Educación|30 años de Literatura Infantil y Juvenil en Diario de Jerez

El arte de Chris Riddell

Chris Ridell junto a las portadas de las dos series de Ottoline y Ada Goth publicadas en España por Editorial Edelvives.

Chris Ridell junto a las portadas de las dos series de Ottoline y Ada Goth publicadas en España por Editorial Edelvives.

Vamos a continuar investigando entre grandes autores contemporáneos de Literatura Infantil y Juvenil que destacan especialmente por su obra plástica. En esta ocasión es la Editorial Edelvives la que nos ha traído algunas de sus obras y nos ha permitido disfrutar de sus dibujos.

Chris Riddell es un ilustrador y escritor británico de libros infantiles. Otra faceta, en la prensa inglesa, es la de dibujante político donde sus caricaturas son famosas y sus chistes comprometidos. Hijo de un "vicario anglicano”, Chris inició su talento artístico alentado por su madre cuando le daba papel y bolígrafo para que se callara durante los sermones de su padre.

En Brighton Polytechnic estudió ilustración, recibiendo clases de, entre otros, Raymond Briggs. Se declara influenciado por Tenniel (primer ilustrador de la Alicia de Lewis) y por Shepard (primer ilustrador de Winnie The Pooh).

Su trabajo se ha visto reconocido con importantes premios, entre los que destacan la Medalla Kate Greenaway (el único en ganarla tres veces), los tres premios Nestlé Smarties Book, y el haber sido nombrado Laureado de los Niños del Reino Unido. A estos podríamos añadir más de una decena de otros premios. En su producción, abundante y continua desde su inicio en 1984, encontramos la ilustración de títulos clásicos como Alicia, Don Quijote, Peter Pan, La Isla del Tesoro o Gulliver.

Importantes y prolíficos son sus trabajos en colaboración con Paul Stewart, destacando la serie Edge. The Edge Chronicles es una serie de novelas de fantasía para jóvenes. Hasta la fecha, se han vendido más de tres millones de copias de las novelas.

En España, la Editorial Edelvives ha publicado dos series y, recientemente, un álbum ilustrado. Una de estas series es la de Ottoline, y la otra de Ada Goth. Las dos colecciones presentan elementos comunes que hacen parecer que estemos hablando de un mismo mundo, uno urbano para Ottoline y otro rural (pero sofisticado) para Ada.

Son libros de una exquisita presentación (que la editorial Edelvives ha mantenido en su edición), a saber: libros de tapa dura; con un sobrecito en la tercera de cubiertas que puede llevar pegatinas o juego o un cuento pequeño; casi 200 páginas en Ottoline y poco más de 200 en Ada; profusión de imágenes donde encontramos las que “retratan” a los personajes que van saliendo, las panorámicas a dos páginas, las pequeñas que indican detalles (sueltas por cualquier lugar de la página), los carteles, las notas, las postales;… Imágenes que son dibujos en el más puro sentido de la palabra, ya que es un trazado limpio, perfilado, a tinta por una estilográfica fina que a base de pequeñas líneas crea las tramas que dan volumen, profundidad, tonalidades, luces, distancias,…, destacando el estudio de personajes que abundan en estas historias.

En ambas colecciones, las protagonistas son niñas de gran autonomía: Ottoline porque sus padres siempre están de Ada porque su madre falleció y al padre, en la enorme mansión, lo ve en unos momentos cortos y establecidos, quedando el resto del tiempo para sus aventuras en los particulares espacios de esa finca.

Pero en ninguno de los dos casos son personajes tristes y aislados. Muy al contrario Ottoline despliega un abanico de particulares amistades (generalmente con particulares mascotas) con quienes interacciona continuamente, sin contar con la estrecha relación con el Sr. Munroe, “alguien” bien peludo procedente de Noruega. Por su parte, Ada forma una pandilla en su casa con chicas y chicos variopintos entre los que se encuentra un chico transparente.

Y si entramos en las diferencias, las historias de Ottoline son mucho más ingénuas y sencillas dando gran importancia a pequeños detalles, especialmente el tema de ropas y objetos cotidianos. Las imágenes son en blanco y negro con un color en determinados lugares, según el libro (verde, o rojo o morado). El texto es muy ligero y está al servicio de la imaginación plástica del autor. En Ada encontramos tramas más elaboradas con mucha intertextualidad que resultará grata a los lectores adultos que se acerquen a su lectura, y con un texto más extenso que da lugar a las ilustraciones. Los cantos son de color metálico, los dibujos solo en blanco y negro y llevan una cinta separadora.

Aquí tenemos dos enlaces: para acceder a la web del autor Chris Ridell, http://www.chrisriddell.co.uk/ y para muchas de sus imágenes en Instagram, https://www.instagram.com/chris_riddell/?hl=es.

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