Nuevas actuaciones urbanísticas en Jerez

"Llevábamos más de 20 años a la espera de que se ejecutara esta obra"

  • Los vecinos del Agrimensor afirman que la urbanización de La Hoyanca supone un alivio para los peatones

  • Reclaman la necesidad de un reasfaltado de las calles y un arreglo del parque

"Llevábamos más de 20 años a la espera de que se ejecutara esta obra desde que el gobierno municipal de Pacheco realizara el proyecto". Los vecinos del barrio del Agrimensor se muestran felices ante la nueva construcción que se está llevando a cabo actualmente en La Hoyanca, pero insisten en que no es suficiente. La alcaldesa de la ciudad, Mamen Sánchez, les ha prometido hablar y tratar el tema tras la finalización de este proyecto de urbanización, prevista para los próximos meses de invierno. Sánchez, añaden, les ha asegurado que "irán viendo sobre la marcha los demás problemas, ya que todo depende del presupuesto". Entre estas dificultades, los vecinos esperan una 'marea negra' urgente, "pero nada es seguro". Los boquetes que tienen todas las calles "son tremendos" y precisan de un asfaltado, "porque eso no puede seguir así".

Varios componentes del centro de barrio del Agrimensor confiesan que con los nuevos viales y acerados que están en construcción se solucionan muchos problemas de conexión entre el sur y el centro, sobre todo en la dificultad de acceso que tiene el peatón del barrio sur a la zona céntrica. De hecho, "la mayoría de niños de la zona acuden a los colegios de Madre de Dios o Grupo Franco y subir la cuesta de La Hoyanca en las condiciones en las que está es un peligro", afirma uno de estos vecinos del barrio, quien asegura que "muchas personas con sus carritos tenían que tirarse a la cuneta cuando vienen coches". Y no sólo niños. Los residentes de este lugar son de avanzada edad en su gran mayoría. Esta calle, con una pendiente elevada, no tiene acerado y sus dimensiones son estrechas para ser una vía de doble sentido de vehículos. Los peatones tienen que echarse fuera de la calzada directamente si vienen dos coches. Ahora, con el nuevo acerado y la ampliación de la calle este problema queda solucionado.

El Ayuntamiento dice que no habrá problemas con el tráfico, aunque yo no pienso lo mismo"

Las aperturas de las nuevas vías conectan la calle Azorín con la cuesta de San Telmo y la calle Zahara. También se está ejecutando la obra de las nuevas vías paralelas a la ronda Muleros, que buscan conectar la famosa cuesta de La Hoyanca, llamada calle Jorge Manrique, con la calle Fernán Caballero y la Ermita de San Telmo. Este amplio abanico de posibilidades para los vecinos del barrio Sur "lo llevamos reclamando mucho tiempo, hasta que por fin nos han hecho caso. Era un problema que había que solucionar cuanto antes".

A pesar de mostrar satisfacción mientras observa el trabajo que están realizando las máquinas y los constructores, Agustín, residente del Agrimensor, se muestra preocupado por el resultado negativo que puede acarrear esta nueva obra en cuanto al tráfico de la ronda Muleros se refiere. "El Ayuntamiento dice que no va a haber problemas con el tráfico, aunque yo no pienso lo mismo", dice Agustín, quien insiste que si el tráfico ahora es un problema en esta calle, con la nueva construcción lo será aún más por la cercanía de los semáforos de Madre de Dios con la nueva salida a la ronda.

La iluminación del barrio es otro de los temas de preocupación de este centro de vecinos, aunque, en principio, se va a solucionar con la instalación de nuevas luces led, incluidas en el presupuesto de esta obra. "En invierno, a partir de las 19,00 horas, yo no paso por aquí", asegura María, presidenta del centro de barrio. A pesar de la inclusión de la iluminación en este presupuesto, Agustín cuenta a este periódico que "no creemos que vayan a poner muchas farolas. Las pondrán por la avenida y poco más, pero el barrio necesita más luces, sobre todo en la calle Azorín y Jorge Manrique". La oscuridad se apodera del Agrimensor con la llegada de la noche, un lugar que carece de farolas y donde sus vecinos esperan que se ponga solución lo antes posible.

A la suciedad y poca iluminación, se le une la poca seguridad que está existiendo en el barrio. Drogas y delincuencia están a la orden del día. Es por este motivo por el que los vecinos reclaman una mayor presencia policial en la zona, ya que "por aquí no suelen pasar ninguna noche".

Un barrio que tiene buenas expectativas desde que comenzaron a ver la llegada de los primeros obreros, para felicidad de los más mayores, que podrán disfrutar de una conexión con el centro mucho más cómoda y accesible. Aun así tienen la inquietud de qué pasará próximamente, ya que precisan de una mayor ayuda para que el Agrimensor pueda volver a lucir como merece.

La insistencia durante años ha dado sus frutos ahora, pero esto no queda aquí. Los problemas que sacuden al barrio son varios, amén de la urbanización que se está realizando."El parque de la Hoyanca se ha limpiado dos veces desde que se hizo hace 20 años", lamentan. Es un parque donde abunda la hoja seca, que perfectamente puede derivar en un incendio difícil de controlar. La desesperación es notable en las palabras que quieren transmitir los vecinos del Agrimensor. "Este proyecto de urbanización debería abarcar también el parque, donde la suciedad es tremenda y los muros se caen a pedazos", relatan.

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