Jerez

Leer y regalar en verano

Llega el verano y con él un tiempo que nos permite poder dedicarnos un poco más a nosotros y un poco más a nuestros "demás". Es tiempo para regalarnos esos libros que a nadie parece ocurrírsele que tenemos muchas ganas de leer y tener. Por eso mismo es tiempo de reglarles esos libros que ni se imaginan lo que les va a gustar leer y tener.

Y para acertar una fórmula que no falla es la de regalar un álbum ilustrado porque vienen a ser libros para todas aquellas personas con un mínimo de sensibilidad estética y aprecio por la lectura. Además si el libro es bueno fascinará a cualquier lector de cualquier edad. Esa es su condición.

Y para que nadie se pierda en qué elegir, he aquí más propuestas de lo que hemos venido defendiendo durante todos estos artículos: el diálogo entre texto e imagen, de tú a tú, en un formato generoso (como el álbum que ahora comentaremos "El sueño de Pablo") o en un formato pequeño como los bombones: estos cuatro "miniálbumes" con todo el sabor de los grandes.

"El sueño de Pablo" es el… muchos, muchos son los textos que como álbum ilustrado tiene publicados Antonio Ventura. Muchos si hablamos del corto espacio de tiempo en el que los ha publicado. Pocos si consideramos lo que nos gustan, el cuidado que han puesto todos sus editores y la suerte (casi siempre intencionada por él) de la calidad de quien le ilustra.

En este libro, el escritor hace un homenaje a Juan Farias, a quien lo dedica, y se impregna de su estilo narrativo de frases cortas y contundentes, de la ausencia de "florituras" (especialmente de una adjetivación innecesaria), del diálogo rápido y sólo el suficiente para dibujar a los personajes, y de una temática base: la historia de amor ("Chico conoce a chica…", como diría el propio Farias) y los libros por medio.

Auladell, por su parte, asume esa esencia narrativa para repetir fondos (los de los sueños de Pablo, los de la lectura de Julia), manejar sus sobrios colores iluminándolos con, en este caso, los azules de Pablo (en su jersey) que prolonga a los peces con los que sueña, a los sonidos del mar que salen de la caracola, a la bufanda de Julia, a la cinta que rodea a cada vaca y al contraste con el rojo del pantalón de su abuelo.

Texto e imágenes nos llevarán por un espacio austero a la vez que lírico, onírico a la vez que realista, de inmovilismo a la vez que esperanzado.

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