, ¿es el récord?

–Sí, ese es el récord. La verdad es que llegó un momento en el que casi que me daba vergüenza, porque la gente diría, ‘otra vez está este tío aquí...’.

–Y ya por último, ¿se paga la saeta bien hoy en día?

–Yo hablo de mi experiencia y en mi caso creo que sí. Hace tiempo que me fijé una cantidad, y la verdad es que me la han respetado. Es cierto que en Sevilla se paga mejor pero bueno, no me quejo.

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